Julio 2021 – ¡Sé amable con tu niña interior!

Julio 2021 – ¡Sé amable con tu niña interior!

Ideas de servicio

El programa de servicio de este mes nos llama a ser amables con nuestra niña interior. Y siendo como niñas, ¿de qué manera podemos servir a los demás? Hay varias opciones: una fiesta de cumpleaños trimestral, una noche en familia, organizar un programa para los jóvenes del Cuerpo o realizar una reunión en un albergue para mujeres en situación de calle. Sea cual fuere la opción que elijamos, nos sirve de buen recordatorio a todas nosotras obedecer el mandamiento de Cristo de que seamos como niños al acercarnos a Él.

Ideas para el programa

Juegos

Organiza juegos que sean entretenidos para todas. Los juegos que escojas dependerán de tus participantes y de si realizas el evento bajo techo o al aire libre. Busca en Internet sugerencias de juegos y las reglas o instrucciones: lanzamiento de anillas, el juego de la herradura, los juegos de relevos así como los juegos con globos son algunas posibilidades.

Helado en una bolsa

A todos les gusta comer helado, tanto más cuando les toca hacerlo a ellos mismos. Si vas a hacer esto para muchas personas o para niños más pequeños, pon las bolsas herméticas llenas en una hielera como manera de mantenerlas frías hasta que estén listas para empezar a agitarlas. Hay varias recetas en Internet que enseñan a hacer helado en una bolsa. La siguiente es muy sencilla:

  • ½ taza de leche o crema espesa
  • 1 cucharadas de azúcar
  • ½ cucharita de vainilla
  • ½ taza de sal de roca
  • Hielo
  • 2 bolsas herméticas de plástico—de un galón y de un cuarto de galón
  • Cucharas

Instrucciones

Pon la leche, el azúcar y la vainilla en una bolsa de un cuarto de galón. (Puedes preparar esta parte con antelación.) Llena la bolsa de un galón hasta la mitad con hielo y luego añade ½ taza de sal de roca. Pon la bolsa más pequeña dentro de la bolsa más grande. Asegúrate de que la bolsa más pequeña esté bien sellada. Sella la bolsa más grande y agítala durante 10 o más minutos. Mientras más la agitas, más firme va a quedar tu helado. Ten disponible una variedad de coberturas. No hay necesidad de platos o recipientes: se puede disfrutar el helado directamente desde la bolsa.

Helado

En Estados Unidos, la fraseI Scream, You Scream, We all Scream for Ice Cream!” (“¡Yo grito, tú gritas, todos gritamos por un helado!”) puede ser lo primero que se le ocurre a uno cuando piensa en una fiesta de helados. Es el título de una canción escrita en 1925 por Howard Johnson, Billy Moll y Robert King. La canción trata de un college ficticio llamado Ogiwawa y sobre el grito distintivo de ese college. La canción es entretenida y tiene un aire infantil. Busca en YouTube un video de esta canción.

A medida que vamos creciendo y madurando, se espera de nosotras que dejemos atrás las actitudes y las cosas de los niños. Sin embargo, Cristo también nos dice que seamos como niños. Mateo 19:14 reporta: “Jesús dijo: ‘Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos’.”

Cada cierto tiempo es entretenido olvidarse de que somos adultos y disfrutar de un rato entretenido, como cuando éramos niñas—comiendo helado en un día de verano. Sin embargo, también debemos madurar y dejar atrás las cosas propias de los niños (1 Cor. 13:11). ¿Cómo se supone entonces que debemos madurar sin dejar por eso de ser como niños? Todas deseamos formar parte del reino del cielo y debiéramos poder hallar la respuesta a esta pregunta en la Escritura.

Jesús llama a sus discípulos a dejar que los niños vengan a Él. Al madurar, estamos en condiciones de tomar nuestras propias decisiones y no necesitamos que otra persona nos lleve donde el Señor. Mateo 6:33 nos recuerda que debemos ser buscadoras del reino, siempre en busca de pasar la eternidad junto al Rey. Los niños sienten curiosidad y deseos de aprender; son buscadores innatos. ¿Seguimos nosotras buscando al Salvador con una fe como la de los niños? Busquemos al Salvador en la Escritura, en los demás y en nosotras mismas. Asegurémonos de que nuestras acciones reflejen Su gloria.

Jesús nos llama a no impedir que los niños se Le acerquen. ¿Hemos impedido o desviado a alguien en su búsqueda del Señor? No debemos ser un obstáculo en el camino que otra persona recorre unida a Jesús. Debemos alentar y no abatir. No debemos murmurar ni hablar mal de otros. Hebreos 3:13 (NVI) nos alienta a exhortarnos a diario unas a otras: “Más bien, mientras dure ese ‘hoy’, anímense unos a otros cada día, para que ninguno de ustedes se endurezca por el engaño del pecado”.

Jesús nos llama a ser como niños. No se trata de emular sus conductas negativas, como pueden ser sus pataletas y su egoísmo. Somos llamadas a emular la humildad y la fe sencilla de los niños.  “Por tanto, si sienten algún estímulo en su unión con Cristo, algún consuelo en su amor, algún compañerismo en el Espíritu, algún afecto entrañable, llénenme de alegría teniendo un mismo parecer, un mismo amor, unidos en alma y pensamiento. No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás” (Filipenses. 2:1–4, NVI).

Debemos ser buscadoras del Reino y traer junto con nosotras a otras personas para que sigan, aprendan, adoren y compartan con Jesús, como los niños hicieron en su momento hace mucho tiempo.