Septiembre 2020 – Tarea, ¿en qué puedo ayudar?

Septiembre 2020 – Tarea, ¿en qué puedo ayudar?

Descripción del programa

Cuando éramos niñas la mayoría de nosotras simplemente aceptábamos el hecho de que tendríamos que hacer tareas. ¿Cómo han estado los niños hoy en día manejando las demandas educacionales que se les hacen y de qué manera podemos ayudarlos? (Comparte el devocional antes de discutir los posibles proyectos de servicio.)

Meriendas

Mientras nos enfocamos en los estudiantes de edad escolar, preparen y sirvan las meriendas al estilo de las loncheras escolares.

  • Minisándwiches de PBJ (siglas en inglés de: mantequilla de maní y mermelada)
  •  Apio relleno con queso crema
  •  Tajadas de manzana con salsa de mantequilla de maní
  •  Galletas de chocolate recién horneadas
  •  Cajas de jugo

Es sólo una tarea

¿Por qué tanta batahola? No es más que una tarea para la casa. Cuando éramos niñas, la mayoría de nosotras simplemente aceptábamos el hecho de que tendríamos tareas. No era cuestión de si las hacíamos o no la hacíamos. Se nos decía que las hiciéramos y aceptábamos lo que nos decía el maestro o maestra y nos poníamos a trabajar en la tarea asignada. También aceptábamos las consecuencias de no completar nuestras tareas, en la forma de una mala nota o de algún otro tipo de medida disciplinaria. Y además se nos alentaba con fuerza a completarla de manera apropiada y a tiempo.

Actualmente se debate mucho acerca de la importancia de las tareas escolares. ¿Tiene sentido asignar tareas a los estudiantes? ¿Es posible asignar demasiadas tareas para la casa? ¿Tienen las tareas efectos adversos sobre nuestros estudiantes? ¿Cómo se supone que deben responder los padres a esto? ¿Es posible lograr un equilibrio entre el tiempo que los niños pasan haciendo tareas escolares en casa y el tiempo que dedican a jugar y recrearse? ¿Causan las tareas asignadas para la casa un estrés indebido en los estudiantes? ¿Asignan los maestros demasiadas tareas para la casa? ¿Cuánto es demasiado? ¿Deben los padres participar ayudando a sus hijos con sus tareas escolares?

Los estudios sobre este tema muestran que las tareas asignadas para la casa mejoran el pensamiento y la memoria de los niños. Ayudan a los estudiantes a desarrollar habilidades y hábitos de estudio positivos que les servirán a lo largo de sus vidas. Las tareas para la casa alientan a los estudiantes a hacer un uso sabio de su tiempo.

El sitio web blog.eskool.ca ha hecho una lista de 14 razones por las que las tareas escolares asignadas para la casa son importantes:

  1. Ayudan a mejorar el pensamiento y la memoria de tus hijos
  2. Ayudan a tu hijo a desarrollar habilidades y hábitos de estudio positivos que les servirán por el resto de sus vidas
  3. Las tareas alientan a tus hijos a hacer un uso sabio de su tiempo
  4. Les enseñan a tus hijos a trabajar de manera independiente
  5. Las tareas les enseñan a tus hijos a asumir la responsabilidad por su trabajo
  6. Les permiten a tus hijos repasar y practicar la material que ha sido cubierta en clases
  7. Les ayudan a tus hijos a prepararse para la clase del día siguiente
  8. Las tareas ayudan a tu hijo a aprender a usar recursos como son las bibliotecas, los materiales de referencia y los sitios web para buscar información
  9. Alientan a tus hijos a explorar materias más a fondo de lo que permite el tiempo que dura una clase
  10. Les permiten a tus hijos extender su aprendizaje aplicando las habilidades que aprenden a nuevas situaciones
  11. Ayudan a tus hijos a integrar el aprendizaje aplicando muchas habilidades diferentes a una tarea específica, como informes de libros o proyectos científicos
  12. Las tareas ayudan a los padres a estar más al corriente de lo que sus hijos están aprendiendo en la escuela
  13. Les da la oportunidad a los padres de hablar acerca de lo que sus hijos están aprendiendo
  14. Alienta a los padres a despertar el entusiasmo de sus hijos

¿Te estarás preguntando qué es lo que todo esto tiene que ver contigo? Me sentí intrigada por esta lista y me pareció que el Señor nos estaba llamando a compartir nuestras experiencias de vida dándoles a nuestras comunidades parte de nuestro tiempo, talentos y energías. ¿Estamos siendo llamadas a dar de nuestro tiempo, aliento y posiblemente capacitación efectiva para beneficio de los demás. Dar a los demás es algo que agrada a Dios.

La Escritura nos recuerda que debemos ayudar a los demás, así sean nuestros parientes, amigos o simplemente nuestros vecinos en nuestras comunidades. Romanos 12:7 nos dice: “Si tu don es servir a otros, sírvelos bien. Si eres maestro, enseña bien” (NTV). Y en Hebreos 13:16 leemos: “No se olviden de hacer el bien y de compartir con otros lo que tienen, porque esos son los sacrificios que agradan a Dios” (NVI). El pasaje de la carta a los Romanos nos dice que usemos los dones espirituales de nuestra habilidad para enseñar y ayudar. Pero el pasaje de la carta a los Hebreos expande ese pensamiento recordándonos que hacer el bien y ayudar a los demás agrada a Dios.

Puede que nuestra tarea personal no sea la de sentarnos y completar una lección específica, sino la de ayudar a los demás a desarrollar el don de enseñar. Puede que nuestra tarea no siga un plan de lección específico, sino que consista en recordar a los demás y en hacer el bien a aquellos que más nos necesitan. Tenemos la bendición de que Dios no ha definido totalmente nuestro servicio de ayuda a los demás; Él nos permite determinar nuestra mejor estrategia de acción.

¿Cómo vas a responder al llamado de Dios de ayudar a los demás el día de hoy? Pido a Dios que cada una de ustedes encuentre una manera de servir, un lugar donde enseñar, una manera de dar de su tiempo, habilidades y energías a los demás y de saber que Dios se siente complacido por la preocupación que sienten por los demás y por hacer su tarea ayudándolos.

Proyectos de servicio

Discutan las siguientes sugerencias con el grupo y decidan de qué manera les gustaría participar. Algunas de estas ideas pueden realizarse en grupo, otras de manera individual.

  1. Ayudar a un maestro o maestro de la localidad con los suministros de libros o textos escolares.
  2. Enviar tarjetas de aprecio a los maestros de una escuela local.
  3. Ver si se necesita voluntarios en tu escuela pública local.
  4. Ofrecer tutoría a un niño en tu vecindario o Cuerpo.
  5. Averiguar si el Cuerpo está patrocinando un club de niños en que se les ayuda con las tareas.
  6. Invitar a un maestro, maestro o director de una escuela a hablar sobre las tareas asignadas para la casa y sobre cómo participar en la educación de los niños.
  7. Invitar a un orador del Programa Big Brother/Big Sister (Hermano Mayor/Hermana Mayor) que pueda compartir la manera en que el grupo podría participar.
  8. Preocuparse de conocer a los niños/adolescentes del Cuerpo y ver maneras en que las mujeres los podrían ayudar con sus tareas
  9. Averiguar las oportunidades disponibles para participar en un programa de actividades intergeneracionales. (Consulta el Internet para obtener sugerencias.)