«Aslan —dijo Lucy—, ¿nos dirás cómo entrar en tu país desde nuestro mundo? —Se los diré tantas veces como haga falta —respondió él—. Pero no les diré lo largo o corto que será; únicamente que se encuentra al otro lado de un río. Pero no teman, porque yo soy el gran Constructor de Puentes».
C.S. Lewis, La travesía del viajero del alba
Hacer discípulos
Hacer discípulos fue el método de Jesús para llevar el mensaje de salvación al mundo. Incluyó esto como un mandamiento en Sus últimas palabras antes de ascender al cielo: «—Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo» Mt 28:18-20). Este es Su mandamiento para nosotras también. Debemos difundir las buenas nuevas de la salvación.
¿Cómo comparto las buenas nuevas?
Compartir las buenas nuevas puede ser tan simple como compartir lo que el Señor ha hecho en sus vidas. Muestre el video: «¿Cómo escribir su testimonio de fe». https://www.youtube.com/watch?v=8g4LY8ngQew
Después de ver el video, anime a las mujeres a escribir sus historias. Cuando se sientan cómodas con lo que han escrito, grabe los testimonios y compártalos (con permiso) en las redes sociales. Si eligen trabajar como voluntarias en la oficina de servicios sociales o en el banco de alimentos de los Cuerpos, podrían tener la oportunidad de compartir con los clientes su historia sobre la diferencia que Dios ha hecho en sus vidas.
Esté preparada para responder
Muestre el tráiler de la película Gracia y gravedad (Grace and Gravity), que se estrenó en 2018. Esta película trata de un cristiano estadounidense que está de viaje por trabajo en el Reino Unido y se encuentra con un ministro que ha perdido su fe y está a punto de saltar de un puente. En el transcurso de la película, la conversación en el puente se convierte en una prueba de fe de los cristianos. El protagonista se da cuenta de que el conocimiento que tiene acerca de Dios no ha resultado en una vida santa y contenta. Nunca sabemos cuándo recibiremos el llamado para compartir nuestra fe con alguien que está viviendo una crisis. Es en estas circunstancias en las que debemos confiar en la guía del Espíritu Santo.
Suicidio
Dedique un tiempo para hablar sobre la prevención del suicidio. La Línea Nacional de Prevención del Suicidio es 1-800-273-8255 y está abierta 24/7 (hay un enlace a la página en español). Hay una gran cantidad de información útil en internet que puede compartir con las mujeres.
Hacer discípulos
Cuando nos hicimos cristianas, nos enseñaron que fuéramos e hiciéramos discípulos de todas las naciones (Mt 28). Sin embargo, para muchas de nosotras este es un pensamiento aterrador. Nos sentimos ineptas y no sabemos qué decir. Esperamos que Dios haya plantado personas en nuestro Cuerpo con el don único e inconfundible de compartir las buenas nuevas con otros. No estamos seguras de nuestras habilidades y pensamos que es mejor pasar despercibidas y dar a otros la oportunidad de lucirse con el brillo de su don de evangelización. No obstante, de acuerdo con la Escritura, todas somos ramas llamadas a llevar el «fruto que perdura» (Juan 15:16). Si somos sinceras, esto no trata de una fuerte creencia en la habilidad de los demás, sino que son nuestras profundas inseguridades y el temor a que nos rechacen lo que nos impiden compartir nuestras historias de transformación y la gracia salvadora de Jesús.
Es probable que la Primera carta de Pedro se escribiera entre los años 62 y 64 d. C., durante la persecución de los cristianos bajo el reinado de Nerón. Sin embargo, desea animar a los creyentes a permancer fuertes en sus testimonios frente a un sufrimiento inmerecido. En un par de versos cortos del capítulo 3, encontramos algunos principios importantes para dar testimonio con valor. «No teman… ni se dejen asustar. Más bien, honren en su corazón a Cristo como Señor. Estén siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes. Si es la voluntad de Dios, es preferible sufrir por hacer el bien que por hacer el mal» (1 Pedro 3:14, 15, 17).
En su libro Just Courage (El valor justo), Gary A. Haugen señala una verdad aleccionadora: «Muchos de nosotros decimos que Jesús nos ha rescatado del juicio, del pecado y de la muerte, pero en realidad estamos muy ocupados tratando de salvarnos a nosotros mismos. Lo que en el mundo a veces parece ser una actividad llena de energía y seguridad suele ser tan solo energía nerviosa que nace de lo que nos aterra». Eso nos recuerda que el primer paso importante en la preparación para dar testimonio eficazmente es explorar con sinceridad nuestros temores profundos y dar la bienvenida al Espíritu Santo para que nos acompañe en nuestro camino y para que desarme nuestros temores. Este paso se realiza mejor por medio de la oración. Recuerden que a lo largo de nuestra vida nos hemos convertido en maestras en justificar e ignorar nuestros miedos para poder quedarnos en el lado «seguro» del ministerio.
Debemos encontrar tiempo para escribir nuestro testimonio tal como muchos estudiosos sugieren. Esto nos recuerda que fue Dios quien nos rescató y no nuestras propias fuerzas. Sin embargo, como la película Gracia y gravedad señala, nuestro testimonio tiene más peso cuando estamos dispuestas a ser vulnerables frente a los demás y admitir que hay partes de nuestras historias que no entendemos y con las que todavía luchamos.
La esperanza que tienen
Necesitamos examinar nuestra esperanza y entender cómo nos ayudó en el pasado a superar nuestro miedo y nuestra confusión. Si nos mantenemos fieles a nuestro llamado, se nos recordará que este fue una semilla de esperanza que continúa creciendo a lo largo de toda nuestra vida.
«Nuestra esperanza es una confrontación a quemarropa realizada por los cristianos que se niegan a transigir con las formas de odio e injusticia, y que insisten en vivir la santidad de la compasión radical, la rectitud y la justicia. ¡Vivir en la esperanza es vivir la esperanza ahora!», escribe el comisionado Phil Needham en su libro Christmas Breakthrough (Una bendición de Navidad).
Con gentileza y respeto
¿Está Dios desafíándolas a a ir más allá de su nivel de comodidad? Nos reunimos para estudiar Su Palabra, alimentamos nuestras almas cuando adoramos juntas y llevamos nuestras necesidades delante de Dios en oración. No obstante, tenemos que recordar que la transformación no ocurre cuando decimos lo que podríamos hacer, sino cuando realmente lo hacemos. Pedro nos recuerda que, cuando alguien nos pregunta acerca de nuestra fe, debemos compartir con gentileza y respeto. ¿Por qué? Porque la historia de cada una de nosotras tiene piezas quebradas. Como dice Juan 12:24: «Ciertamente les aseguro que, si el grano de trigo no cae en tierra y muere, se queda solo. Pero si muere, produce mucho fruto». El lugar de nacimiento de nuestra verdadera fe se encuentra a menudo cuando llegamos al final de nuestro propio ser y felicidad como los habíamos imaginado. Cuando aprendemos a entender el dolor y las cicatrices que marcaron el camino hacia Jesús, aprendemos el significado profundo de «mansedumbre y respeto» por el quebrantamiento de los demás.
Recursos adicionales:
- Tráiler de la película Gracia y gravedad (en inglés).
https://www.youtube.com/watch?v=C8OKoC8jtrI
- Cómo escribir su testimonio de fe:
https://www.youtube.com/watch?v=8g4LY8ngQew
- Gary A. Haugen Just Courage: God´s great Expedition for the Restless Christian (El valor justo: La gran expedición de Dios para el cristiano inquieto). IVP Books, Downers Grove, Illinois 2008.
- Phil Needham, Christmas Breaktrhough: finding the real gifts of the season (Una bendición de Navidad: Encuentre los verdaderos regalos de la época navideña). Crest Books, Alexandria, VA 2019.