Noviembre 2021 – Esperanza de provisión

Noviembre 2021 – Esperanza de provisión

Para presentar la crisis financiera: La historia del aceite de la viuda: 2 Reyes 4:1-7

Bienvenida y oración de apertura

Actividad

Organice siete puestos en la sala, coloque en ellos uno de los siguientes aceites esenciales: cedro, canela, incienso, hisopo, bálsamo, abeto, mirra y mirto. Puede comprar la mayoría de ellos en Amazon. Puede buscar sitios web con la descripción de los siete aceites, sus usos y referencias bíblicas. Por ejemplo, https://versosbiblicos.net/7-aceites-curativos-encontrados-en-la-biblia/ Al lado de cada aceite, coloque una tarjeta con la descripción. Como música de fondo, reproduzca música de adoración suave, pida a las mujeres que pasen por cada puesto, que huelan el aceite y que mediten en la descripción de cada uno.

Refrigerio

Sirva trozos de pan, aceite para untar, uvas, y sidra para beber. Puede encontrar recetas para preparar el aceite en: https://cookpad.com/pa/recetas/8202518-aceite-para-untar

Recuerdos

Compre jarras pequeñas y llénelas con aceite de oliva. Envuelva las jarras en arpillera y coloque una tarjeta que diga: «Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios» (Efesios 2:8).

¿Cómo está su fe?

Hoy vimos cómo influyeron siete aceites esenciales en la vida de muchas personas hace muchos años y, en algunos casos, todavía lo hacen hoy. Nuestro pasaje bíblico nos cuenta una historia única sobre otro aceite, uno que probablemente usamos todos los días: el aceite de oliva.

Lea 2 Reyes 4:1-7

Además de usarse para cocinar, el aceite de oliva tiene otros usos: Puede ver los distintos usos en la siguiente página: https://www.aceitedelasvaldesas.com/faq/varios/para-que-sirve-el-aceite-de-oliva/#:~:text=Los%20usos%20habituales%20en%20la,el%20alioli%20o%20las%20vinagretas.&text=-%20El%20aceite%20de%20oliva%20se,en%20sustitución%20de%20la%20mantequilla. Hidratar la piel, nutrir el cabello, disminuir las estrías, reducir el nivel de colesterol.

En los tiempos bíblicos, el aceite de oliva solía usarse para cocinar y para encender lámparas y dar calor. Era muy importante para la vida diaria de la gente. En 2 Reyes, vemos a una viuda que le suplicó a Eliseo: «——Mi esposo, su servidor, ha muerto, y usted sabe que él era fiel al Señor. Ahora resulta que el hombre con quien estamos endeudados ha venido para llevarse a mis dos hijos como esclavos». La respuesta de Eliseo fue: «—¿Y qué puedo hacer por ti?». Eliseo estaba a punto de mostrar una obra de bondad a una pobre viuda. Este es uno de los cuatro milagros que Dios obró a través de Eliseo. Cada uno de ellos revela el cuidado amoroso que el Señor tenía por los que recibieron el milagro. En esta historia, ustedes ven que el amor que Dios daba era tan grande como la fe de la viuda y de su hijo, y de su disposición a obedecer.

Las instrucciones de Eliseo fueron: «—Sal y pide a tus vecinos que te presten sus vasijas; consigue todas las que puedas». Mientras juntaban jarras, estas se iban llenando milagrosamente de aceite de oliva, el cual usaron para pagar sus deudas y vivir con el resto. El Señor proveyó para ellos, para que ellos a su vez pudieran tener una vida de libertad y sin preocupaciones.

De la misma manera, el Señor provee para nosotras para que podamos vivir libres en Él en lugar de vivir sujetas a la pobreza espiritual. El Señor quiere que lo busquemos para que Él satisfaga nuestras necesidades. En Efesios 3:20 leemos: «Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir». ¿Realmente confiamos al Señor todos los aspectos de nuestras vidas: desde nuestros hijos hasta nuestras finanzas? ¿Le entregamos al Señor solo aquello con lo que estamos cómodas, o podríamos dar más, confiando que el Señor satisfará nuestras necesidades? No creo que nosotras queramos limitar la bendición del Señor por una falta de fe o por estar cómodas con lo que hacemos con nuestra fuerza. Pongamos el desafío en nosotras de escuchar al Señor, confiando en que Él seguramente satisfará nuestras necesidades para que podemos actuar en fe. «Él que los llama es fiel, y así lo hará» (1 Ts 5:24).