Noviembre 2021 – Con corazones agradecidos

Noviembre 2021 – Con corazones agradecidos

Discusión

  1. ¿Qué las hace sentir agradecidas hoy, esta semana y este año?
  2. De los servicios sociales que se mencionan arriba, ¿en cuáles ha participado? Compartan sus experiencias con el grupo.
  3. ¿Qué las hace refunfuñar?
  4. ¿Cómo las ha bendecido Dios este año?

Hagamos una canasta de bendición

Las bendiciones abundantes de Dios en nuestras vidas deben fluir hacia otros. El llamado de los cristianos es ser las manos y los pies de Jesucristo. Cuando amamos a los demás con acciones y en verdad, la gente puede encontrar el amor de Dios en nosotras y a través de nosotras. Hacer una canasta de bendición es una de las formas de compartir el amor de Dios con los demás. Hay muchas ideas para hacerla con un presupuesto limitado.

Pastelitos de bendiciones

  • Pida a las mujeres que traigan un ingrediente de una receta para pastelitos.
  • Hagan los pastelitos juntas como un grupo.
  • Coloquen carteles en los pastelitos que digan: Dios lo bendiga, Feliz Día de Acción de Gracias, Muchas bendiciones, Jesús lo ama.
  • Distribuya los pastelitos entre el departamento de policía o de bomberos, entre los vecinos, los miembros de los Cuerpos y entre sus familias.

Una bolsa de bondad

  • Elija un grupo meta, como ancianos, personas sin techo, residentes de refugios, pacientes de cáncer, veteranos, voluntarios locales, vecinos. Ore sobre las bolsas.
  • Haga una lista de los objetos necesarios según el grupo meta.

Ancianos: pastillas para la tos, bocados, alimentos envasados, artículos para la higiene.

Personas sin techo: medias, desinfectante, cepillo de diente, pasta de diente, barras de granola, pañuelos descartables.

Residentes de refugios: Biblia, revista cristiana, folleto cristiano, llavero, bolsa, kit de productos para la higiene.

Pacientes de cáncer: sombrero, desinfectante, sopa de letras, bálsamo labial, peluche, manta.

Canasta de bendición

  • Solicite a los miembros de los Cuerpos que donen comida envasada durante un mes.
  • Arme las canastas de comida, incluya una tarjeta con un mensaje de ánimo y una invitación a asistir a los Cuerpos.
  • Entregue las canastas a familias necesitadas e incluya una oración e información sobre los servicios y programas para niños de los domingos.

 

Las abundantes bendiciones de Dios

Lea Salmos 8.

Es una verdad innegable que Dios es el Creador del universo y el Gobernador de todas las cosas. En Génesis 1:1, leemos: «Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra». Creó todo y todo le pertenece a Él. Salmos 8 es una hermosa canción de alabanza que confirma que Dios es el Creador. Escuchen una vez más los versos 3 a 6: «Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que allí fijaste, me pregunto: “¿Qué es el hombre, para que en él pienses? ¿Qué es el ser humano, para que lo tomes en cuenta?” Pues lo hiciste poco menos que Dios, y lo coronaste de gloria y de honra: lo entronizaste sobre la obra de tus manos, todo lo sometiste a su dominio».

¿Por qué a Dios le importan los seres humanos? ¿Por qué nos toma en cuenta? El verso 5 nos dice que se debe a que nos valora más que a nada en el mundo, tanto que nos entronizó sobre la obra de Su creación. Dios nos valora más que a nada y por eso Él hace y provee todo lo que necesitamos. Todo lo que tenemos en la tierra, no lo hemos logrado por cuenta propia. Es un regalo de Dios. Santiago 1:17 dice: «Toda buena dádiva y todo don perfecto descienden de lo alto […]». Nuestra respuesta natural debería ser de acción de gracias a Él y compartir Sus bendiciones con los demás.

Jesús enseñó a menudo a la gente en parábolas. En Mateo 25:35-40, les dijo: «“Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me dieron alojamiento; necesité ropa, y me vistieron; estuve enfermo, y me atendieron; estuve en la cárcel, y me visitaron”. Y le contestarán los justos: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, o sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos como forastero y te dimos alojamiento, o necesitado de ropa y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y te visitamos?” El Rey les responderá: “Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí”». Cuando alimentamos al hambriento, cuidamos al enfermo, pasamos tiempo con un vecino solitario y compartimos lo que tenemos con los necesitados, estamos siguiendo las instrucciones del Señor, y nuestras obras lo complacen y glorifican.

Durante este hermoso mes de cosecha, ¿no difundirían el amor de Dios con otros compartiendo lo que tienen? Puede ser una canasta de bendición, sus talentos musicales o simplemente pasar tiempo con alguien. Cuanto más dan, más glorifican a Dios. Y Él más las llenará con Sus abundantes bendiciones.