Febrero 2022 – Celebremos la amistad con un café y compartamos la esperanza una taza a la vez

Febrero 2022 – Celebremos la amistad con un café y compartamos la esperanza  una taza a la vez

Objetivo del programa: las amistades centradas en Cristo nos dan esperanza, confianza y amor. Jesús es nuestro ejemplo.

Pasaje bíblico: Proverbios 27:9; Juan 15:13

Ambiente

Arme una barra de café para crear el ambiente y úsela para el refrigerio. Aunque sirva café en todas las reuniones, hágalo de una manera diferente agregando unos pocos toques específicos: cremas especiales, azúcar en terrones, jarabes de distintos sabores, crema batida. Disponga de café sin azúcar y descafeinado para quienes deben evitar esos ingredientes. Ofrezca té para quienes no beben café.

Para continuar con el tema de la barra de café, piense en las distintas opciones que sirven en su cafetería favorita. Ofrezca galletas para remojar en la bebida, una variedad de dónuts y pastel de café. Algo no tan dulce, como opción salada podría ser una variedad de roscas y condimentos. Como toque final, agregue un pizarrón o pizarra blanca portátil con el menú. Use vasos descartables y escriba los nombres y las órdenes (incluso si es descafeinado o normal) en los vasos de todas las personas.

Centros de mesa

Llene algunas tazas con granos de café y agregue una vela votiva. Cuando la vela caliente los granos, el delicioso aroma del café comenzará a llenar la sala. También puede usar pequeños jarrones de conserva o pequeños cuencos como recipientes.

Ideas de manualidades

Tazones personalizados

Compre tazones simples y muy baratos, y permita que cada una los decore como quiera. Marcadores permanentes de varios colores son la forma más simple de hacerlo, pero busque en Pinterest o en otros sitios de manualidades formas de personalizar un tazón.

Más acerca del café

Invite a un barista de la cafetería local para hablar sobre diferentes tipos de café y/o para demostrar cómo hacer los diferentes cafés. Si el grupo disfruta de excursiones, también pueden ir a la cafetería para una demostración y degustación.

Café juntas

Cuando piensan en el café, es posible que también piensen en otra persona. A menudo decimos: «Vamos a tomar un café». «Pasa, acabo de preparar café». «Hagamos una pausa de café». Quizás tomen su primera taza de café en la mañana solas, en sus pijamas, pero la mayoría de las personas también piensan en el café como una bebida social. Invitan a una amiga a encontrarse en la cafetería local para hablar y ponerse al día. Hacen la pausa de café con una colega y disfrutan de unos minutos de conversación en medio de su día laboral. Invitan a una amiga afligida a su cocina y automáticamente preparan café mientras escuchan su historia. Incluso durante situaciones de desastre local o nacional, una de las primeras cosas que se hacen es preparar café.

A pesar de que el fenómeno de las cafeterías en cada rincón podría resultar algo moderno, tomar café ha sido una actividad social durante siglos. Hay registros de casas de café desde el siglo xv. Debido a que reunirse con amigos para tomar café ha sido tan popular a lo largo de los años, algunos gobiernos prohibieron tomar café por temor a que los grupos organizaran rebeliones mientras comparten sus bebidas calientes.

Hay algo en esto de compartir una taza de café que une a los amigos. Quizás sea que tomar bebidas calientes lleva un poco de tiempo. Después de todo, uno no puede beber de un trago café muy caliente y seguir adelante. Quizás sea porque el rito de moler los granos, esperar a que se termine de hacer el café y revolver todos los extras abre la oportunidad de un tiempo de conversación. No importa la razón, parece que el café y la amistad van de la mano.

Cuando compartimos una taza de café con una amiga, nos sentimos restauradas y renovadas. Y no solo por el efecto de la cafeína. Cuando se sientan a tomar un café con una amiga de manera regular, como hacemos en la mayoría de las reuniones de los ministerios femeninos, compartimos nuestras vidas, una taza a la vez. Se restauran amistades, la confianza aumenta, la esperanza se restaura, el amor se profundiza. Incluso cuando no es conveniente o cuando nos demanda un tiempo que podríamos usar para hacer otra cosa, dedicar tiempo a una taza de café con una amiga es una alegría y también podría ministrar a alguien que necesita que la escuchen y le digan una palabra amable.

En los Evangelios, solemos ver a Jesús y a Sus discípulos compartiendo esa clase de compañerismo. No tenían tazas de café, pero solían hacer pausas para beber o comer juntos. De hecho, el mismo Jesús los sirvió durante su última comida juntos. Durante esa última comida que compartieron juntos antes de que Jesús fuera a la cruz, Él se ató una toalla a la cintura y sirvió a los discípulos, incluso les lavó los pies (Juan 13:1-5). Mientras compartían la comida, Jesús habló a los discípulos acerca de cómo serían sus vidas cuando Él ya no estuviera con ellos. Los instó, de hecho, les ordenó, que se amaran los unos a los otros (Juan 15:12). El amor que estaba describiendo es el amor de sacrificio propio. Incluso Él se sacrificó a sí mismo al dar Su vida por Sus amigos como un modelo de cómo deben amarse los unos a los otros Sus seguidores.

Hoy, mientras compartimos una taza de café, dediquemos ese tiempo a realmente escucharnos entre nosotras. Compartan palabras de ánimo alrededor de la mesa. Vayan alrededor de la mesa y oren por la persona que tienen a su lado. Con Jesús como nuestro ejemplo, podemos celebrar la amistad con un café y compartir esperanza una taza a la vez.