Marzo 2022 – Críticas gastronómicas

Marzo 2022 – Críticas gastronómicas

Pasaje bíblico

«—Yo soy el pan de vida —declaró Jesús—. El que a mí viene nunca pasará hambre, y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed» (Juan 6:35).

El propósito

El propósito de este programa es reunir a las mujeres para comer en un restaurante al que no hayan visitado antes. Anímelas a probar algo nuevo del menú. Con antelación, compruebe que el menú sea módico y que incluya alimentos que todas puedan disfrutar. Esta actividad es una oportunidad para las miembros sénior del ministerio de compartir una comida con alguien en lugar de comer solas. Para las mujeres más jóvenes, esta podría ser una oportunidad de una noche sin niños y de disfrutar una comida y compañerismo para ellas solas. Si el gasto de la comida fuera una dificultad para algunas mujeres, busque patrocinadores locales dentro de los Cuerpos. Si hay mamás solteras que no pueden pagar a una niñera, podría dar esta responsabilidad a las cadetas de los Cuerpos.

Conociéndose

Pida a las mujeres que compartan sus nombres, su restaurante favorito y una comida del menú de ese restaurante.

Términos culinarios

En el siguiente sitio encontrará términos culinarios. Vea cuántos pueden describir las mujeres: https://nutricionycocina.es/glosario-de-terminos-culinarios/

Mencionen la especialidad de cada restaurante (o mencione una especialidad y las participantes deben indicar el restaurante)

Applebee’s                              Costillas pequeñas

Arby’s                                     Sándwiches de carne asada

Auntie Anne’s                        Pretzels

Buffalo Wild Wings               Alas de pollo

Burger King                            Hamburguesas

Chilis                                      Costillas

Chipotle                                  Burritos

Dunkin Donuts                       Dónuts

IHOP                                       Panqueques

Jimmy Johns                           Sándwiches

Olive Garden                          Espagueti

Panda Express                        Comida china

Quiznos                                   Sándwiches estilo

submarine

Red Lobster                            Mariscos

Starbucks                                Café

Swenson                                  Helado

 

Creo

Las mujeres tienen muchas responsabilidades. A veces puede ser la misma sensación de divagar por el desierto como lo hicieron los israelitas en el Antiguo Testamento. Es como si fuéramos esclavas de pilas de ropa para lavar, de platos sucios, del polvo y la limpieza que nunca se acaban. Y pareciera que el día no tiene suficientes horas para hacer todo. Leemos revistas, escuchamos varios pódcast y leemos libros de autoayuda para intentar convertirnos en la mujer perfecta que concebimos en nuestra mente. A veces nos esforzamos tanto que dejamos de lado esos momentos vitales que Dios ha puesto frente a nosotras. No encontramos el tiempo suficiente para lograr todo lo que esperan de nosotras y, mucho menos, pasar tiempo significativo con Dios.

Nos esforzamos por ser lo que el mundo dice que debemos ser y nos alejamos de los deseos de Dios para nuestras vidas. Empezamos a sentirnos vacías, hambrientas y, a veces, solas. Cuestionamos, dudamos e incluso nos enojamos. Vivir así puede llevarnos a una encrucijada. Podemos elegir seguir perdidas o buscar la dirección de Dios.

Después de que los israelitas huyeron de Egipto y cruzaron el mar Rojo, se quedaron sin comida. Empezaron a recordar y a preguntarse por qué se habían ido de Egipto. «Allí, en el desierto, toda la comunidad murmuró contra Moisés y Aarón: —¡Cómo quisiéramos que el Señor nos hubiera quitado la vida en Egipto! —les decían los israelitas—. Allá nos sentábamos en torno a las ollas de carne y comíamos pan hasta saciarnos. ¡Ustedes nos han traído a este desierto para matar de hambre a toda la comunidad!» (Ex 16:2, 3). Murmuraban que, aunque habían sido esclavos, al menos, tenían comida. Cuando dudaron del plan y de la provisión de Dios, Él les envió maná, la comida sobrenatural que Dios les dio a los israelitas durante los 40 años que estuvieron en el desierto. En hebreo, la palabra «maná» significa «¿qué es esto?». Al maná también se lo conoce como el pan del cielo, el maíz del cielo, comida de ángel, comida espiritual.

Cuando nos encontramos abrumadas, preguntándonos si somos suficiente, Jesús nos da maná. En Juan 6:35 leemos: «—Yo soy el pan de vida —declaró Jesús—. El que a mí viene nunca pasará hambre, y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed» Vuelve a decirlo en Juan 6:41: «Yo soy el pan que bajó del cielo».

Lauren Daigle escribió la letra de su canción titulada Tú dices. Reproduzca el video en YouTube.

«Crees que fuerte soy, cuando no puedo seguir.

Dices que jamás tu amor se alejará,

Y por un momento yo olvido de quién soy;

Creyéndote, yo te creeré,

lo que dices de mí,

te creeré».

Oración final.