Introducción
El propósito de este programa es dirigir un servicio de adoración al aire libre con la comunidad local. Ésta será una oportunidad de impulsar nuestro ministerio de apoyo comunitario y de asociarnos con otros seguidores de Jesús en nuestra comunidad.
Preparación
Escoge un espacio donde se pueda realizar una reunión de adoración en que participe la comunidad. Podría ser al aire libre en el césped o en la entrada de automóviles de la iglesia. El ministerio de apoyo comunitario significa concurrir adonde la gente de la comunidad se suele reunir: en un parque de la localidad, en el centro de la ciudad, a orillas de un lago o en un campo deportivo.
Considera a aquellas personas o grupos de la comunidad que podrían estar interesadas en asociarse con el Cuerpo para este evento. Podrían ser comercios locales que donan alimentos, un grupo comunitario como la asociación ministerial, otros grupos de mujeres e iglesias. El hecho de asociarse con otros grupos abre grandes oportunidades para relaciones futuras. Estas asociaciones también proveen ayuda y recursos extra y aseguran el éxito del servicio de adoración al aire libre.
Al hacer los preparativos para este evento, asegúrate de contar con un buen sistema de sonido y cualquier permiso municipal que sea necesario para la celebración del servicio de adoración al aire libre.
Actividades
Una vez terminado el servicio de adoración, realicen un picnic con juegos y una gran casa inflable para que los niños de las familias se diviertan, o una feria informativa pensada para la comunidad. Este servicio de adoración puede ser una oportunidad para conectarse con la comunidad a nivel relacional.
Meriendas
Sirve comida propia de un picnic: hot dogs, hamburguesas, hojuelas de patatas fritas, galletas de azúcar y limonada. O bien, realiza un encuentro en que se sirva helado. Una merienda comunitaria aún más sencilla podría ser la de compartir palomitas de maíz acompañadas de un refresco.
Decoraciones
Usa letreros y globos de bienvenida para que sea fácil para los asistentes encontrar el lugar donde se realizará el evento.
Guía del programa
Bienvenida y oración de apertura
Alabanza y adoración
“Come Now is the Time to Worship” (“¡Ven! ¡Es hora de adorar!”)
“Holy Spirit” (“Espíritu Santo”)
“Draw me Close to You” (“Acércame a Ti”)
Testimonio
Ofrenda
Pasaje bíblico—Santiago 4:8
Música especial
Devocional – “Acércame a Ti”
Canción final
Bendición
Acércame a Ti
Vivimos en un mundo que no para. Nos hallamos tan abrumadas por nuestro trabajo, eventos sociales, pasatiempos, familia y escuela que a veces nos parece que no va a faltar el tiempo para comer y dormir. Nuestra vida puede parecer una suerte de círculo en movimiento sobre sí mismo que nunca se detiene y que nunca va a cambiar.
Muchas veces las cosas que te encanta hacer y que son importantes para ti las debes dejar a un lado porque no te alcanza el tiempo para dedicarte a ellas. Solías asistir a un pequeño grupo de estudio bíblico, a los servicios dominicales y participabas en reuniones de compañerismo cristiano con amigos. Ahora manejas por las calles sin sentir a Dios y tienes la impresión de estar atrapada en el ajetreo vertiginoso e interminable de tu rutina diaria.
En Santiago 4:8 (NTV) leemos: “Acérquense a Dios, y Dios se acercará a ustedes. Lávense las manos, pecadores; purifiquen su corazón, porque su lealtad está dividida entre Dios y el mundo”. Dios promete que si nos acercamos a Él, Él se acercará a nosotros. Es una gran promesa para nosotras como comunidad de creyentes. Pero tenemos que tomarnos el tiempo y acercarnos a Él y no dejar que el mundo nos abrume. Satán usará cualquier excusa para separarnos de Dios. Nos mantendrá tan enfocadas en el mundo que ni siquiera podremos sentir la presencia del Espíritu Santo.
En Lucas 15:11–32 hallamos la historia del hijo pródigo. Muchas de nosotras hemos tenido miembros de nuestras familias que se parecieron en algún momento al hijo pródigo. Se han ido lejos de Dios para seguir los caminos del mundo pero una vez que lo perdieron todo regresaron a su hogar y a Dios. Dios es como el padre de la historia del hijo pródigo. Él abre los brazos y nos acoge de vuelta en casa. Se acerca a nosotros.
La segunda parte del versículo de Santiago 4:8 dice: “Lávense las manos, pecadores; purifiquen su corazón”. El lavado de las manos alude a la tradición sacerdotal del Antiguo Testamento. El lavado de las manos era una ceremonia ritual ordenada por Dios desde la época en que el pueblo de Israel vagaba por el desierto tras huir de Egipto. Los sacerdotes observaban esta ceremonia antes de ingresar al tabernáculo, y consistía en limpiarse de las impurezas. La única manera en que hoy podemos ser limpiadas es abriéndonos a una relación con Jesucristo, lo cual requiere que nos sometamos a Él. Debemos someternos para poder acercarnos a Él.
Santiago nos llama a remover de nuestros pensamientos y acciones todo aquello que nos mantiene divididas entre Dios y el mundo. Debemos enfocarnos en Dios y ser leales a Él en todas las cosas. Debemos mantener bajo control el ajetreo abrumador de esas rutinas diarias que nos separan de Dios de modo que podamos someternos a Su voluntad para nuestras vidas todos los días. Queremos que nuestros corazones sean purificados por Su amor. Y esto mismo es lo que nuestro Salvador, que nos ama, quiere para nosotras.
Acordémonos de acercarnos y mantener nuestra lealtad a Dios para que podamos participar en la comunidad de creyentes a la que Él nos ha llamado.