El siguiente material forma parte de un programa de pequeños grupos diseñado para reunir a las mujeres con el fin de alentar conversaciones significativas sobre la vida y sobre Jesús. Su objetivo consiste en fortalecer los vínculos de amistad y de compañerismo entre las mujeres dentro del cuerpo de Cristo.

El formato específico puede incluir compartir una comida, meriendas o un café para luego iniciar una discusión guiada con preguntas o desafíos preparados de antemano para ayudar a abrir las puertas de la comunicación y la vulnerabilidad.

Ésta es una buena actividad en grupo diseñada para que las mujeres la usen en sus casas con amigas o vecinas que podrían no formar parte de los grupos regulares de los ministerios femeninos en el contexto del Cuerpo.

Solemos oír a la gente comparar la Palabra de Dios con el sabor de la miel. Históricamente, la miel ha cumplido diversos propósitos. Era usada para darles sabor a las comidas de todos los días y para realzar tradiciones familiares como la celebración de los matrimonios. Debido a sus propiedades antibacterianas, se la solía usar como tratamiento médico. Similarmente, nosotras podemos aplicar las Escrituras para endulzar nuestra vida en el día a día, curar heridas o sencillamente para relajarnos en el sillón y saborear cada palabra que leemos.

El tema de este mes es ‘Su Palabra es dulce’. Esto les da a las participantes la oportunidad de discutir dónde se encuentran en su lectura regular de las Escrituras, discernir de qué manera la Palabra de Dios las ha impactado y alentarlas a estudiar con mayor profundidad, incorporando lo que aprenden en cada faceta de sus vidas. Luego de compartir las Escrituras, aborden con el grupo al menos tres de las siguientes preguntas:

• ¿Cuándo fue la primera vez que escuchaste a Dios hablar a través de las Escrituras?
• ¿Te han ayudado las Escrituras alguna vez en tu vida a pasar un momento difícil? Comparte una instancia en que eso haya ocurrido.
• ¿Experimentas algún tipo de dificultad para dedicarle a tu Biblia un momento de lectura todos los días? ¿A qué se debe?
• ¿De qué manera incorporas las Escrituras a tu vida de familia, tu trabajo, la escuela o tu círculo social?

Luego de compartir durante un momento, podrían discutir cómo—en el contexto del grupo—la práctica de responder ante otra persona por los propios actos puede fomentar una exploración más profunda de las Escrituras. Un desafío entretenido sería el de memorizar un nuevo versículo cada semana. Asegúrate de repartir la Tarjeta Bíblica Semanal y la Hoja para la Casa.

Para obtener más información, consulta los siguientes sitios web:

http://uscwomensministries.com/embrace/

http://saconnects.org/gathering/

https://ministrytoolkit.org (Ministry Toolkit [Kit de Herramientas para el Ministerio—Palabra clave en inglés: Embrace [Abrazarse])