¡Servimos y alabamos a un Dios bueno en el pasado, el presente y el futuro!

¡Servimos y alabamos a un Dios bueno en el pasado, el presente y el futuro!

Bienvenida y presentación del tema

(Secretaria de los Ministerios Femeninos u otra líder)

Invocación

Recordemos el pasado

Canción 19 del Cancionero del Ejército de Salvación

“¡Oh, Dios, mi Soberano Rey!”

Almuerzo

Primer plato—Ensalada (Puesta en la mesa con antelación)

 Conversación de sobremesa 1

Compartamos acerca de la bondad de Dios

Poema o canción especial

“The Goodness of God” 

Almuerzo

Segundo plato—Comidas calientes (Servidas al estilo hogareño)

Disfrutemos el presente

Conversación de sobremesa 2

Juego: Lanzamiento de la servilleta

Reconocimiento por la Oficial Directiva de las líderes de los Ministerios Femeninos

Devocional — “Dios bueno, buen servicio”, Salmo 145:7 (NTV)
“Todos cantarán la historia de tu maravillosa bondad;
cantarán la alegría acerca de tu justicia.”
La Oficial Directiva, Capellana de los Ministerios Femeninos u Oradora invitada

Anticipemos el futuro

Informe Anual y Visión del Futuro por la oficial directiva y la líder de los ministerios femeninos

Oración final

Salmos 71:15–16 NTV
A todos les hablaré de tu justicia;
todo el día proclamaré tu poder salvador,
aunque no tengo facilidad de palabras.
Alabaré tus obras poderosas, oh Señor Soberano.
y les contaré a todos que solo tú eres justo.

 

Servimos y alabamos a un Dios bueno
en el pasado, el presente y el futuro

Invitaciones

Crea la invitación de manera que incluya el esquema de colores del evento con algunas fotos de los ministerios femeninos del pasado y el presente. Envía las invitaciones a todas las mujeres del Cuerpo y anímalas a que inviten a otras mujeres al evento. Incluye un RSVP (que quiere decir: “Favor de responder”) para que puedas tener el número estimado de mujeres que van a participar. Realiza el evento justo después de la Celebración del Domingo de los Ministerios Femeninos o incluso un día antes del Domingo de los Ministerios Femeninos. Invita a las jóvenes de las Niñas Guardias a participar también de este almuerzo. Asegúrate de contar con servicio de cuidado infantil de manera que las madres jóvenes puedan asistir al programa sin esa preocupación. El RSVP también servirá a la hora de planificar las necesidades del cuidado de los niños.

Decoraciones

Marcos de fotografías como centros de mesa: Busca fotos de los primeros años del grupo de ministerios femeninos. Pregúntales a las integrantes si tienen fotos viejas del grupo o bien busca ese tipo de fotos en la biblioteca del Cuerpo. Escanéalas y enmárcalas en marcos de distintos tamaños. Coloca las fotos enmarcadas sobre las mesas junto con un florero pequeño con flores nomeolvides y gypsophilas.

Usa vajilla de porcelana real o de imitación para cada individual, un mantel y servilletas. Coordina el patrón de colores basándote en lo que acentuará mejor las fotos enmarcadas, la vajilla de porcelana y el arreglo floral.

Crea un muestrario con fotos de las diversas actividades de los ministerios femeninos realizadas a lo largo del año. Usa algunas de las fotos de los centros de mesa y agrándalas de modo que le den al salón el aire de una galería de arte. Si tienes varios grupos femeninos, exhibe fotos que representen a cada uno de los grupos.

Almuerzo

Sirve un almuerzo sencillo de estilo familiar. Ten puestas y preparadas de antemano las mesas con las ensaladas y, luego, tras la recitación del poema o la música especial, sirve los platos calientes. Recluta a varios hombres del Cuerpo para que les sirvan el almuerzo a las mujeres. Éste debe ser un proyecto del Club de Varones. Consigue que un proveedor de comidas­ o un cocinero les prepare la comida. Una comida sencilla podría consistir de una ensalada de espinaca y bayas, una alternativa de quiche de tocino o de jamón, ensalada de frutas, pastelitos o tostadas francesas (French toast), café, té y ponche de cítricos.

Elementos del programa

Invita a un músico, pianista o violinista del Cuerpo a tocar la música de fondo durante el desarrollo del evento.

Charlas de sobremesa – Primera

Invita a las mujeres a compartir sus historias personales de cómo la Bondad de Dios se les ha manifestado a ellas en el pasado contestando las siguientes preguntas:

  1. Comparte una ocasión en que sentiste la bondad de Dios en tu vida cuando más la necesitabas.
  2. ¿Cómo explicas la bondad de Dios para con aquellas personas que no logran ver nada bueno a su alrededor?
  3. ¿Has experimentado en ti misma o conoces a una persona que haya demostrado en sus acciones la bondad de Dios de manera que se destaca de los demás?

Coloca tarjetas de “charlas de sobremesa” en cada individual de mesa o bien asígnale a una anfitriona en cada mesa la tarea de formular las preguntas dándole a cada mujer la oportunidad de compartir sus respuestas.

Selección de un poema o de una canción especial

“The Goodness of God” (La bondad de Dios) por Robert Alfveby. Dile a una de las mujeres que lea la letra recitándola como un poema o pídele a alguien que la cante a modo de número especial. Para acceder a la partitura, ver la página _____

La Bondad de Dios

Alabo al Señor por toda Su bondad para conmigo,
Por pagar por mis pecados para que yo pueda ser libre,
Por compartir conmigo Su amor divino, por brindarle paz a mi espíritu.
¡Qué grande es la bondad de Dios!

Coro
Veo mi pasado y aprecio toda la bondad de Dios,
Cómo Él me ha guiado por todos los caminos,
El pasado ha sido glorioso, maravilloso y victorioso.
¡Qué grande es la bondad de Dios!

Estrofa 2
Alabar al Señor se me hace más dulce cada día,
Me doy cuenta, ahora que le sirvo, lo bueno que Él es para mí,
Él me bendice cada día más, y más bendiciones me esperan.
¡Qué grande es la bondad de Dios!

Estrofa 3
Y un día cuando mi vida llegue a su fin y yo entre
Al lugar que Él me ha preparado para vivir ahí con Él,
Y comparta con la gran multitud en el Cielo,
cantaré el canto celestial,
¡Qué grande es la bondad de Dios!

Regalitos de mesa

Lamina la letra de esta canción de manera que sirva de marcapáginas. Coloca los marcapáginas en los individuales de cada una de las mesas para que las mujeres se los lleven a casa consigo.

Charlas de sobremesa – Segunda

Lanzamiento de la servilleta: Coloca una servilleta extra en cada mesa. Dile a la anfitriona que lance la servilleta a una de las mujeres, la cual deberá contestar la siguiente pregunta antes de lanzarle la servilleta a otra mujer: “Gracias a Su bondad, yo …” La idea es que las mujeres describan la manera en que Dios ha estado afectando sus vidas para bien. Por ejemplo: Gracias a Su bondad yo soy salva, mi vida familiar es mucho mejor y yo me he sanado; he aprendido más acerca de Señor y tengo una relación más estrecha con Él. He podido hacerme nuevas amigas gracias a este grupo femenino.

Reconocimiento de líderes

Investiga el significado de los nombres de cada una de las líderes de los Ministerios Femeninos. Usa esa información al momento de hacer el reconocimiento de cada líder y destacar sus talentos y atributos. A modo de regalos, compra en una tienda de manualidades letras de madera con los que se pueda formar sus nombres de pila y preséntaselas como regalos. O bien, enmarca un certificado con sus nombres y con la definición de cada uno de ellos y anúdalo a sus regalos de líderes y a su aporte al grupo de mujeres. Por ejemplo: Cheryl: Este nombre es una combinación de los nombres Cherie y Beryl. El nombre Cherie es de origen francés y significa “querida”, mientras Beryl, de procedencia inglesa (en español diríamos “berilio”), es el nombre de un mineral de color verde, y es una variedad de piedra preciosa. Cheryl, tú eres una líder muy valiosa para nuestro grupo. El tiempo, pasión y cariño que aportas al ejercer de anfitriona en nuestras diversas reuniones y encuentros hacen que cada una de las participantes se sienta querida y valorada. Una interpretación de tu nombre lo asocia con las cualidades de dedicación al trabajo, protección, riqueza interior y humildad. Tú demuestras estos rasgos de carácter, no sólo en el desempeño de tus deberes como Directora de Hospitalidad, sino también en tu papel como una de las líderes de nuestros Grupos de Enfoque conforme sirves todos los meses de mentora a las mujeres. (Visita la página https://www.themeaningofname.com y buscar las definiciones de los nombres.)

Informe anual y visión para el futuro

Incluye actividades que tuvieron lugar a lo largo del año—campañas de recaudación de fondos, proyectos de los Servicios Mundiales, viajes especiales—en el informe anual y compártelas con el grupo. Usa el informe de los ministerios femeninos como guía. Aprovecha esta oportunidad para incluir información de los diversos grupos y de las actividades de los ministerios femeninos que van a tener lugar en el futuro e invita a las mujeres a integrarse a cualquiera de estos programas. Usa esta oportunidad para expresar la necesidad que tiene el Ejército de contar con más líderes y comparte los diversos objetivos y visiones que tienen para el próximo año.

 

“Dios bueno, buen servicio”

Mayora Johanna Pook

Salmo 145:7 (NVI): “Se proclamará la memoria de tu inmensa bondad, y se cantará con júbilo tu victoria”.

Hace diez años atrás, el Ejército de Salvación en los Estados Unidos se propuso crear un nuevo eslogan de marca que nos identificara de cara al público. Recuerdo que formé parte de los grupos de discusión en torno a la creación de este nuevo eslogan y que se me pidió que expresara mi parecer y mis ideas sobre la mejor manera de promoverlo en nuestras respectivas comunidades. Teníamos sentimientos encontrados en cuanto a la idea de declarar que éramos un Ejército “Haciendo el bien, lo más posible”. Sólo en años recientes he comenzado a hacer la conexión entre mi propia manera de aplicar y sentir este precepto y estas palabras. Puesto que formo parte de una organización cristiana, cuya cabeza y comandante es un Dios bueno, ¿por qué no debía yo misma verme desafiada a aportar a esta consigna de que “Haciendo el bien, lo más posible” en el servicio que ofrecemos? Después de todo, Él ha hecho mucho más que “Haciendo el bien, lo más posible”. Él ha hecho el bien supremo.

He llegado a entender que todo lo que hacemos tiene una consecuencia. Esa consecuencia puede ser buena o mala. Y el resultado de lo que hacemos se puede apreciar en el servicio que realizamos por los demás en cada instancia de nuestras vidas. Como seguidoras de Cristo y en especial aquellas de nosotras que pertenecemos al Ejército de Salvación, somos llamadas a servir. En el uniforme del Ejército hay dos “S” que significan, en inglés, “Saved to Serve”, vale decir, “Salvas para Servir”. No somos salvas por las buenas obras que hacemos, sino porque “somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica” (Efesios 2:10). Como integrantes, voluntarias y amigas de los ministerios femeninos, el servicio es parte importante de nuestro ministerio. Sin importar cuál sea la tarea que somos llamadas a cumplir ni el lugar donde somos llamadas a servir, nuestras vidas deben reflejar siempre aquello que somos y a Quién pertenecemos. Todo lo que hacemos a modo de servicio debe servir para orientar a las personas hacia Dios y Su bondad para con todos nosotros. Hemos visto Su bondad en el pasado, podemos ver Su bondad en la actualidad, incluso en medio de los conflictos, el odio y la oscuridad, y podemos anticipar Su bondad en el futuro. De modo que ¿por qué no asumir en nosotras mismas ese sentido de responsabilidad? Sigamos aceptando el desafío que se describe en nuestro lema: “Haciendo el bien, lo más posible” en el nombre y en el poder de Dios.

En Mateo 5:16, Jesús resume con claridad este principio relativo al servicio en el Sermón de la Montaña: “Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo”. Cuando servimos en nombre de Jesús, lo que hacemos es llevar a las personas hacia Jesús e invitarlas a celebrar la bondad de Dios. Yo doy gracias a Dios por hacer lo Suyo y le agradezco a cada una de ustedes por hacer todo de su parte. Sigamos esforzándonos por hacer todavía un bien mayor, no sólo en nuestros ministerios femeninos sino también en nuestros propios Cuerpos, comunidad, división, territorio y en todo el mundo. Sigamos sirviendo con fidelidad y regocijo en Su nombre.