Noviembre 2019 – Delicias hechas en casa

Noviembre 2019 – Delicias hechas en casa

Introducción

En los comienzos de nuestra civilización, se solía conservar los alimentos secándolos, fermentándolos, salándolos o ahumándolos. El acto de conservar alimentos detiene el desarrollo de microorganismos, los cuales causan el deterioro de los alimentos. La tradición de preservar alimento en frascos de vidrio se originó en 1795 cuando Napoleón Bonaparte pidió que se ideara un método seguro de conservar alimentos para su ejército. Más tarde, en 1810, el inglés Peter Durand descubrió una manera de conservar alimentos en latas de estaño. El enlatado de alimentos que conocemos hoy en los Estados Unidos fue concebido por primera vez por Thomas Kensett.

Decoraciones

Crea un ambiente de cosecha decorando el salón con los siguientes elementos:

  • Manteles color crema con caminos de mesa de estopa
  • Cestos de diversos tamaños llenos de frutas y vegetales de temporada, como: bok–choy, coles de Bruselas, repollo, pimientos, patatas, calabazas, camote, nabos, calabaza de invierno, manzanas, arándanos, dátiles, higos, peras y caquíes.
  • En cada individual de mesa, pon un frasco de conservas de media pinta (8 onzas) de color morado, naranjo o trasparente. Anuda una etiqueta que diga “Delicia Hecha en Casa” al cuello de cada frasco con una cinta que combine con el color del frasco.

Actividades

  • “Celular enfrutado”—Descarga gratis a tu teléfono celular o a tu iPad la aplicación Guess Word de la Tienda iTunes App Store. Personaliza el juego con los nombres de frutas, vegetales y elementos para enlatados o para la preparación de conservas. Cada equipo tiene 60 segundos para adivinar correctamente tantos de estos alimentos como puedan.
  • “En un berenjenal”—Seguir la receta para hacer Pepinillos al Eneldo Refrigerados que se encuentra en allrecipes.com. Prepara la mezcla de encurtido previo a la realización del programa de modo que esté completamente fría al momento en que la añadan a los pepinillos. Las mujeres pueden meter los pepinillos en el frasco en sus propios lugares. Al final de la reunión, pueden llevarse sus pepinillos al eneldo a casa o bien los pueden compartir con una amiga.
  • “¡¡¡No hay de piña!!!” – Identificar frutas, vegetales o suministros de alimentos enlatados sólo mediante el tacto. Tápales los ojos a varias de las mujeres y diles que traten de identificar frutas, vegetales o latas de comida sólo mediante el tacto.

Tú PUEDES ayudar a ponerle fin al hambre

Una posible actividad de servicio de este programa sería la de pedir a las mujeres que traigan alimentos enlatados, los que después aportarían a la Despensa de Alimentos del Ejército de Salvación o a un Depósito de Alimentos de la localidad.

Meriendas

  • Si hay mujeres en el grupo que tienen la costumbre de hacer conservas de alimentos invítalas a que traigan muestras de la despensa de su hogar para compartirlas durante el momento que dediquen a la merienda.
  • Sopa Campbell’s de Mariscos y Calabacines Hecha en Casa (Campbell’s Homemade Butternut Squash Bisque Soup®) con semillas tostadas de calabaza
  • Salsa de fruta con nachos de azúcar y canela
  • Surtido de elementos encurtidos: pepinillos, cebollas, aceitunas, minimazorcas de maíz, espárragos, jalapeños o uvas
  • Jugo de fruta de temporada (arándano, manzana o pera) mezclado con ginger ale

Hecho en casa

Algunos de mis recuerdos de mi niñez más vívidos son de ocasiones que pasamos en la granja de mis abuelos. Como la mayoría de los granjeros, mis abuelos plantaban una variedad de semillas en su huerto cada año anticipándose a una buena cosecha. Me encantaba ir donde mi abuela al huerto para seleccionar los alimentos que se servirían en la comida que compartiríamos ese día en familia. Lo que no hallábamos en el huerto lo conseguíamos en la despensa del sótano de la casa de mi abuela, el cual estaba repleto de frascos de conservas preparados en temporadas pasadas. No fue sino hasta que era adolescente, cuando se me permitió entrar a la despensa del sótano, que aprendí un poco acerca del arte de la preparación de conservas como método para preservar las delicias de una temporada para temporadas futuras.

Mateo 5–7 contiene el Sermón del Monte en que Jesús enseña una variedad de importantes asuntos espirituales y sociales. En Su sermón, aborda asuntos como: la ley, el homicidio, el adulterio, el divorcio, la retribución, el amar a los enemigos, preocuparse de los necesitados y el ayuno, y mantiene su mensaje focalizado en el corazón como prioridad. En Mateo 6:19–21 encontramos estas palabras: “No almacenes tesoros aquí en la tierra, donde las polillas se los comen y el óxido los destruye, y donde los ladrones entran y roban. Almacena tus tesoros en el cielo, donde las polillas y el óxido no pueden destruir, y los ladrones no entran a robar. Donde esté tu tesoro, allí estarán también los deseos de tu corazón.”

Jesús nos pide que examinemos nuestras vidas y evaluemos con honestidad lo que consideramos importante. ¿Qué estamos preocupadas de almacenar aquí en la tierra? Las palabras que se traducen del griego como “almacenar” (thesaurizo) y “tesoros” (thesaurous) tienen en griego la misma raíz. De modo que podrías decir que se nos está haciendo recordar que no debemos atesorar nuestros tesoros. Esta idea resultaba contracultural en la sociedad en tiempos de Jesús así como también en la sociedad en que vivimos nosotras.

Nuestra cultura en la actualidad confirma a aquellos que amasan dinero o posesiones, y los considera exitosos. Sin embargo, la cultura del Reino enseña que nuestra seguridad y satisfacción sólo se puede hallar en y a través de una relación con Jesucristo. El dinero y los tesoros son pasajeros—para este mundo solamente, pero una relación activa con Jesucristo es eterna.

Cuando llegó la hora de vender la granja de nuestra familia, hubo que vaciar la despensa de mi abuela. Había muchos frascos de conservas de delicias hechas en casa de las que había que deshacerse. Alimentos tan cuidadosamente preservados y almacenados para disfrutarlos a futuro se habían descompuesto. Estos atesorados frascos de mermelada de caquí y quingombó encurtido hechos en casa ya no servían para nada. De haber sido abiertos en su momento, habría servido su propósito de alimentar a la familia, pero en lugar de eso fueron puestos sobre una repisa, lo que los volvió inservibles.

Oro por que busquemos con nuestro corazón las “delicias” atesoradas de una relación con Jesús que dure para siempre y que nunca se deteriore.