Decoraciones
Pon un colorido camino de mesa o un individual de mesa de diseño otoñal en el centro de la mesa. Usa una pequeña cesta con manzanas de diversos colores como centro de mesa y esparce hojas artificiales a su alrededor.
Meriendas
Sirve pan de calabaza, sidra de manzana y rodajas de manzana con salsa de caramelo.
Actividad de gratitud
Dale a cada participante un pedazo de papel y dile que escriba algo sobre ella misma por lo que se siente agradecida. Por ejemplo: “Me siento agradecida de que mi familia haya inmigrado a Estados Unidos”. Alienta a las mujeres a responder honestamente con información que sea exclusivamente de ellas. Recoge los papeles, numéralos y ponlos en un pequeño cesto. Lee las frases y dile al grupo que escriba el nombre de la mujer que ellas creen que escribió esa información. Discutan lo que aprendieron sobre sus otras compañeras. Otorga un pequeño premio a quien haya acertado con más respuestas correctas.
Manualidad sobre la gratitud
Diarios personales de la gratitud
Previo a la reunión, compra cuadernos normales de composición en una tienda de “Todo a un Dólar” para cada una de las participantes. También vas a necesitar materiales para cubrir los cuadernos. Algunas opciones son: cinta de embalar de color, tela (cortada y medida de antemano), papel grueso de regalo, marcadores permanentes (Sharpie®), etiquetas autoadhesivas de correo con versículos bíblicos sobre la gratitud. Invita a cada una de las participantes a cubrir y decorar su cuaderno. Diles que anoten todos los días en el cuaderno algo por lo que se sienten agradecidas. Una idea alterna es crear un diario personal en vez de cuadernos de composición adornados. Puedes hallar instrucciones sobre cómo hacer un diario personal en el siguiente sitio web:
http://www.instructables.com/id/Journal-cardboard-duct-tape/
Frascos de gratitud
Provee a cada participante un frasco de un cuarto de galón, marcadores permanentes (Sharpie®), tela de saco, cinta o cordel, papel de adorno para álbum de recortes, y etiquetas con versículos bíblicos apropiados. La idea consiste en decorar sus frascos, llevárselos a casa, y ponerlos en lugares prominentes para que toda la familia escriba sus pensamientos de gratitud a lo largo de todo el año. Sus respuestas pueden ser compartidas con el grupo todas las semanas o todos los meses. El siguiente sitio web ofrece un video en que se describe estos frascos: https://www.youtube.com/watch?v=CKosy3ehhsU
Banderines de gratitud
La siguiente es una opción de actividad para la familia. Hagan banderines o tiras de papel coloridas con inicios de frases: “Me siento agradecido de …”. Cada miembro de la familia debe ser alentado a escribir en los banderines algo por lo que se siente agradecido. Adhieran los banderines a un largo de cordel, cuerda o cinta como recordatorio de que debemos ser agradecidos. Para acceder a instrucciones, consulta el siguiente sitio web:
http://www.somewhatsimple.com/simple-thanksgiving-craft-gratitude-garland-free-download/
Agradecida por la familia y los amigos
A menudo nos olvidamos de apreciar a nuestra familia y amigos. Diles a todas que piensen en una persona que no esté presente por la cual se sienten agradecidas. Ten disponibles tarjetas, sobres y estampillas. Invita a las participantes a escribir una nota de agradecimiento a esa persona y a enviársela por correo postal. Aliéntalas a incluir un versículo bíblico apropiado. Ejemplos de versículos bíblicos: 1 Tesalonicenses 5:18; Efesios 5:19–20; Salmo 136:26; Filipenses 4:6-7; Salmo 28:7; 2 Corintios 9:15; 1 Corintios 15:57.
Compartir nuestro agradecimiento
Invita a las participantes a compartir actos de gratitud que otras personas han hecho por ellas y que las hicieron sentir y las movieron a expresar su agradecimiento: alguien que le ha preparado una comida a su familia cuando estaban enfermos, alguien que recogió su correspondencia del buzón cuando estaban de vacaciones, alguien que les preguntó cómo se estaban sintiendo, les sonrió cuando se sentían deprimidas Desafía a las participantes a realizar un acto de ayuda por alguien cada día de esta semana.
Aprender lo que es la gratitud
Cuando mis hijos eran más pequeños, pasaron por una etapa en que esperaban recibir todo lo que veían. A veces recibían lo que pedían, pero a menudo les decíamos que “no”. Una vez, mi hija se echó a llorar y me dijo: “¡Pero Mamá, si me amas me tienes que dar lo que yo quiero!” Pero había que enseñarle que debía sentir gratitud por las cosas que ya tenía. Para un niño pequeño esto puede ser un desafío.
También puede ser un desafío en nuestro propio camino cristiano. Podemos sentirnos tentadas a decirle a Dios en nuestras oraciones: “Pero Dios, si me quieres, me tienes que dar lo que te estoy pidiendo”. Creemos saber lo que necesitamos cuando lo necesitamos, trátese de una respuesta a una oración, algo para nuestros hijos, la satisfacción de una necesidad financiera, o la solución a un problema que tenemos en nuestra relación con una persona. Solemos olvidarnos con facilidad de que Dios siempre ha proveído lo que necesitamos en el pasado y Él sabe lo que es mejor para nosotras. Cuando él dice “no”, es porque lo que hemos pedido no era bueno para nosotras o no estaba en línea con Su voluntad para nuestras vidas.
Si yo hubiese cedido cuando mi hija hizo su pataleta porque no consiguió lo que quería cuando lo quería, jamás habría aprendido a ser agradecida por todas las cosas que ya tenía. Ella aprendió a asumir una actitud en armonía con la gratitud, y como consecuencia, nuestro hogar fue mucho más feliz. ¡Cuánto más necesitamos nosotras expresar nuestra gratitud a nuestro Padre en el cielo que provee todo lo que necesitamos cuando lo necesitamos!
El Salmo 100 es un salmo de acción de gracias. (Imprime y lean este texto todas juntas a modo de una letanía; lo pueden hallar en https://www.jubilate.co.uk/liturgy/psalm_100_call_to_worship.) Se nos recuerda que debe haber tanto una razón como una actitud detrás de nuestra gratitud. No se trata solo de obtener lo que queremos o pensamos que queremos, y no se trata sólo de decir “gracias”. La razón detrás de nuestra gratitud debe estar centrada siempre en Dios. Él es el creador de todo lo bueno, incluyéndonos a nosotras, porque Él nos ama. Nuestra actitud debe ser una de alegría y gozo, no de obligación y condena. Si queremos hacer del acto de dar gracias y de mostrar nuestra gratitud una práctica diaria, veremos cómo Dios satisface constantemente nuestras necesidades y nos convertiremos en mujeres llenas de gratitud cuyos hogares reflejan la actitud correcta.