Pasaje bíblico central: Agar – Génesis 16
Verso principal: Génesis 16:13: «Como el Señor le había hablado, Agar le puso por nombre “El Dios que me ve”, pues se decía: “Ahora he visto al que me ve”».
Propósito: Encontrar esperanza en momentos de desconsuelo y en esos momentos en los que nos sentimos olvidadas o solas recordando que incluso en el desierto El Roi, el Dios que nos ve, nos ama.
Ideas para la decoración
Use el desierto como tema: manteles de color marrón claro, cactus y suculentas, y espejos como centros de mesa. Coloque espejos grandes en la sala y con pintura para vidrio escriba «El Roi, Dios la ve».
Actividad inicial: «¿Me ve?»
Pida a las mujeres que respondan tres preguntas en una hoja de papel, asegurándose de que nadie vea sus respuestas. Explique a las mujeres que leerán las respuestas en voz alta, para que no escriban algo que pueda hacerlas sentir incómodas.
- Mencione algo que las hace sentir desalentadas.
- Mencione algo que les da esperanza.
- Mencione una cosa que desearía que los demás vieran en usted.
Coloquen los papeles en una canasta. Mientras se leen las respuestas, la persona que las escribió se pone de pie. La lectora compartirá algo bueno que ve en esa mujer. El proceso continúa hasta que todas hayan participado.
Ideas de programas: Elementos
- Elemento de adoración: Invite a una de las mujeres a realizar una danza creativa con la canción The Truth About Me, de Mandisa. Aquí puede encontrar la letra en español: https://www.musixmatch.com/lyrics/Mandisa/The-Truth-About-Me/translation/spanish. Si ninguna de las mujeres puede hacerlo, muestre el video. Puede acceder desde: https://www.youtube.com/watch?v=qj5fMIKe47w. Si lo desea, también puede mostrarlo para reflexionar después de la devoción.
- Ideas de manualidades
- «Quebrada pero hermosa». Esta manualidad usa pedazos de un espejo roto y una cartulina para crear un corazón de mosaico. Puede encontrar las instrucciones y el dibujo aquí (en inglés): https://craftingagreenworld.com/articles/diy-crafts-turn-broken-mirror-cardboard-mosaic-art/
- Manualidad con el espejo: «Dios me ve». Invite a las mujeres a decorar espejos (cuadrados o con mango, los cuales puede comprar en negocios de todo por 1 $) con cuentas, bisutería, botones y goma caliente. Use marcadores para vidrio para escribir en el espejo: «El Roi» o «Dios me ve».
El Roi— Esperanza para el desanimado
Lea Génesis 16.
El primer verso de la canción de Mandisa que escuchamos antes dice: «Si solo pudiera verme como Tú me ves y entender la manera en que soy amada». Me pregunto cuántas veces nos hemos sentido así. Sabemos que la Palabra de Dios dice quiénes somos y cuánto nos ama Él. No obstante, cuando estamos en el desierto, desanimadas y quizás enfrentando un momento difícil tras otro, a menudo no nos vemos como Dios nos ve.
Me imagino que Agar se encontraba en la misma situación. Siendo una esclava, su cuerpo fue entregado al esposo de su ama. Se debe haber sentido usada, despreciada y maltratada. Probablemente se sintió como alguien descartable y no querida, embarazada, sola y frente a la realidad de que no tenía dónde ir ni a quien acudir. Se encontró en el desierto, huyendo de su dolor, totalmente desanimada y dudando acerca de si su vida tenía algún propósito o valor.
El pasaje bíblico nos dice que el Señor la encontró sentada junto a un manantial en el desierto. Me la imagino mirando el agua, frente a su propio reflejo, odiando lo que veía y diciéndose todas esas mentiras que a menudo nos decimos cuando estamos profundamente desanimadas. No eres nadie. A nadie le importas. No tienes nada que ofrecer. No vales nada. Estás totalmente sola. Nadie te ve.
En su dolor más intenso, allí en el desierto, Agar recibió esperanza para su desconsuelo. Dios la encontró y ya no estaba más sola. Dios la llamó por su nombre como si ya no fuera una esclava. Le mostró a Agar un amor que probablemente ella no conocía. Por primera vez en su vida alguien le prestaba atención y su Padre Celestial escuchó su dolor. Dios le dijo que llamara Ismael a su hijo, que significa «Dios escucha». En ese momento le recordó que Él la escuchó. Que Él la vio. Vuelvo a pensar en la canción de Mandisa. Agar estaba quebrada, pero Dios vio a alguien amorosa. Agar veía culpa, pero Dios veía perdón. Agar se sentía sola, pero Dios le dijo que estaba con ella. Estoy segura de que ese momento cambió todo para Agar. Llena de esperanza, Agar proclamó… El Roi, «El Dios que me ve».
Es importante observar aquí que las circunstancias de Agar no cambiaron. Dios la envió de vuelta con su ama y le dijo que diera un hijo a Abram. Eventualmente, volvieron a echarla, pero Dios siguió estando con ella. La diferencia en la vida de Agar no es que Dios cambió todo para mejor en el sentido físico, sino que ella entonces supo que no estaba sola y que Dios se preocupaba por ella y que Él nunca la dejaría. Cuando nadie de este mundo conocía su dolor, Dios lo conocía y le importaba. Esta también es nuestra esperanza. No que nuestra situación actual vaya a cambiar, sino que, aunque nadie nos vea, Dios sí lo hace. Con ese conocimiento, nuestro mundo cambia completamente y podemos tirar para adelante mirándonos a través de los ojos de nuestro Padre como mujeres que somos amadas, valoradas, valiosas, capaces, hermosas, escuchadas y vistas por Dios. Hay esperanza para el desanimado. Esa esperanza viene de El Roi, el Dios que nos ve.
Recursos adicionales