Introducción
Solemos imaginar el servicio como una actividad que se realiza en las instalaciones del Cuerpo o bien con un grupo de amigos que se dirigen a un lugar a realizar una misión específica. Pero ¿qué pasaría si estuviésemos preparadas para servir mientras nos encontramos yendo de un lado a otro haciendo todo tipo de recados? ¿Qué pasaría si tuviésemos nuestros corazones siempre listos para servir con ánimo, activamente? Podemos prepararnos para servir de esta manera recurriendo a nuestras carteras.
Actividad
Revisa en Internet información relacionada con las carteras y compártela con las integrantes del grupo. Un sitio web (en inglés) es: http://ezinearticles.com/?Historical-Handbag-Trivia&id=6149936. Si alguna de las integrantes del grupo vende o fabrica carteras, invítalas a compartir esas carteras e incluso, si fuera posible, a mostrar cómo las hace.
Juego en grupo
Búsqueda en la cartera
Divide a las mujeres en grupos. Diles que busquen en sus carteras los siguientes artículos, por cada uno de los cuales se les otorgará puntos:
1 punto: Llaves, teléfono celular, calendario, bloc de notas, par de anteojos, bolígrafo
5 puntos: Licencia de conducir, tarjeta de crédito, chequera, tarjeta de biblioteca, calculadora
10 puntos: Cupón, recibo de compra, mentas, chicle, Kleenex o pañuelo
15 puntos: Lápiz labial, maquillaje/espejo, cepillo/peineta, lima para las uñas, desinfectante para las manos, loción para las manos
20 puntos: Foto de marido/novio, hijos o nietos, dinero en efectivo, snack, estampilla postal, analgésico
25 puntos: Estuche de costura, alfiler de gancho, herramienta de cualquier tipo
Puedes encontrar una bonita versión para imprimir en http://www.juliabettencourt.com/printables/puzzles/pursegameprint.pdf
Proyecto de servicio
- Alienta a las integrantes del grupo a traer carteras o pequeñas mochilas viejas, pero todavía utilizables, e invítalas a donarlas para este proyecto. Si tienen una tienda de economías a mano, podrían conseguir varios de estos artículos con antelación.
- Llenen las carteras con artículos para compartir con alguien que esté en situación de calle, o con alguien que esté pasando un mal día o que necesite aliento y atención.
- Algunas cosas que se pueden incluir en las carteras: Calcetines, guantes, sombreros, pañuelos, tampones, almohadillas, cepillo de dientes, chicle, barra de granola, aspirina, rasuradora, monedas de 25¢, champú, curitas (Band–Aids®), desodorante, golosinas, collar, pinzas (o sujetadores) para el pelo. Reparte esta lista a las integrantes del grupo la semana previa a la realización del programa e invítalas a aportar algunos de estos artículos. Se puede adquirir muchos de ellos en las tiendas de “Todo a un dólar”.
- Incluyan información acerca del Cuerpo o sobre el albergue, la despensa de alimentos y la oficina de servicios sociales de su localidad.
- Incluyan además una nota en que invitan a la persona al servicio del Cuerpo, añadiendo la hora y la dirección.
- Incluyan un par de versículos bíblicos que resulten apropiados.
- Dale a cada mujer una de las carteras/mochilas con las instrucciones de que deben dársela a una persona en situación de calle cuando se crucen con ella.
Pasaje bíblico: Hebreos 6:10-11 “Porque Dios no es injusto como para olvidarse de las obras y del amor que, para su gloria, ustedes han mostrado sirviendo a los santos, como lo siguen haciendo. Deseamos, sin embargo, que cada uno de ustedes siga mostrando ese mismo empeño hasta la realización final y completa de su esperanza.”
Mantengamos el rumbo
“¡Compre hasta desplomarse!” Nos reímos al leer esta frase porque, si somos honestas, es algo que solemos hacer con bastante frecuencia; yo, al menos, lo he hecho más de una vez. Me encanta la energía y emoción que siento al disponerme a ir a unas buenas ventas de garaje. Busco los avisos en el periódico, planifico la salida, tomo mi cartera y parto en mi carro llena de expectación. Después de tres ventas de garaje todavía me siento muy bien, pero tras 10 de esas visitas y una buena taza de café más tarde, estoy lista para desplomarme. Mis niveles de energía han caído a un mínimo y ya ni me interesa seguir comprando. Cuando llego a este punto, suelo tomar decisiones verdaderamente ridículas, dejo pasar ofertas increíbles, o bien me voy derechito a la pizzería de Little Caesar’s, porque a estas alturas ya no soy capaz de volver a casa a cocinar.
Resulta que suelo experimentar esto mismo en mi relación con Jesús. Algunos días me despierto lista para salir, lista para servir, lista para vivir esta fe de viva voz con los demás. Pero un par de semanas o meses más tarde, me hallo sin el ánimo que había mostrado todo ese tiempo. ¿Has sentido lo mismo alguna vez? En nuestro pasaje bíblico se nos alienta a mostrar “ese mismo empeño hasta la realización final”.
Escucha este pasaje bíblico: “Porque Dios no es injusto como para olvidarse de las obras y del amor que, para su gloria, ustedes han mostrado sirviendo a los santos, como lo siguen haciendo. Deseamos, sin embargo, que cada uno de ustedes siga mostrando ese mismo empeño hasta la realización final y completa de su esperanza. No sean perezosos; más bien, imiten a quienes por su fe y paciencia heredan las promesas” (Hebreos 6:10-12).
Quizás servir a los demás se ha vuelto una tarea tediosa que temes realizar. ¿Qué puedes hacer acerca de eso? ¿Cómo puedes seguir sirviendo con una energía realmente activa hasta el final? Haz una pausa el día de hoy y recuerda al gran Dios al que sirves. Recuerda las veces en que tu Padre celestial ha obrado en tu vida y en tu corazón. ¿Hay áreas en tu vida que necesitan una brisa de aire fresco? Quizás haya actividades que puedas recortar para dedicarle más tiempo al Señor. No sirvas hasta que te desplomes. Encuentra una manera de servir con esa energía activa que proviene de Él. Ora cada día para que el Señor te guíe en todo lo que Él quiere que logres cada uno de esos días.