En casa para la Navidad
“Con todo esto en mente, amados hermanos, permanezcan firmes y sigan bien aferrados a las enseñanzas que les transmitimos tanto en persona como por carta” (2 Tes. 2:15)
Decoraciones
Diseña un telón de fondo tradicional de Navidad y haz que las mujeres posen para fotos navideñas. Una escena con una chimenea encendida o un espacio ambientado con un bonito árbol navideño serían buenas ideas. Podrías disponer elementos contextuales como cajas envueltas en papel de regalo, bufandas y sweaters navideños con la idea de que las mujeres se los pongan. Provee cámaras fotográficas de revelado instantáneo y dáselas junto con sus fotos para que se las lleven a casa consigo.
Meriendas
Celebren una comida en grupo en que cada una de las mujeres trae un plato preparado al encuentro y en que el Cuerpo provee el pavo o el jamón. Anima a las mujeres a que traigan su plato de Navidad favorito para compartirlo con el resto del grupo. De postre, decoren galletas prehorneadas. Otorga premios por las galletas mejor decoradas. Sugiere a las mujeres que compartan sus galletas con un vecino o con una persona que por razones de salud se encuentra recluida en su casa. Sirve sidra caliente con especias y chocolate caliente junto con las galletas.
Actividades
¿Qué hay dentro de mi calcetín?
Muchas familias tienen la costumbre y tradición de colgar sobre la chimenea un calcetín (calceta, media o bota) de Navidad para cada uno de los miembros de la familia. Los calcetines se abren la mañana de Navidad como parte de la celebración. En la mayoría de las familias, la madre prepara los calcetines. Prepara un calcetín de Navidad lleno de los elementos que las mujeres suelen disfrutar. Cierra la parte de arriba del calcetín de manera que nadie pueda ver lo que hay adentro. Pon a tocar música de Navidad y diles que hagan pasar el calcetín de mano en mano. Cada persona escribe lo que cree que hay adentro. Podrías ayudarlas haciéndoles saber el número de elementos que hay en el calcetín. Si el grupo es grande, ten preparados varios calcetines. La ganadora del calcetín es la que haya adivinado correctamente el mayor número de veces.
Oh, árbol de Navidad
El árbol de Navidad tal como lo conocemos se remonta a la época Victoriana cuando la Reina Victoria y su marido y el Príncipe Alberto comenzaron a decorar abetos como parte de su celebración navideña. Todo el país les siguió el ejemplo y muchos hogares ingleses pronto tenían un árbol navideño decorado como parte de su tradición navideña. Invita a las mujeres a que traigan uno de sus adornos navideños favoritos. Dale tiempo a cada una de ellas para que comparta con el resto la razón por la que es su adorno navideño preferido.
Ministerio de las tarjetas de Navidad
Otra tradición navideña de nuestras familias consiste en intercambiar tarjetas de Navidad. Algunas familias incluyen hojas informativas y fotos de la familia. Muchas familias exhiben las tarjetas que reciben y usan esas tarjetas a lo largo del año para orar por sus amigos y parientes. Haz que las mujeres escriban sus firmas en varias tarjetas de Navidad y diles que las envíen a personas que se encuentran recluidas en sus casas por razones de salud, a miembros de las fuerzas armadas, a estudiantes de college o a misioneros. Recoge las tarjetas hacia el final de la reunión y envíalas por correo en nombre del grupo.
Mi Pictionary® favorito de películas de Navidad
Muchas familias estadounidenses disfrutan la tradición de ver su película de Navidad favorita cada año. Algunas ven la película mientras podan el árbol y otras la reservan como tradición de la Nochebuena. Haz una lista de películas navideñas bien conocidas. Pon los títulos dentro de un recipiente, deja que las mujeres se turnen para seleccionar uno de ellos y que luego hagan dibujos que ayuden a su equipo a adivinar el título. Premia al equipo ganador con palomitas de maíz hechas en el microondas.
Pijamas de Navidad
Una tradición navideña más reciente en muchas familias consiste en darle a cada miembro de la familia un par de pijamas nuevos en la Nochebuena. Muchas familias visten pijamas que combinan. Como manera de ayudar a los niños a acostarse, ellos se ponen sus nuevos pijamas y leen un libro navideño antes de dormirse. A la mañana siguiente, todos los miembros de la familia tienen puestos los mismos pijamas y disfrutan el momento en que intercambian regalos. Algunas familias hasta se toman fotos mientras están en sus pijamas. Como premio que les puedes dar al momento de abandonar el salón, dale a cada una de las mujeres un pijamas y un libro navideño.
Preciadas tradiciones navideñas
Cada una de nosotras que estamos aquí reunidas tenemos tradiciones navideñas propias que cultivamos y atesoramos. No es Navidad a menos que realicemos cierta actividad o comamos cierta comida o pongamos cierto tipo de cubiertos y de vajilla en la mesa. Al observar estas tradiciones de familia, nos recordamos a nosotras mismas lo importante que es la familia. Sea que celebremos todos juntos como familia en un lugar o en varios hogares a lo largo del país, seguimos conectadas a nuestras tradiciones compartidas. Junto con ello, queremos que nuestras futuras generaciones conozcan y observen las tradiciones que hemos cultivado y compartido a lo largo de nuestras vidas
En mi familia, todos los años, el más joven es el que abre el primer regalo. Luego, uno por uno, siguiendo el orden del año y fecha de nacimiento, desde los menores hasta los mayores, cada uno abre un regalo a la vez de modo que todos puedan disfrutar del momento en que se abre su regalo. Como podrás imaginar, mi familia tarda un buen rato en completar todo este proceso cada mañana de Navidad. Disfrutamos el tiempo que pasamos reunidos y apreciamos la atención que nos han granjeado amigos y parientes. A pesar de que esto ha sido parte de la tradición navideña de mi marido y ahora de nosotros, nadie jamás me ha explicado cómo fue que empezó.
La segunda carta a los Tesalonicenses 2:15 nos recuerda: “Permanezcan firmes y sigan bien aferrados a las enseñanzas que les transmitimos”. Pablo quiere que los tesalonicenses y los cristianos de hoy se mantengan aferrados a las sanas enseñanzas del Evangelio y que se las transmitan a la próxima generación. De esa manera, cuando instalemos nuestros belenes o nos reunamos para hacer las lecturas de Adviento, seamos diligentes a la hora de explicarles a nuestras familias la razón por la que hacemos esto. Tengamos esto muy claro, hagamos nuestro el verdadero sentido de la Navidad y seamos generosas en compartir las Buenas Nueva con todos. Hagamos de la historia del nacimiento de Jesús la mejor tradición navideña que observamos cada año.