Abril 2020 – Desafío familiar

Abril 2020 – Desafío familiar

Introducción

A veces nos enredamos tanto en los asuntos de nuestra vida que nos olvidamos de disfrutar momentos gratos con nuestras familias. “El corazón contento alegra el rostro” (Prov. 15:13). Este programa pone el foco en pasar un rato entretenido con las familias de nuestro Cuerpo y en compartir nuestra alegría contagiosa con los demás.

Decoraciones

Usa tableros de juegos como centros de mesa, usando tapetes del juego Twister de manteles. Pasa una cuerda por varios naipes para crear una banderola. Se podría usar también piezas de Scrabble para deletrear los diferentes alimentos dispuestos sobre la mesa de meriendas. Usa las cajas de los tableros de juegos de mesa para crear diferentes niveles donde colocar las meriendas.

Sugerencias para las meriendas

Sirve carne, queso y galletas en tableros de ajedrez. Transforma brownies en piezas de dominó usando pepitas de chocolate blanco para crear los puntos blancos de las piezas. Sirve meriendas para picar, como salchichas envueltas (en inglés, pigs in a blanket), nachos, patatas fritas con tocino y queso, y un bar de quesadillas donde todas puedan escoger los rellenos que más les gusten.

Actividades

Juego de pelota de Saran® Wrap

Este juego hace uso de una enorme pelota de Saran Wrap (film de plástico para alimentos) y de un par de dados. La pelota consiste de Saran Wrap envuelto apretadamente con golosinas en capas de adentro hacia afuera. Coloca un gran premio en el centro mismo de la pelota de Saran Wrap—una camiseta enrollada, una botella de agua, una gift card o un llavero.

Instrucciones

Diles a las participantes que se sienten en torno a una mesa. La primera persona empieza a desenrollar la pelota mientras la persona a su derecha lanza los dados con la intención de sacar números dobles. La persona con la pelota la sigue desenrollando hasta que esto se logre. Una vez que alguien saque números dobles, la pelota y los dados son pasados hacia la derecha y la secuencia comienza de nuevo. Si caen golosinas mientras la persona está desenrollando la pelota, se puede quedar con ellas. Para que desenrollar la pelota resulte aún más desafiante, haz que la persona que lo hace se ponga mitones (manoplas) o véndale los ojos. Al momento inicial de crear la pelota enrollándola con golosinas, cambia varias veces el sentido en que se va enrollando la pelota para hacer más difícil el acto de desenrollarla.

Spoons (juego)

Consulta el Internet para obtener las instrucciones para este juego sencillo que se juega con cucharas y naipes. Busca en Google las palabras “game spoons”.

Yo nunca en mi vida

Se va a necesitar por lo menos una docena de personas para jugar este juego. El concepto es similar al de las sillas musicales en que hay una silla menos que el número de personas. Ordena las sillas en forma de círculo. Una persona se coloca en el medio y anuncia algo que nunca ha hecho en su vida. Por ejemplo, la persona en el medio podría anunciar: “Yo nunca en mi vida me he subido a un globo aerostático”. Una de las presentes que se haya subido alguna vez a un globo aerostático entonces se pondría de pie, dejando su silla desocupada, y buscará una nueva silla. La persona en el medio también buscará una silla. La persona que queda sin una silla pasa a ser la nueva persona en el medio y ahora le toca a ella anunciar algo que no ha hecho nunca en su vida.

La presión de la competitividad

Una de las maneras en que mi familia se relaja y se distiende es jugando todo tipo de juegos. Pedimos pizza y jugamos una vibrante partida de Monopoly®. A mi hija en particular le encanta participar en cualquier tipo de juego. Sin embargo, si juegas a algo con ella, las reglas sólo son aplicables a ti, no a ella. Mi marido llama esto “La pelota de Cálvin” por la historieta de comics Calvin and Hobbes. Cuando Cálvin participa en un juego, las reglas no valen para él. Él las va inventado conforme va jugando, a menudo cambiándolas por capricho. Cuando juegas a algo con un niño, ese niño no quiere perder. Piensa que debe ganar en todos los juegos. Nuestra responsabilidad es enseñarles que en la vida las cosas no siempre se nos muestran favorables. La vida va a ser competitiva y desafiante. Habrá momentos en que te sentirás completamente abrumada. No vamos a ganar todos los juegos.

Hay veces en que incluso una noche de juegos en familia largamente anticipada puede aguarse. Esto sucede cuando nos volvemos excesivamente competitivos y nuestros corazones empiezan a endurecerse para con nuestros competidores. Nos enojamos y nos amargamos hasta que eventualmente … ¡BUM! “Quieres que intercambie tu Paseo Tablado (Boardwalk en la versión del Monopoly en inglés) por $10.000 y todas tus Propiedades Verdes (Green Properties)? ¡Olvídalo!” La necesidad de competir es un aspecto normal de la vida, pero fácilmente puede desatar emociones descontroladas.

Como esposa, madre, hermana e hija, a menudo me cuesta hallar un equilibrio entre los distintos lados de mi vida. Siempre habrá competitividad en la búsqueda de un equilibrio perfecto en nuestras vidas. Constantemente trato— y las más de las veces fracaso—en el intento por ordenar mi vida de manera que cada área esté bien equilibrada. Cada área es importante y sin embargo rara vez hallamos el tiempo y la energía para dedicar tiempo de manera pareja a cada una de ellas.

A menudo me encuentro mirándome en el espejo y preguntándome: ¿Viste lo increíble que es el espíritu de santidad de esa mujer? ¿Apoyo moralmente a los demás todo lo que debiera? ¡Esa joven madre es simplemente sensacional! ¿Soy así de atenta como madre? ¿Les subo así el ánimo a mis hermanas? ¿Soy tan respetuosa como esta hija? ¿Lo soy? ¿Lo soy? ¿Lo soy? Una vez que empezamos a compararnos con los demás, esas preguntas ¿lo soy? parecen no tener fin. Cuando esto me sucede, me aflijo con facilidad y entro en un círculo vicioso en que no puedo dejar de compararme con los demás. En consecuencia, todos los roles que tengo en mi vida se desencajan y pierden su equilibrio, por lo que termino cayendo en una suerte de vórtice espiritual. El agotamiento y el pesimismo se apoderan de mí.

En estos momentos de desesperación, la Palabra de Dios puede cobrar vida y hablar directo a nuestros corazones. Proverbios 15:13 dice: “El corazón contento alegra el rostro”. Nuestro cariñoso Dios de ninguna manera quiere que nos sintamos angustiadas o abrumadas. Dios no quiere que vivamos en un valle de abatimiento. Él quiere que lo busquemos en esos momentos onerosos y que hallemos paz y consuelo en el hecho de que hemos sido creadas intencionadamente por Él para ser exactamente quienes somos. El salmista escribió: “¡Gracias por hacerme tan maravillosamente complejo! Tu fino trabajo es maravilloso, lo sé muy bien” (Salmo 139:14). Cuando somos fieles a Dios, podemos estar seguras de que somos exactamente quienes Él quiso que fuéramos cuando nos creó. Por ello, podemos tener un “corazón contento” que nos “alegra el rostro”. Es en estos momentos que vemos la bondad y la belleza de Dios en todas las cosas y que desaparece la necesidad de competir. Una vez que interiorizamos la plenitud de la gracia de Dios, la competitividad deja de parecer importante

Imagínate que nuestro espíritu es una botella de agua. Cada día llenamos nuestras botellas con una variedad de objetos. Cuando hablamos con Dios, y vivimos vidas santas y somos fieles a Él, llenamos nuestras botellas de Agua Viva. Cuando ignoramos a Dios, seguimos nuestros propios caminos y hacemos cosas sólo con el fin de complacernos a nosotras mismas, no vivimos según la Palabra de Dios. Lo que hacemos es pecar. En tales momentos, lo que hacemos es llenarnos de cosas mundanas y pasajeras.

Si apretamos con suficiente fuerza una botella de agua eventualmente sus contenidos saldrán a borbotones por la boca. Conforme las cosas empiezan a presionarnos desde todas partes y las presiones de la vida empiezan a apretarnos, aquello que hemos introducido en nuestro interior saldrá hacia afuera. Si nos hemos estado llenando de Dios, cuando la vida se vuelva estresante o insoportable, lo que saldrá desde nuestro interior será el Espíritu de Dios. Si sólo hemos vivido para nosotras mismas o por sentir la adrenalina de la competitividad, quedaremos expuestas e indefensas.

¿Sientes contento en tu relación con Dios? ¿Puedes esbozar una sonrisa en cualquier ocasión porque sabes que el Rey del universo está en tu rincón y que te ha equipado para que seas tú misma? Entonces, sonríe, pues tú también eres “maravillosa”.