Septiembre 2022 – ¡Nos vemos en la zona de anotación!

Septiembre 2022 – ¡Nos vemos en la zona de anotación!

Tema

Disfrute de una «fiesta en el estacionamiento» donde las mujeres gocen del compañerismo entre ellas mientras animen juntas a sus equipos favoritos. Presente a Jesús como nuestro «animador» de la esperanza.

Pasajes bíblicos relacionados: 2 Corintios 1:7-9; Hebreos 7:23-25

Decoraciones

Cubra las mesas con manteles de color verde pasto. Use serpentinas blancas como marcadores y servilletas temáticas de fútbol americano. Coloque pompones en floreros como centros de mesa. Haga un cartel de bienvenida que diga: «Zona de fiesta».

Ideas de comidas

Sirva comida relacionada con el fútbol: salchichas, albóndigas, sándwiches submarinos, hamburguesas, bandeja de verduras, tostaditas de maíz con salsa de frijoles, y un balde con hielo o una nevera con botellas de agua y soda.

Juegos

Juego de lanzamiento cornhole. Puede comprar el juego o hacerlo usted con una caja de cartón.

Preguntas y respuestas sobre fútbol. Busque en internet preguntas y respuestas apropiadas relacionadas con el fútbol.

Futbolito; tanto de tamaño natural como una mesa de juego comprada. Organice equipos y compañeras para competir.

Lance la pelota: cree postes de gol en la pared con cinta adhesiva de color. Coloque marcadores de cinta en el suelo a diferentes distancias para que las mujeres lancen la pelota entre los postes de gol. Cuanto más lejos más puntos. Para que más mujeres puedan competir al mismo tiempo, coloque tantos postes de gol como sea necesario.

Fútbol de mesa: las compañeras intentan lanzar con el dedo triángulos de papel doblado a través de postes de gol formados con los dedos de la compañera al otro lado de la mesa. Gana la primera en hacer 10 goles.

Animadoras creativas

Las mujeres que no quieran participar en los juegos pueden ser animadoras e inventar vítores para el equipo. Gana el equipo con el vítor más creativo y se agregan más puntos por una vigorosa presentación.

Manualidad

Elija una manualidad para hacer usted misma de thesprucecrafts.com, haciendo una búsqueda en la sección hágalo usted misma con la palabra fútbol. También puede buscar ideas en Pinterest.

Sea una animadora

Pasajes bíblicos: 2 Corintios 1:7-9; Hebreos 7:23-25

¿Son animadoras ustedes? Ustedes:

¿Animan a los demás?

¿Nos reclaman como propias, nunca reniegan de nosotras?

¿Están a favor de nosotras y no en contra de nosotras?

¿Se alegran por nuestras victorias y no nos abaten cuando fallamos?

¿Nunca se sienten desilusionadas por nuestras debilidades y siempre nos animan a volver intentarlo?

¿Ven las cosas positivas en nosotras y no renuncian?

¿Siguen a nuestro lado cuando el futuro parece incierto o cuando los cambios parecen imposibles?

¿Se presentan siempre?

Pablo empieza esta carta a la iglesia de Corinto recordándoles que Dios es un «Padre misericordioso y Dios de toda consolación» (2 Co 1:3). Este es un recordatorio adecuado de quién es Dios para todos aquellos que lo aman. Pablo está ayudando a la gente a entender que son llamados a sufrir más por amor a Cristo y a entender que Dios provee fielmente un nivel de consuelo y esperanza que es superior al nivel de sufrimiento (v. 5). Pablo continúa compartiendo acerca de su sufrimiento y el de sus compañeros, y del propósito que esta experiencia tiene.

La versión bíblica Traducción en Lenguaje Actual dice así: «¡Demos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Él es un Padre bueno y amoroso, y siempre nos ayuda. Cuando tenemos dificultades, o cuando sufrimos, Dios nos ayuda para que podamos ayudar a los que sufren o tienen problemas. Nosotros sufrimos mucho, así como Cristo sufrió. Pero también, por medio de él, Dios nos consuela. Nosotros sufrimos mucho, así como Cristo sufrió. Pero también, por medio de él, Dios nos consuela. Dios nos ayuda para que nosotros podamos consolarlos a ustedes. Así ustedes podrán soportar con paciencia las dificultades y sufrimientos que también nosotros afrontamos. Confiamos mucho en ustedes y sabemos que, si ahora sufren, también Dios los consolará» (2 Co 1:3-7).

Cuando somos testigos de lo que otros soportan y de sus victorias por medio de la esperanza en Cristo, nos sentimos inspiradas y fortalecidas cuando a nosotras mismas se nos llama a sufrir por la misma causa. En los siguientes versos, Pablo describe la intensidad de su lucha, así como el consuelo que han recibido. Los está preparando para lo mismo:

Lea 2 Co 1:8-11

En el verso 9, Pablo dice que estas cosas ocurrieron para ayudarlos a «confiar en Dios, que puede hacer que los muertos vuelvan a la vida, y no a confiar» en ellos mismos. Dice que «en Dios» han puesto su esperanza de una liberación continua, así como los ayudan las oraciones de los demás. Continúa animando a los creyentes con muchas palabras y luego en los versos 21 y 22, termina con una verdad renovadora:

«Dios es el que nos mantiene firmes en Cristo, tanto a nosotros como a ustedes. Él nos ungió, nos selló como propiedad suya y puso su Espíritu en nuestro corazón como garantía de sus promesas». ¿Qué promesas? Una eternidad con Cristo que pronto opacará nuestro breve tiempo en la tierra. El propósito de la vida de Jesús en la tierra no era quedarse, sino lograr Su propósito de asegurar nuestra salvación al ir a la cruz y luego derrotar a la muerte.

Nuestro tiempo en la tierra es corto para dar honor a Cristo y ayudar a otros a cobrar vida en Él. Por cierto, los días de la historia en sí están contados y no continuarán por siempre, pero nosotras podemos ser totalmente fieles en el cumplimiento de Sus propósitos para nosotras por otra verdad que encontramos en Hebreos 7:24-25: «Pero, como Jesús permanece para siempre, su sacerdocio es imperecedero. Por eso también puede salvar por completo, a los que por medio de él se acercan a Dios, ya que vive siempre para interceder por ellos». Cristo ha ido por delante de nosotras en esta vida, en la muerte física que se nos exigirá, y en la resurrección y en la vida eterna que todavía no hemos experimentado. Cuando nos ayudamos mutuamente, cuando oramos y hablamos con Dios pidiendo ánimo por otros, Jesús nos anima a todas a través de Su Espíritu, y habla directamente con Dios en nombre nuestro. ¡Qué segura es nuestra esperanza cuando la encontramos en Él!

Oración final.