Septiembre 2021 – Estén quietas… Dios cuida de ustedes

Septiembre 2021 – Estén quietas… Dios cuida de ustedes

Pasaje bíblico

“Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes” (1 Pedro 5:7 NVI).

Decoraciones

Usa manteles de colores otoñales. Esparce hojas otoñales de diversos tamaños sobre las mesas. Las hojas pueden ser reales o artificiales.

Meriendas

Sirve cidra de manzana tibia aromatizada con especias y pan de calabaza o de manzana.

Proyecto de manualidades

Frascos de oraciones

Son muy fáciles de hacer y necesitarán alrededor de una hora para secarse. La mayoría de los materiales se pueden adquirir en una tienda de “Todo a un dólar”.

Materiales que vas a necesitar

  • Hojas otoñales de seda
  • Mod Podge (marca de pegamento transparente)
  • Frascos de vidrio
  • Brocha de esponja
  • Rafia o cinta

Instrucciones

Asegúrate de que el exterior del frasco esté limpio. Aplica una capa delgada de Mod Podge en una sección del interior del frasco. Una vez que la capa se vuelva pegajosa (confirma que sea así tocándola con el dedo), introduce una hoja en el frasco. Añade más Mod Podge por la parte de arriba de la hoja aplicando capas delgadas, asegurándote de alisar bien los bordes contra el frasco. Empieza por el centro de la hoja y extiéndelo hacia los bordes usando los dedos. Puede que se necesiten varias capas, pero la hoja debiese quedar bien pegada al frasco. No dudes en usar los dedos para alisar la hoja de manera que quede bien pegada. Pon más capas de hojas por encima, cubriendo el frasco con tantas hojas como desees. Termina la parte superior del frasco adornándolo con rafia o cinta para completar su decoración. Para ver fotos o información adicional, visita el sitio web: www.sparkandchemistry.com/blog/leaf-mason-jar-candle-holder.

Alienta a las mujeres a que usen estos frascos como receptáculo para depositar sus oraciones, cargas y preocupaciones. Las hojas les servirán de recordatorio de que deben “depositar” todas sus preocupaciones en Él. Invita a las mujeres de cuando en tanto a leer una de sus peticiones y a constatar la manera en que Dios ha contestado a sus oraciones.

En su artículo “Cinco maneras en que Dios contesta nuestras oraciones” (Five Ways God Answers Prayer) Luis Palau comparte las posibles respuestas de Dios a nuestras oraciones. Visita el sitio web www.Christianitytoday.com para obtener más información.

  1. No, te amo demasiado.
  2. Sí, pero vas a tener que esperar.
  3. Sí, pero no de la manera que esperas.
  4. Sí, ¡y aquí tienes más todavía!
  5. Sí, creí que nunca me lo ibas a pedir.

Mientras las mujeres crean sus frascos de oraciones, diles que compartan una ocasión en que Dios contestó una de sus oraciones y la manera en que la contestó. Quizás la respuesta que recibieron no era la que esperaban pero con todo resultó ser una enorme bendición.

La maravilla del otoño

El otoño es mi estación favorita del año. Me encanta ver lo colores cambiantes y los maravillosos olores y aromas del otoño. Cuando vivíamos en el Estado de Washington nos encantaba pasearnos en auto y mirar la variedad de colores de las hojas de los árboles o salir a caminar al parque a recoger hojas. Pero por desgracia esos hermosos colores no duran mucho tiempo y pronto los árboles empiezan a deshacerse de esas hojas pesadas y ya  del todo marchitas.

Cuando me paro a reflexionar sobre las hojas en todo este proceso por el que pasan, me acuerdo de mi propio camino como mujer cristiana. ¿Cuáles son las hojas pesadas y marchitas que cargo conmigo y de las que necesito desprenderme y desechar? Como mamá y abuela que soy, me preocupo mucho por mis hijos y nietos. No siempre me resulta fácil dejarlos en manos de Dios. Sin embargo, no me olvido de que fueron puestos en manos de Dios desde el momento mismo en que nacieron y siguen en todo momento en sus manos. ¡Pero eso no quiere decir que deba dejar de orar por ellos!

En 1 Pedro 5:7 (NVI) leemos: “Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes”. Pedro escribe que debemos llevar nuestros miedos y depositarlos en Dios, entregárselos a Dios nuestro Padre. De hecho, nos pide que llevemos todas nuestras ansiedades, todo lo que nos preocupa, y se lo confiemos a Él, pues Él está pendiente y atento a nuestras necesidades en todo momento. Esto no es una promesa de que Dios solucionará todo lo que nos preocupa. Dios no está obligado a seguir un guión que nosotras pretendemos escribirle. Nuestro Dios todopoderoso promete que acogerá nuestras preocupaciones y las atenderá. Él las cargará por nosotras. Podemos confiar en que Él siempre las manejará de la mejor manera.

Las palabras de Pedro son para nosotras un mandato. Dios no quiere que Sus hijos sigan viviendo bajo el peso de esas cargas. Creer que Dios es poderoso y que nos cuida debe redundar en que nosotras siempre depositemos en Él cada una de nuestras preocupaciones.

Al igual que los árboles, nosotras tenemos que estar dispuestas a que nuestras hojas, nuestras cargas y preocupaciones, caigan al suelo. Los árboles se deshacen de sus hojas para que después puedan florecer con fuerza a todo lo largo de la primavera. Para poder florecer cuando llegue la nueva estación, tenemos que deshacernos de aquellas cosas que nos agobian. En tanto le entregamos todas esas cosas a Dios, Él irá preparando nuestros corazones para que podamos florecer.

¿A qué cosas que no te dejan florecer te sigues aferrando? ¿Será que las hojas pesadas y marchitas se están acumulando y tu corazón necesita deshacerse de ellas para siempre? Si es así, ¿por qué no acudir al Señor elevando una oración a Él? Él ansía saber de ti. Pídele que te ilumine y te haga ver con claridad cualquier pensamiento, hábito u otras “hojas pesadas y marchitas” a las que todavía te aferras. Cuando durante esta estación de otoño veas las hojas marchitas caer de los árboles, acuérdate de desprenderte de cualquier cosa que pudiera estar obstaculizando tu relación con Dios.

Frank Graeff escribió la letra de este himno hace muchos años. Que estas palabras te puedan servir de aliento hoy. El original inglés dice así:

Does Jesus care when my heart is pained?

Too deeply for mirth or song,

As the burdens press,

And the cares distress

And the way grows wear and long?

O yes, He cares, I know He cares,

His heart is touched with my grief;

When the days are weary,

The long night dreary,

I know my Savior cares.

Y así la traduce Edgar L. Maxwell al español:

¿Le importará a Jesús
que esté doliente mi corazón?
Si ando en senda oscura de aflicción
¿puede darme consolación?

Le importa, sí;
su corazón comparte ya mi dolor.
Sí, mis días tristes, mis noches negras
le importan al Señor.