Octubre 2023 – Relaciones Más Profundas

Escritura Juan 15:5 NVI.

“Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada”.

Preparación

Coloque estatuas de manos orando, bolígrafos, crayones, lápices de colores y papel en blanco junto con el versículo Juan 15:5 en cada mesa. Compre cucharas de “pala” y átelas con una etiqueta que diga “Cavar Más Profundo”.  Estos se pueden llevar a casa como un recordatorio para pasar tiempo en la Palabra de Dios todos los días.

Rompehielos

El Juego de M&M

Entregue a cada mujer una bolsita con los siguientes colores de M&M: rojo, naranja, amarillo, verde, azul y café. Indique a las mujeres que saquen un M&M de su bolsita sin mirar. Si eligen rojo, dicen algo sobre su infancia. Si escogen naranja, dicen algo que hacen bien. Si eligen amarillo, cuentan algo que han aprendido recientemente. Si eligen verde, cuentan algo que ven/escuchan en la televisión. Si eligen el azul, comparten algo sin lo cual no pueden vivir. Si eligen café, cuentan algo interesante que hicieron ayer. Al hacer este ejercicio, las mujeres aprenden más unas de otras.

Cavar Más Profundo

Escribiendo Escrituras

Para profundizar en nuestra relación con Dios, primero debemos saturarnos de Su presencia. ¿Cómo podemos hacer eso? Podemos ir a la iglesia y disfrutar del rico compañerismo que proviene de estar con el pueblo de Dios y adorar juntos. Podemos leer nuestra Biblia y orar. Algo un poco diferente es la escritura bíblica. Esta es una práctica en la que usted toma un versículo o pasaje de las Escrituras y lo copia. Pero puede hacer que tenga sentido agregando su estilo creativo a la copia. Esto hace que nuestras mentes piensen de manera diferente cuando leemos el versículo y luego lo copiamos usando nuestros sentidos. (Vea la página de Facebook “Scripture Writing 2022” o chequee en Pinterest.)

Puede guardar estos versículos en un cuaderno o libro de dibujo. Dan fuego fresco a nuestro tiempo con Dios. Comience leyendo el versículo varias veces. Escriba las palabras. Luego, tome un bolígrafo, crayón o marcador y dibuje alrededor de las letras usando diferentes medios. Pregúntese, ¿qué me está diciendo este versículo? No hay mal ni bien porque al hacer esto, se profundiza en su relación con Dios. Puede parecer incómodo al principio, pero se volverá más fácil. Recuerde orar y agradecer a Dios por hacer que este versículo cobre vida para usted.

Creciendo más Cerca de Dios Juntas

Cuando era niña, los vecinos solían sentarse en el porche y hablar. Compartían productos horneados, historias y mucho más. Estaban disponibles para ayudarse unos a otros. Podría uno acudir a su vecino si necesitaba que lo llevaran o si se quedaba sin azúcar. Necesitamos estar haciendo esto con nuestra familia de la iglesia. Podemos ofrecer ayuda cuando las cosas se ven mal para nuestros vecinos, o cuando nos encontramos en necesidad. Podemos comer juntos. Podemos orar juntos. Podemos adorar juntos. Podemos llorar juntos. Estábamos destinados a compartir la vida.

Cuando le preguntaron a Jesús cuál era el mayor mandamiento, respondió: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente”—le respondió Jesús—. Este es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a este: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. (Matt. 22:37-39). Las relaciones auténticas comienzan con amar a Dios. Cada relación que tenemos debe tener a Dios a la cabeza.

Las relaciones auténticas nos permiten dejar que la gente ore por nosotros. Tenemos que llegar como somos. Necesitamos ser reales. Cuando compartimos nuestras luchas, encontraremos que no estamos solas y que otros luchan con problemas similares. Cuando compartimos con otros, haga las siguientes preguntas: ¿Puedo confiar en ellos? ¿Realmente les importa? ¿Pueden ayudar? Entonces necesitamos examinar nuestras respuestas a estas mismas preguntas. ¿Soy digna de confianza? ¿Realmente me importa? ¿Estamos dispuestas a ayudar?

¿Con qué frecuencia escuchamos, realmente escuchamos? En lugar de tratar de pensar en una historia única para compartir. Debemos hacer preguntas para conocer mejor a la persona. Recuerde, Dios quiere que desarrollemos una relación más profunda. Si no sabe cómo responder, pregúntele al Señor. “Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie. Pero que pida con fe, sin dudar, porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento. Quien es así no piense que va a recibir cosa alguna del Señor”. (Santiago 1:5-7).

Los teléfonos celulares pueden ser una bendición. Su uso nos permite mantenernos en contacto con familiares y amigos sin importar dónde estemos. Sin embargo, a veces esto es solo comunicación, pero no estamos conectando. No vemos las expresiones de las personas ni la angustia que expresan cuando no escuchamos sus voces. Nos perdemos mucho si siempre estamos mirando una pantalla. Así que cuelgue el teléfono y pase tiempo cara a cara.

Entonces, si está buscando una relación más profunda, recuerde que, como las ramas de un árbol, todos estamos conectados en Cristo. ¡Tenga cuidado! ¡Sea intencional! ¡Esté disponible! ¡Sea honesta! Esto podría comenzar una hermosa relación con Dios y un amigo.

  1. ¿Quiere experimentar relaciones auténticas con los demás? Si es así, ¿está practicando activamente los cinco conceptos relacionales que Pablo establece en Filipenses 2:1-2? Animar, consolar, participar, cariño y simpatía.
  2. ¿Cuál de estos conceptos es su lucha más significativa?

Oración

Compartan peticiones de oración y oren por cada una.