Octubre 2020 – ¡Mantente saludable!

Octubre 2020 – ¡Mantente saludable!

“Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como prosperas espiritualmente” (3 Juan 1:2) NVI.

Centro de mesa

Usa un recipiente o cesta de frutas o vegetales frescos como centro de mesa. Se los puede servir como parte de las meriendas.

Meriendas

Diles a las mujeres a que traigan meriendas saludables para que las compartan entre todas.

Juegos

¿Cuál es más saludable?

Dediquen un momento a leer el contenido de calorías, grasas y colesterol de diversas meriendas. Convierte esta actividad en un juego mostrando dos meriendas y diciéndoles a las mujeres que identifiquen cuál de ellas es la opción más saludable.

¡A contar las calorías!

Haciendo uso de un contador de calorías que se puede bajar de Internet, ayuda a las mujeres a explorar el número de calorías que necesitan ingerir cada día para mantener, perder o aumentar de peso. Los siguientes son algunos sitios web:

https://www.calculator.net/calorie-calculator.html

https://www.cancer.org/healthy/eat-healthy-get…/calorie-counter-calculator.html

Dediquen un momento a informarse sobre el número de calorías que tienen distintos alimentos. Se puede hallar esta información en Internet.

Oradores

Invita a una enfermera o nutricionista para que le hable al grupo sobre hábitos de alimentación sana, rutinas de ejercicio físico, información sobre la diabetes u otros asuntos relacionados con la salud. Pídele a una profesora de aeróbica que comparta con ustedes ejercicios apropiados para mujeres de distintas edades.

Canción

Canten la Canción 469, “A Daniel Imita” del Cancionero del Ejército de Salvación.

Qué comer

Un día estaba preparando la cena cuando mi nieta de cuatro años de edad acercó un taburete al mesón. Se puso a mirar con avidez las bonitas magdalenas que se iban a servir de postre. Recordando la enseñanza de su mamá, me dijo: “Abuelita, me gustaría comerme mi magdalena primero, pero sé que no lo debo hacer antes de comer la comida sana primero”. Y optó por esperar, comió primera la cena y después disfrutó de su magdalena. Hay una lección aquí para nosotras. Debemos cumplir las instrucciones de Dios en todas las cosas, incluyendo el cuidado de nuestros cuerpos. La Escritura nos recuerda que somos el templo de Dios y que debemos mantenerlo limpio (2 Cor. 6:16).

Daniel es conocido sobre todo como el profeta que sobrevivió una noche en el foso de los leones. Me encanta la historia de Daniel. Cuenta cómo Dios lo usó porque le era fiel hasta en las cosas más pequeñas. Daniel confiaba en Dios desde su más temprana edad. Leemos en Daniel 1:20 (NTV): “Cada vez que el rey los consultaba [a Daniel y sus amigos] sobre cualquier asunto que exigiera sabiduría y juicio equilibrado, los encontraba diez veces más capaces que todos los magos y brujos de su reino”.

Tras ser capturados y exiliados a Babilonia, Daniel fue destinado a la corte real y a recibir entrenamiento para servir al rey por el resto de su vida. Mientras se encontraba ahí, pidió que le dieran de comer vegetales y agua en vez de los manjares y el vino del rey (Daniel 1:8). Esto se explica porque probablemente el menú habría incluido comidas que la ley judía prohibía. Si bien se encontraba en una cultura que no honraba a Dios, Daniel no iba a dejar por eso de obedecer las leyes de Dios. Muchas veces se nos presiona a que relajemos nuestros estándares y vivamos de la manera en que lo hace el mundo que nos rodea. Leemos en el mismo pasaje bíblico: “Daniel estaba decidido a no contaminarse con la comida y el vino dados por el rey”. Cuando hemos interiorizado nuestras convicciones nos resulta más fácil resistirnos a la tentación antes de que surja la tentación. Tanto más así cuando dependemos de la ayuda de Dios para enfrentar cada situación. Luego de diez días de seguir esta dieta, Daniel se veía más saludable que los otros hombres. Durante los tres años siguientes, permaneció fiel a Dios y el rey le mostró su favor en todo momento.

Seguir un estilo de vida saludable no siempre es fácil. Sabemos lo que tenemos que hacer, pero solemos dejarnos tentar por los alimentos y comidas que no son buenos para nuestra salud. Es en momentos como esos en que debemos recordar lo que se dice en 1 Corintios 6:19 (NTV): “¿No se dan cuenta de que su cuerpo es el templo del Espíritu Santo, quien vive en ustedes y les fue dado por Dios? Ustedes no se pertenecen a sí mismos”. Pídele a Dios que te ayude a combatir las cosas que te tientan, recordando en tales momentos que tu cuerpo es el templo del Espíritu Santo.

Oración

Padre Celestial, ayúdame a mantener mi vida en equilibrio conforme te sirvo día a día. Guíame para que pueda tomar las decisiones correctas y elegir lo que es bueno y saludable en relación con la comida, el ejercicio y el descanso. Amén.