Noviembre 2023 – Gratitud Más Profunda

El New York Times publicó el artículo “Cómo desarrollar hábitos saludables” el 25 de febrero de 2020 y, bajo el título, decía: “No se trata de fuerza de voluntad. Los buenos hábitos surgen cuando nos preparamos para el éxito”. ¿Cómo nos preparamos, como mujeres, para el éxito? ¿Éxito en nuestras carreras, éxito como madres (si aplica), éxito como amigas, hermanas, hijas y como cristianas? ¿Cómo esperamos tener éxito si no permitimos nada en nuestras vidas sin siquiera sospechar que será un fracaso? Nosotras, como mujeres, debemos desarrollar el hábito de creer que tendremos éxito en todas las cosas. La Biblia puede ayudarnos con eso.

Colosenses 2:6-7 dice, “Por eso, de la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, vivan ahora en él, arraigados y edificados en él, confirmados en la fe como se les enseñó, y llenos de gratitud”. Aquí Pablo nos está instruyendo en algunos hábitos saludables que debemos desarrollar.

Pablo nos da cuatro cosas en las que debemos desarrollar un hábito:

  1. Continuar viviendo sus vidas en Él
  2. Arraigados y sobreedificados en El
  3. Fortalecidos en la fe, como se nos enseñó
  4. Estar rebosantes de agradecimiento

¿Cómo hacemos esas cosas?

Necesitamos formar hábitos, para que se conviertan en rutina y parte de nuestro día típico.

  1. Continuar viviendo sus vidas en Él.
    Programe tiempo de oración. Hay muchos recursos diferentes en línea, impresos y en las redes sociales que pueden ayudarnos a ser más intencionales en nuestro tiempo de oración. Aquí hay una idea…

    Etiquete tres sobres con las palabras: “por favor, lo siento, gracias”.

    Durante su tiempo de oración, llene hojas de papel y ore oraciones pidiéndole al Señor lo que necesita (por favor), pidiéndole perdón al Señor (lo siento) y alabando al Señor por lo que ha hecho (gracias). De vez en cuando, regrese y lea sus oraciones de “gracias”, recordando todo lo que Dios ha hecho.

  1. Arraigados y sobreedificados en Él
    Leer y estudiar la Palabra de Dios es clave para establecer fuertes raíces en Cristo. A veces leer la palabra de Dios es difícil, no porque no deseemos aprender más, sino porque las Escrituras a veces son difíciles de entender. Aquí hay un par de ideas para que el estudio de las Escrituras sea divertido:

    Diario bíblico:
    busque una biblia con márgenes, patrones e ilustraciones. Haga que la lectura de las Escrituras sea creativa, haga preguntas en los márgenes, coloréelas, subráyalas y márquelas. Haga un seguimiento trabajando en sus preguntas con alguien que pueda ayudarlo a encontrar las respuestas.

    Escriba las Escrituras: Busque en google planes para las Escrituras por temas, meses o libros de la Biblia. Obtenga un diario y dedique ese diario a la escritura de las Escrituras. Cada día antes de escribir una nueva escritura, lea la escritura del día anterior. Vuelva a leer las Escrituras que ha escrito en su diario. Deja que se arraigue en tu mente y en tu corazón.

  2. Fortalecerse en la fe, como se le enseñó.
    Creemos en Dios y que Él camina con nosotros a diario. Creemos que Él tiene un plan para nuestras vidas. Hemos ido a la escuela dominical, aprendido las historias de las Escrituras y escuchado una y otra vez sobre el nacimiento, la muerte y la resurrección de Cristo Jesús. Se nos ha enseñado mucho de lo que necesitamos para tener éxito en una relación con Él. ¿Cómo podemos fortalecer nuestra fe y esa relación? Aquí hay una idea…

    Memorizar las Escrituras: Puede escuchar una canción en la radio y saber toda la letra, ya sea una canción secular o una canción de alabanza y adoración. ¿Cómo aprendemos todas esas palabras? La escuchamos repetidamente y se nos queda grabada en el cerebro. ¿Por qué no hacemos eso con las Escrituras? Imagínese cuánto más fuerte sería nuestra fe si pudiéramos recitar las promesas de Dios cuando nuestra fe sea probada. Conocer las Escrituras nos ayuda a apreciar nuestras experiencias en la cima de la montaña y nos ayuda a perseverar a través de nuestros valles.

Aquí hay solo un par de pasajes clave de las Escrituras para aprender de memoria y ayudar a fortalecer su fe:

  • Proverbios 3:5-6— Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas.
  • 2 Corintios 5:7—Vivimos por fe, no por vista.
  • Efesios 2:8— Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios,
  • Lucas 1:37— Porque para Dios no hay nada imposible.

Idea de Actividad

Como grupo, usen una de las escrituras mencionadas anteriormente o una Escritura de su elección y haga una canción con ella para ayudarle a memorizar.

Estar desbordada de gratitud

A veces nos rodean todos los problemas del mundo y pasamos por alto todo lo que Dios ha hecho. Imagínese si desarrolláramos el hábito de estar agradecidos por todas las cosas. Imagínese si tuviéramos una gratitud más profunda, no solo diciendo “gracias”, sino contemplando y enfocándonos en la gratitud en lugar de la negatividad que nos rodea. ¿Como hacemos eso? Aquí hay una idea…

Tarro de gratitud: todo lo que necesita es un tarro de albañil grande (tal vez reutilice y limpie un tarro viejo de pepinillos o un recipiente similar), palitos grandes para manualidades, suministros para manualidades que tenga para decorar el tarro y algunos marcadores de colores.

Decore su frasco, y cada día tome su palo de manualidades y un marcador y escriba lo que agradece de ese día. Al final de cada mes, tómese un tiempo y vuelve a leer todo aquello por lo que estuvo agradecida durante el mes.

Mientras establecemos hábitos saludables y nos enfocamos en una gratitud más profunda y una relación más sincera con el Señor, recordemos que cada día es nuevo. Reflexione sobre esta declaración del Dalai Lama: “Solo hay dos días en el año en los que no se puede hacer nada. Uno se llama ayer y el otro se llama mañana. Hoy es el día indicado para amar, creer, hacer y sobre todo vivir”.

Hoy es el día que necesita para seguir viviendo en Cristo. Arraigada y sobreedificada en El, fortalecida en su fe, y sobreabundando en agradecimiento. Anímese a comenzar a desarrollar hábitos espirituales más saludables hoy.