Noviembre 2018 — Demos gracias al Señor

Noviembre 2018 — Demos gracias al Señor

Pasaje bíblico

“¡Den gracias al Señor, porque Él es bueno! Su fiel amor perdura para siempre” (1 Crónicas 16:34, NTV).

Introducción

Todas alguna vez nos hemos olvidado de dar las gracias. Todas les recordamos a nuestros hijos que deben hacerlo. Por triste que pueda ser, el mundo en el que vivimos nos mantiene constantemente activas, moviéndonos de una actividad a la siguiente, tironeándonos desde cinco direcciones diferentes. Y a veces dejamos que una actitud descuidada marque nuestra relación con Dios. No nos tomamos el tiempo de apartar un momento para adorar en Su presencia o para decir “gracias”. Este programa se enfocará en la necesidad de tomarnos un momento para decirle “gracias” a Dios. Nos recordará que debemos adorar a Dios por la gloria que es Él.

Decoraciones

Decora el salón como lo harías para una fiesta de la cosecha, con follaje otoñal y calabazas. Ten además una bolsita con golosinas para cada una de las integrantes del grupo.

Actividades

Árbol de las bendiciones

Usa papel de cartulina marrón y recorta la forma de un tronco de árbol con sus ramas. Luego, recorta formas de hojas de árbol en papel de cartulina de color y dale a cada mujer una de esas hojas de árbol. Invítalas a escribir en la hoja las cosas por las que se sienten agradecidas o los nombres de las personas que las han bendecido. Pega las hojas a las ramas del árbol. Asegúrate de tener disponibles bolígrafos o rotuladores.

Manualidad con frascos de bendiciones

Provee a cada participante un florero pequeño de vidrio o un frasco, junto con cintas y etiquetas para decorarlo. Escriban la palabra “Bendiciones” en el frasco o florero. Alienta a las mujeres a escribir todos los días algo por lo que se sienten agradecidas en una papeleta y diles que la introduzcan en el frasco o florero. En el Día de Acción de Gracias podrán leer todo lo que han escrito así apreciarán lo bendecidas que son.

Notas de agradecimiento

Alienta a las integrantes del grupo a escribir una oración de agradecimiento a Dios por la fidelidad y constancia de Su amor. Mientras ellas redactan su oración, pon a tocar la canción “Digno eres Señor”. Esta canción se puede hallar en YouTube.

Sólo cúmpleme un deseo más

Acabamos de celebrar Halloween. Ojalá que todas ustedes lo hayan disfrutado. Mis hijos y yo la pasamos realmente bien disfrazándonos y divirtiéndonos en nuestra comunidad. ¿Habrá alguien más a quien le guste llevar a sus hijos de casa en casa a recibir dulces y ser también una misma quien regala dulces a otros niños en Halloween? Si es tu caso, ya sabrás lo emocionados que se ponen los niños ante la idea de recibir golosinas. La mayoría de las veces, los niños irán corriendo hasta la puerta de una casa, tocarán el timbre, y luego forcejearán entre ellos buscando la mejor posición—codeándose entre ellos para ser el primero en recibir las golosinas. Y, luego, cuando la puerta se abre, gritan con entusiasmo “¡dulce o travesura!” (en inglés, “trick or treat!”). Y tan pronto como reciben las golosinas se dan vuelta y parten a la casa vecina para recibir más golosinas … eso sigue así hasta que los padres o el adulto que los acompaña los hace detenerse y les llama la atención: “¿Qué les faltó decir? ¡Se olvidaron de decir gracias!”

A veces pasamos por nuestra vida tratando a nuestro Padre Celestial como tratamos a una casa que visitamos en Halloween. Corremos a Su encuentro y nos ponemos a gritar pidiéndole que salga. Tocamos el timbre, hacemos mucho ruido, apartamos otras cosas y a otras personas de nuestro lado en tanto esperamos que Él nos conteste. Y luego cuando Él por fin abre la puerta le rogamos que nos dé lo que queremos—soluciones a los problemas que nos aquejan. Esperamos con nuestras bolsas abiertas, esperando que Él sencillamente nos dé lo que queremos y conteste nuestras oraciones como si se tratara de darnos golosinas el día de Halloween. Y luego seguimos con nuestras vidas sin acordarnos más de Dios hasta que otro problema o preocupación surge en nuestras vidas y de nuevo le rogamos que nos dé una vez más eso que queremos para poder seguir siendo felices.

Hay dos grandes problemas con todo esto: en primer lugar, cuando actuamos de esta manera, tratamos a Dios como si fuera un genio en una botella en lugar de nuestro cariñoso Padre Celestial. Es como si sólo acudiésemos a Él en momentos de crisis o cuando sentimos un fuerte deseo de algo, pero para efectos prácticos lo único que realmente hacemos es pasar nuestro tiempo recorriendo las calles con nuestras amigas y amigos. La mayor parte del tiempo ignoramos los deseos del Padre porque estamos completamente obsesionadas con las cosas que tenemos en nuestras bolsas de Halloween. Lo transformamos a Él en el cumplidor de nuestros deseos, en vez de ver en Él a un Padre que desea tener una relación profunda con nosotras—un padre cariñoso que quiere ser parte de nuestras vidas.

¿Nos tomamos el tiempo de alabar a Dios por quien Él es? ¿Recordamos su fidelidad, su bondad, su gran amor por nosotras? Cuando el Rey David unificó a Israel, no se olvidó del papel que jugó Dios en todo ello. Tanto así, que una de las primeras cosas que hizo fue traer el Arca de la Alianza—el lugar donde moraba la gloria de Dios—a la nueva capital del reino. Luego de hacerlo, escribió un cántico de alabanza declarando el poder y la bondad de Dios. “¡Den gracias al Señor, porque Él es bueno! Su fiel amor perdura para siempre” (1 Crónicas 16:34).

No debemos adorar a Dios por los dones que Él nos prodiga. Debemos adorar a Dios por quien es. Cuando hacemos de la adoración nuestra prioridad, como lo hizo el Rey David, nuestros corazones empiezan a latir al ritmo del corazón de Dios y constatamos de inmediato que nuestras vidas se han alineado con su carácter. ¡Nos damos cuenta de que Él es bueno y que su amor fiel perdura para siempre! La conciencia de experiencia nos transforma desde adentro y se irradia a toda nuestra vida. No te olvides de decir gracias. No te olvides de adorar a Dios por quien es.