Mayo 2025 – Tesoro Precioso

Mayo 2025 – Tesoro Precioso

Tesoro Precioso

Introducción

Dios nos ha rodeado con un tesoro precioso—nuestro mundo. ¿Realmente lo disfrutamos y le agradecemos por ello? “Por medio de él todas las cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado llegó a existir.” (Juan 1:3, NVI).

“Toda buena dádiva y toda perfecta bendición descienden de lo alto, donde está el Padre que creó las lumbreras celestes, y quien no cambia ni se mueve como las sombras.” (Santiago 1:17, NVI).

Ideas para el Programa

Picnic

Planifique un picnic al aire libre en el parque donde las mujeres puedan disfrutar de la creación. Si es posible, coloque mesas y sillas. Si no es posible, decore la habitación como lo haría para un picnic, con manteles de cuadros rojos y blancos. Coloque cofres del tesoro de juguete en cada mesa para representar el tema “un tesoro precioso”.

Refrescos

Ofrezca comida típica de picnic: perros calientes, frijoles horneados, patatas fritas y ensalada de patatas.

Actividad para romper el hielo

Coloque tarjetas con versículos de la Biblia sobre tesoros en los cofres del tesoro de juguete. Utilice estos versículos como base para una discusión sobre el tesoro: Mateo 6:21; 2 Corintios 4:7; Lucas 12:23; Isaías 33:6; Job 23:12.

Tema musical

Comparta estos videos o canciones después del devocional para un tiempo de reflexión.

Tema musical en inglés:

https://youtu.be/ITus_KbaUoE (If I Have You, Vertical Worship)

Tema musical en español:

https://youtu.be/7Ne9cbREOnk (Si Te Tengo A Ti Lo Tengo Todo, Marcos Brunet)

Belleza

Pida a las mujeres que dibujen algo hermoso que vean a su alrededor. Invítelas a explicar su dibujo. O tome fotografías de cosas bellas y deje que las mujeres elijan una que sea significativa para ellas. Pídales que expliquen el motivo de su elección.

Tesoro Precioso

Cuando pienso en las palabras “tesoro precioso”, pienso en algo que tiene mucho valor. Pero el costo monetario no necesariamente equivale a su valor. Por ejemplo: un dibujo de los garabatos de un niño en una tienda de segunda mano puede no costar mucho dinero, pero esa misma imagen tiene mucho valor cuando se la regala a su mamá. Para las que somos madres, o abuelas, es fácil entender por qué es tan difícil deshacernos de esas pequeñas obras de arte de nuestros hijos cuando las encontramos en nuestras cajas de recuerdos.

Hay verdad en el dicho: “las mejores cosas de la vida son gratis”. No se trata de las cosas que podemos comprar en una tienda o de cualquier cosa material, sino de las cosas que realzan el valor y crean momentos memorables en nuestras vidas. Santiago 1:1, NVI dice: “Todo don bueno y perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces celestiales, que no cambia como las sombras cambiantes”.

Según el diccionario Merriam-Webster, un regalo se define como “algo transferido voluntariamente por una persona a otra sin compensación”. Dios quiere colmarnos de bendiciones y momentos memorables que no nos cuesten nada. Desafortunadamente, tendemos a dejar de buscar debido al uso de la tecnología, los teléfonos celulares, las redes sociales y nuestras vidas extremadamente ocupadas. Es importante ser intencional al buscar las bendiciones que nos rodean. Deberíamos buscar llenar nuestras vidas con el tipo de momentos que realmente satisfacen nuestra alma y no con tesoros materiales que solo alimentan nuestro ego. Cuando tomamos conciencia de estas cosas, debemos agradecer a Dios por cada una.

A continuación se muestran algunos ejemplos de cosas que suceden a nuestro alrededor en la naturaleza:

  • Podemos ver la provisión de Dios cuando miramos a las palomas comiendo migajas en un parque público.
  • Cuando vemos el arco iris, podemos recordar la promesa de Dios de no destruir la tierra con un diluvio.
  • Cuando atravesamos tiempos difíciles, podemos mirar las montañas para recordar de dónde viene nuestra ayuda. “Nuestro socorro viene del Señor que hizo los cielos y la tierra” (Sal. 124:8).
  • Podemos refugiarnos del sol bajo la sombra de un gran árbol.
  • También podemos ver los dones de Dios en nuestra vida diaria.
  • Cuando su hijo recoge una flor del jardín, se la da y le dice: “Te amo”.
  • Cuando su mamá la llama y le pide que pase porque ella preparó su comida favorita.
  • Cuando llegamos a casa y la cena está lista (esto es maravilloso, especialmente para aquellas de nosotras que tenemos la suerte de tener un cónyuge que sabe cocinar).
  • Cuando un amigo recuerda su cumpleaños y le organiza una fiesta sorpresa.

La vida está llena de momentos como estos, pero fácilmente podemos darlos por sentado y dejar de agradecer a Dios por las bendiciones que nos rodean. A veces esto se debe a que estamos demasiado ocupados o demasiado preocupados. Necesitamos recordar que Cristo está en medio de todo lo creado. Juan 1:2,3 nos dice: “Él estaba con Dios en el principio. Por Él fueron hechas todas las cosas; sin Él nada de lo que se ha hecho fue hecho” (NVI). Jesús estuvo involucrado en el proceso de creación con Dios desde el principio, y a través de Él todo fue creado.

Dios no sólo nos permite experimentar bendiciones con lo que tenemos y con quienes tenemos a nuestro alrededor; Él también nos ha dado la mayor bendición al enviar a Su Hijo al mundo para salvarnos. Jesús, quien por Él fueron hechas todas las cosas, vino a este mundo y caminó para que usted y yo pudiéramos ser adoptados como hijos de Dios y recibir la salvación. Debemos agradecer a Dios por cada una de sus bendiciones y dones.

Si se siente sola o triste, ¿en qué pone su esperanza? ¿En qué se refugia? ¿Cuáles son sus tesoros en esos momentos difíciles? Todos tenemos cosas y personas preciosas en nuestras vidas, pero si nos quitaran todo, Jesús sería suficiente. Jesús es quien hace nuestra vida completa. Jesús es todo lo que necesitamos en nuestras vidas para sentirnos felices. Podemos llenar cualquier tipo de vacío aceptando Su sacrificio e inclinándonos ante la voluntad de Dios para nuestras vidas. El precioso tesoro de la salvación de Dios es lo más grande por lo que debemos estar agradecidos.