Mayo 2022 – Intercambio de recetas

Mayo 2022 – Intercambio de recetas

Intercambio de comidas de cocción lenta

Pida a las mujeres que traigan los ingredientes (menos la carne) y la receta de una comida de cocción lenta como para cinco personas, que ya hayan probado y aprobado. Cada mujer que haga una contribución hará un intercambio con otra y se irá a su casa con una variedad de comidas que pueden congelar para comer otro día.

Intercambio de recetas

Pida a las mujeres que traigan copias de la receta familiar favorita para intercambiar con otras. Pídales que compartan lo que hace que esa receta sea su favorita, qué memorias asocian con ella o incluso si tienen historias divertidas de errores que hayan cometido mientras la preparaban. Podrían traer muestras.

Los sabores de la despensa

Las mujeres pueden usar ingredientes de la despensa del Cuerpo para crear recetas familiares fáciles. Con ellas puede armar un libro junto con una devoción para dar a los clientes de la despensa. Incluya una invitación para asistir a los programas del Cuerpo: ministerios femeninos, ministerios de hombres, programas para jóvenes y servicios del domingo.

Idea para recaudar fondos

Organice una noche de recaudación de fondos para apoyar los servicios sociales de los Cuerpos del ministerio. Invite a los miembros de la comunidad de alto perfil a participar y hacer un plato con alimentos básicos y típicos de la despensa. Invite a estos «chefs» de la comunidad a encargarse de su mesa, deles muestras y tarjetas con recetas para sus platos. También anime a las personas a apoyar la obra del Ejército de Salvación a través de la despensa. Ofrezca información sobre el trabajo del Ejército de Salvación con un impacto en los que tienen hambre en la comunidad. Invite a las participantes a ser una parte permanente de ese trabajo a través del voluntariado, de las contribuciones y de otras formas de ayuda.

Idea de alcance a la comunidad

Pida a las mujeres que armen paquetes que podrían entregarse en la despensa de comidas como forma de invitar a las mujeres a asistir a las reuniones de los ministerios femeninos:

  1. Paquete para un spa en el hogar (bombas de baño, exfoliante facial, loción corporal, kit de uñas, baños de pies)
  2. Paquete para empezar un buen día (café/té favorito, tazón, sugerencia para un tiempo de devoción, galletas)
  3. Paquete para un día al aire libre (una pequeña crema solar, loción para después del sol, un libro, una botella de agua)

Esperanza real

Cuando escuchan la palabra «esperanza», ¿en qué piensan? ¿En que escenarios usaría la palabra «esperanza»? Algunos ejemplos: Espero que haya pizza para la cena. Espero que me entren los jeans. Espero no perder mi trabajo. Espero tener dinero para pagar las cuentas. Espero que mis hijos sepan cuánto los amo.

La mayoría de las veces, cuando usamos la palabra «esperanza», no la usamos como lo hizo Pablo en Gálatas 5. La palabra griega que Pablo usó fue elpis (el-pē’s), que significa, según el Diccionario Vine, «una expectativa favorable y segura». De manera tradicional, cuando decimos que esperamos algo, estamos diciéndolo con algo de duda acerca de si sucederá o no, a lo cual no fue a lo que Pablo se refirió. Para ponerlo en el contexto de algunas de las recetas que han recibido hoy, la diferencia podría ser así:

 

En lugar de: Use la palabra «esperanza» con el significado elpis:
Espero que esto funcione… Esto va a ser genial.
Espero que esto tenga buen gusto… Esto será delicioso.
Espero tener todo lo que necesito. Tendremos más que suficiente.

 

Podemos ver con claridad en las cartas de Pablo en nuestro Nuevo Testamento que él pasó una gran cantidad de tiempo ayudando a la gente a entender la gracia de Dios. Por Su gran amor por nosotros, Dios envió a Su Hijo Jesucristo a tomar el castigo por nuestros pecados. Jesús murió en nuestro lugar, el máximo sacrificio único que abrió el camino entre el hombre y Dios para que podamos tener una relación justa con Dios una vez más. A esto lo llamamos gracia. No podemos hacer nada para ganarla. No podemos pagar por ella. No podemos usar palabras bonitas para que Dios nos ame más y no podemos prometerle lo mejor de nosotras para que nos perdone lo peor de nosotras. En cambio, Dios nos ha dado lo que nunca nos hemos merecido en primer lugar —la única solución que funciona—: Su gracia amorosa.

En Gálatas, había maestros falsos que intentaban convencer a los cristianos de que el sacrificio de Cristo no era suficiente, que aún debían seguir las leyes judías para estar en una relación justa con Dios. Al igual que lo habían hecho durante años, los creyentes y los maestros falsos también ignoraban completamente el hecho de que a Dios le interesa poco lo que hacemos y mucho lo que somos.

Pablo había sido inflexible cuando le recordaba a la gente que él había trabajado mucho para desarrollar la fe de ellos con la seguridad de que eran personas libres, libres de la esclavitud de la ley, libres de la necesidad de asegurarse de que estaban haciendo las cosas correctas y no las incorrectas. Eran libres de ser quienes Dios las había creado, antes que nada, para estar en una relación con Él. Y en esa libertad, el resto surgiría en la medida en que ellos y nosotras participemos en vida con él.

El estilo de vida de libertad era algo difícil de entender para los primeros cristianos. Creo que también es difícil para nosotras hoy. La mayoría de nosotras sentimos que funcionamos mucho mejor si tenemos una «descripción de nuestro trabajo», límites extremadamente claros, una lista de «hacer» y de «no hacer». Sin embargo, una relación con Dios no trata de eso; no estaba diseñada para eso. Trata de esperanza. Trata de fe. Y trata de amor.

En Gálatas 5:4-6, Pablo lo dice así: «Aquellos de entre ustedes que tratan de ser justificados por la ley han roto con Cristo; han caído de la gracia. Nosotros, en cambio, por obra del Espíritu y mediante la fe, aguardamos con ansias la justicia que es nuestra esperanza. En Cristo Jesús de nada vale estar o no estar circuncidados; lo que vale es la fe que actúa mediante el amor». Nosotras aguardamos la esperanza de la justicia; no trabajamos por ella.

Pablo aborda el nerviosismo convertido en falta de fe, que describía la relación de los creyentes con Dios, usando la circuncisión como ejemplo. En ese entonces, la circuncisión no se realizaba por razones médicas o como una decisión personal. En cambio, como parte de la ley judía, era una señal definitiva de pertenencia a Dios, y los falsos maestros hacían que los cristianos se preocuparan por demás acerca de si todavía eran necesarios o no algunos de los indicadores externos de una relación con Dios.

Las señales externas de la gracia interna que uno tiene son parte de nuestra fe cristiana. Los indicadores externos más importante son el «fruto» que viene de la presencia de la morada del Espíritu (la cual incluye naturalmente nuestra obediencia a Dios con nuestro amor por Él y nuestros prójimos), no por nuestra adherencia a la ley que se centra en uno mismo en lugar de Dios.

Elegir seguir cualquier parte de la ley para poder ganarse el favor de Dios se había convertido en un tropiezo para los cristianos de Gálatas. Al parecer, en algunos casos la ley se convertía rápidamente en «por las dudas», como un seguro en caso de que la gracia del sacrificio de Cristo no fuera suficiente para liberarlos del pecado. (Como si tuviéramos lista una orden para pedir pizza por internet por las dudas que estas recetas nuevas no funcionen).

Dios hizo la obra de proveer un camino para nuestro perdón para que pudiéramos vivir con Él en libertad. Su deseo no es solo que vivamos en libertad, sino que sigamos viviéndola, creciendo y participando en ella. Quiere que nos instalemos con Él, que hagamos nuestro hogar con Él y en Él, y que esa relación sea la distinción de nuestro estilo de vida. Cuando esto es así, sabemos que, algún día, no tendremos que preocuparnos por lo que pase a nuestro alrededor, por lo que nos empuja de aquí a allá. Viviremos la plenitud de la justicia por la que tenemos esperanza: una vida en la presencia de Dios con el conocimiento pleno de Él y del nuestro.

¿Están viviendo en libertad, en la esperanza (la expectativa segura) de que un día, gracias a la gracia de Dios, vivirán en la justicia plena con Dios? ¿O están intentando hacer buenas obras, ser buenas personas, ganar puntos con Dios, preocupándose en el fondo de que quizás no han hecho lo suficiente? Las animo a que pasen tiempo en oración, pidiéndole a Dios que les alivie la carga de intentar hacer suficiente bien para ganarlo o para que «equilibre» sus pecados. Pídanle que las ayude a vivir en la expectativa segura disponible para quienes han puesto toda su confianza en Él, para que puedan vivir libres y enamoradas de Él y de otros en Su nombre. Sigan esa conversación con Él, viviendo cada vez más en la esperanza.

Oración final.