De Fe A Fe
Introducción
El grupo de mujeres creará paquetes de ayuda para los niños de la escuela dominical (desde jardín de infantes hasta universidad).
Bolsas de supervivencia Faith
Etiqueta: “¡Todo esto está reunido para recordarte que Dios te ama y nosotros también!” Bolsas de papel decorativas de 10 x 5 x 20 cm
*Galletas caseras con chispas de chocolate Nestlé Toll House: Gustad y ved que el Señor es bueno (Salmo 34:8).
Chicles: Dios siempre estará a vuestro lado (Hebreos 10:23).
Tootsie Rolls: Dios siempre está ahí, incluso cuando te cuesta más de lo que puedes masticar (Salmo 9:9).
Hershey’s Kisses: Dios os ama y nosotros también (1 Juan 4:7).
Starburst: Un estallido de energía para seguir caminando con Dios (Col. 1:29).
Snickers: Dios tiene sentido del humor (Juan 15:11).
Salvavidas: Jesús es el que salva vidas (Juan 3:16).
*Comparte la receta de las galletas con chispas de chocolate Nestlé Toll House con un grupo de panaderos que traerán una o dos tandas de galletas horneadas en casa.
Galletas con chispas de chocolate
En 1939, todo empezó: Ruth Wakefield, propietaria del exitoso restaurante Toll House en Whitman, Massachusetts, estaba preparando una tanda de galletas y decidió añadir trocitos de chocolate semidulce Nestlé a la receta, esperando que se derritiera. En cambio, los trocitos semidulces mantuvieron su forma y se suavizaron hasta alcanzar una textura delicada y cremosa, y desde entonces las llamaremos: galletas con chispas de chocolate.
Ruth las bautizó como su “Galleta Crujiente Toll House” y la receta se publicó en un periódico de Boston. Pronto se coló en el reverso de cada bolsa de chispas de chocolate semidulce Nestlé. Su invención de la galleta con chispas de chocolate se convirtió rápidamente en la galleta más popular de todos los tiempos.
Conozco esta receta, como tú, como la palma de mi mano. Puede que haya sido la primera receta de galletas que seguí de niña. Con un esfuerzo predecible, la misma masa de galleta se prepara como siempre. No puedo pasar por alto ningún paso; no puedo omitir ningún ingrediente. Sin sustituciones. Sin atajos.
Los aromas que se asocian con la cocción de galletas con chispas de chocolate son constantes y expectantes. Confío en su sabor y en la confianza que deposita en mí cuando un ser querido sabe que tengo galletas calientes listas. La luz en sus ojos y la sonrisa en su rostro son irremplazables. Confían en que las preparé con mi receta favorita y en que las disfrutarán como siempre.
Aun así, hay peligros al hornear que debemos tener en cuenta. “¿Está regulada la temperatura de mi horno?”. Si no es así, el tiempo de horneado no será importante: las galletas pueden quemarse o quedar crudas, todo debido a la temperatura ambiente.
“La sal viene en un recipiente con una forma completamente diferente al azúcar”. Les comparto esto con una mirada de disgusto, ya que pueden entender perfectamente lo que pasó una vez. Sí, lo hice… confundí las medidas de sal y azúcar porque sin querer usé lo que pensé que era azúcar, y como fui descuidada, ¡mi receta produjo Bombas de Sal con Chispas de Chocolate! ¡Deberían haber visto los ojos de mis hijos, al principio increíblemente felices, luego mortificados, luego disgustados mientras corrían a escupir los ofensivos productos horneados de sus bocas lo más rápido posible!
Hornear galletas se basa en la fe, la disciplina constante, ingredientes confiables y perseverancia.
Nuestra vida espiritual se fortalece al confiar en la fe, la disciplina constante y la perseverancia.
Estos días de crecimiento espiritual y ejercicio de nuestra fe pueden parecer impredecibles e inciertos, pero están llenos de ingredientes efectivos, disciplinas que inculcar, lecciones que aprender y pasos que dar. Cuando descuidamos nuestra fe, podemos recurrir a cosas que parecen la influencia de Dios en nuestras vidas, como libros de autoayuda, podcasts o comparaciones con la vida de otras personas, y esto podría sofocar la obra de Dios en nuestra vida porque malinterpretamos lo que Él nos indicó que debíamos seguir.
Seguir el camino de la fe conduce a una mayor fe… paso a paso, nuestro camino se profundizará y ampliará. En Mateo 21:22, Jesús instruye a sus creyentes: «Todo lo que pidan en oración con fe, lo recibirán». (NVI)
Nuestro ejemplo de fe influye en la fe de otras personas, y nuestro aliento en sus vidas puede ser extraordinario. Podemos vivir con ejemplos de testimonios llenos de fe. Podemos orar con nuestros hijos y adolescentes: ¡nos necesitan! Podemos compartir versículos bíblicos en voz alta, eligiendo uno diferente cada semana o teniendo uno durante todo el año. Podemos esperar que la fe sea nuestra primera respuesta cuando los tiempos se pongan difíciles. Podemos recibir correcciones del Señor y esforzarnos por vivir una vida llena de gracia, paz, fortaleza y valentía.
Cuando nuestros jóvenes creyentes se enfrentan a momentos de carga o desafío, podemos guiarlos hacia Jesús y reconocerlos como los maravillosos regalos de Dios que son.
No basta con alimentar a esta familia de la Iglesia, vestirlos, nutrirlos, llevarlos a tiempo y ayudarlos a administrar su tiempo y agenda. Nuestro camino espiritual debe estar orientado hacia su crecimiento espiritual, y estos niños necesitan más.
Necesitan el ingrediente dedicado que lo unifique todo y les ayude a formar una vida basada en la FE: una fe probada, nutrida e integrada en los momentos cotidianos de su vida. Todo importa en este camino de fe. Fe que crece en fe que crece en fe. Oramos esto por nuestros jóvenes creyentes. Al educar a estos jóvenes creyentes, recordamos que debemos amar, disciplinar, alimentar y vestir a los pequeños a nuestro cuidado, y debemos ofrecer más. Gracia y paz a vosotros, y fuerza y coraje mientras los alentamos FE EN FE.