Versículo temático: Mateo 10:42 (NTV)

“Y si le dan siquiera un vaso de agua fresca a uno de mis seguidores más insignificantes, les aseguro que recibirán una recompensa.”

Proyecto de servicio

La vida no es fácil para nadie. Hay maneras incontables en que la vida puede golpear a una persona. Pero si seguimos el ejemplo del Señor y nos ayudamos a levantarnos unas a otras, podemos hacer que este mundo sea más amable y mejor. Puede que hoy seamos nosotras las que tenemos fuerza y podemos ayudar a otras personas a levantarse. Pero mañana podríamos necesitar nosotras que nos levanten las personas a las que antes habíamos levantado. Este programa está diseñado para que el grupo tenga la oportunidad de “levantar mucho peso” yendo a la comunidad y ofreciendo donuts, oraciones y aliento a la población que se encuentra en situación de calle.

Meriendas

Prepara una mesa a modo de un bar de chocolate/café. Sirve en esa mesa una variedad de donuts, K–Cups de distintos sabores, crema líquida o en polvo, chocolate caliente, malvaviscos y palitos de menta.

Juego

Donuts colgantes

Adhiere largos de cuerda a un donut. Cuelga los donuts de un hilo de tender ropa, de modo que queden a la altura de la boca. Las jugadoras deben tratar de comerse el donut mordiéndolo. La jugadora  que termine de comérselo más rápido será la ganadora. A modo de premio, otorga donuts pequeños u otros elementos relacionados.

Actividad

Notas de aliento

Provee tarjetas de cartulina, pegatinas de distintos tipos, bolígrafos de colores y marcadores. Diles a las mujeres que escriban notas de aliento y que incluyan versículos bíblicos. Estas tarjetas serán entregadas junto con los donuts.

Actividad

Donuts en cajas

Invita a las mujeres a preparar cajas de donuts que serán repartidas a personas en situación de calle. Incluye en cada caja pegatinas con información de contacto del Ejército de Salvación.

Una relación fresca con Jesús

¿Has visto donuts en un supermercado a precio reducido porque están a punto de vencer o porque el envase está levemente dañado? A pesar de que han bajado de precio, solemos pasar de largo y dirigirnos hacia el pasillo donde se ofrecen los donuts frescos del día y cuyo envase no está dañado o cuya fecha de vencimiento es todavía lejana. Pienso en todo esto cuando reflexiono sobre el hecho de que tendemos a pasar de largo sin reparar en el tiempo que debemos dedicar a estar con Jesús, y cómo nuestra relación con Él muchas veces no es todo lo “fresca” que debiera ser. Son tantas las cosas que suceden en nuestras vidas y que nos exigen tiempo y atención que a veces nuestra relación con Jesús es lo último en lo que pensamos.

Nos vemos realizando nuestra rutina diaria pero olvidándonos del tiempo de calidad que debiésemos estar pasando con Jesús. No nos damos el tiempo de leer la Biblia. No nos damos el tiempo de orar. No nos damos el tiempo de descansar en la confianza del amor de Jesús por nosotras. Es importante mantener fresca nuestra relación con Jesús porque nos llena de energía para enfrentar la vida diaria. Nuestras rutinas diarias suelen dejarnos agotadas, pero nuestra relación con Jesús nos fortalecerá para que podamos vivir la vida plenamente todos los días. Cuando damos mayor prioridad a otras cosas, entregamos a esas cosas todo lo que tenemos, incluyendo nuestro tiempo, atención y energía. Cuando mantenemos fresca nuestra relación con Jesús, recibimos mucho más de lo que nosotras jamás podríamos entregarle a Él.

De modo que la próxima vez que estés en el supermercado y pases de largo sin detenerte a ver los donuts a precio reducido, haz un alto y pregúntate si has estado pasando tiempo de calidad con Jesús. ¿Se mantiene fresca tu relación con Él? ¿Has estado permitiendo que otras cosas compitan por tu atención? Como en cualquier relación, nuestra relación con Jesús exige trabajo. Para poder sentirnos cercanas a Él, debemos conocerlo. Y para poder conocerlo, tenemos que pasar tiempo con Él.

Oración

Padre Celestial, elevo a Ti esta oración para que mi espíritu hoy se entregue a Ti completamente y para que a lo largo de este día pueda mantenerme enfocada en Ti en todo momento. Gracias a Ti tengo la fuerza que necesito para enfrentar este día, la sabiduría que necesito para tomar las decisiones correctas y la gracia que necesito para vivir una vida de santidad, sin importar cuáles puedan ser las dificultades o problemas que enfrente. Señor, sé que sin Ti no puedo hacer nada. Es por eso que alabo Tu nombre y Te agradezco por el hecho de poder hacer todas las cosas en Cristo, quien me llena de fuerza. Señor, deseo crecer en Tu gracia y madurar en la fe. Ayúdame a mantenerme fuerte y a no desanimarme. Gracias Padre, por enviarme a Jesús para que sea mi Salvador. Que nunca pierda de vista la gracia divina que movió a Cristo a morir por mis pecados en la cruz. Padre Celestial, ayúdame a no cansarme nunca de compartir esta hermosa verdad con todos los que se crucen por mi camino. Esto Te pido en nombre de Jesús. Amén