Introducción
El objetivo de este programa es que las mujeres vean que pueden dar esperanza a otros gracias a la luz de Jesús que brilla en ellas.
Guía del programa
- Bienvenida
- Canciones de adoración Mi esperanza está en Jesús
- https://www.youtube.com/watch?v=Z3KqXRIdAYk. Dios de esta ciudad
- https://www.youtube.com/watch?v=_n4LSRS5_40
- Devocional
- Tiempo de oración interactivo
- Oración final
Decoraciones y ayuda visual
Use diferentes formas de iluminar (velas con pilas, linternas o cadenas de luces) para crear una luz suave en una sala oscura. Se utilizarán como metáforas de la esperanza y la falta de esperanza. Establezca un centro de adoración principal o use centros de mesa con lo siguiente (que se utilizará durante el tiempo de oración interactivo):
- Una roca plana y pequeña para cada persona
- Papelería, sobres y bolígrafos
- Una imagen o gráfico de la palabra ESPERANZA
- Tinta para sellos y toallitas para bebés
- Un soldado de juguete para cada persona
- Tarjetas con pasajes bíblicos para que se lleven a casa
Esperanza
(Comience la devoción en una sala con luz tenue). A veces nuestro mundo se siente oscuro y sin esperanza. Las situaciones se apropian de nuestras vidas y nos hacen sentir fuera de control o nos parecen que son muy difíciles de manejar. Las familias se separan, la gente recibe tratos injustos, pierden sus hogares y su comida, los virus causan enfermedades y muerte en todo el mundo. Resulta fácil sentir como si no hubiera esperanza en el mundo, que hay demasiadas tragedias como para siquiera empezar a pensar en la esperanza. Si bien es fácil caer en la trampa de ese sentimiento, no es verdadero. Tenemos una esperanza viva en Jesús. A pesar de la oscuridad que nos rodea, hay una luz que brilla. (Ubique mujeres alrededor de la sala para que enciendan las luces sobre cada mesa).
En el libro de Ester, leemos sobre una nación que estaba en la oscuridad debido a la persecución, al racismo y al odio. Un líder político amenazaba con destruir toda una raza. Y lo hubiera logrado si no hubiera sido por Ester.
En el primer capítulo de Ester nos presentan al rey Asuero y su estilo de liderazgo. Cuando la reina Vasti se negó a ir a su fiesta, él hizo que le quitaran su posición de reina. El rey Asuero tomó esta decisión según la guía de sus funcionarios reales, creyendo que el rechazo de la reina Vasti haría que las mujeres de todo su reino siguieran su ejemplo.
En el capítulo dos, conocemos a Ester, una hermosa mujer judía que había sido criada por su tío Mardoqueo. En el pasado, los persas habían cautivado y exiliado al pueblo judío. El rey Asuero no conocía el origen de Ester, pero la eligió y la estableció como su reina.
Cuando el tío de Ester le contó acerca del plan de Amán de eliminar a los judíos, ella se puso en acción. Se acercó al rey a pesar de que sabía que, si lo hacía sin que él la hubiera llamado, podría morir. Se arriesgó por su pueblo. Ella era su esperanza en la oscuridad. Al final de la historia, el rey le creyó a Ester y mandó a asesinar a Amán. Los judíos se salvaron y Mardoqueo fue ascendido a una posición de liderazgo. ¿Habría sido posible algo de eso si Ester no hubiera estado dispuesta a seguir la dirección de Dios en su vida?
Había esperanza para toda una raza gracias a las acciones de una mujer. A pesar de lo que podamos pensar o sentir, también podemos ofrecer esperanza a los demás. Debido a la vida, muerte y resurrección de Jesús sabemos que viviremos por la eternidad, que hay gracia y misericordia para nosotras, que el pecado no nos controla. Cuando aceptamos a Jesús como nuestro Salvador, tenemos esa luz y esperanza viviendo en nosotras. Aunque no seamos llamadas a salvar a toda una raza como lo hizo Ester, podemos alcanzar a todos los que nos rodean y ofrecer esperanza a los que no la tienen. Leemos en 1 de Pedro 1:3: «¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo, para que tengamos una esperanza viva». Esta no es solo una buena idea o un buen pensamiento para tener en cuenta, es real y está viva.
Mientras dedican un tiempo para orar, piensen en las maneras que ustedes pueden ofrecer esperanza a los que las rodean. Tal vez Dios las ha llamado a hacer algo fuera de su zona de comodidad, como lo hizo con Ester. Nuestro Dios no falla, Él es amor, Él es fidelidad, Él es la verdad.
Tiempo de oración interactivo
Esperanza para mí (piedras)
A veces se siente como si nuestras vidas estuvieran fuera de control. Es difícil pensar en cómo sería la vida al otro lado de esa situación. Tomen una roca de la mesa de adoración y piensen en una situación en sus vidas que pensaban que no superarían. Den gracias a Dios por haberlas ayudado a superarla. En el Antiguo Testamento, las personas construían altares o colocaban piedras en un punto específico como recordatorios de lo que Dios había hecho por ellas. Dedique un tiempo a dar gracias a Dios por ser su esperanza en medio del caos y del miedo. Coloquen la roca en la pila. Nuestro Dios es fiel. No nos defrauda. Dediquen un tiempo para orar.
Esperanza para mi círculo íntimo (tarjetas)
Por lo general, sabemos mucho acerca de las personas de nuestro círculo íntimo. A menudo son las personas de quienes dependemos cuando las cosas se ponen difíciles. ¿Cuándo fue la última vez que animaron a una persona cercana a ustedes? Hagan una lista de las personas cercanas a ustedes que necesiten una palabra de aliento. Escriban una tarjeta para aquellas que no viven cerca de ustedes. Para las demás, envíenles un mensaje de texto, un correo electrónico o llámenlas cuando lleguen a sus casas. No se olviden de los miembros de su familia inmediata. Díganles algo que aprecian de ellos.
Esperanza para mi comunidad (cartel de Esperanza)
No vivimos aisladas en el mundo. Somos parte de una familia, de un barrio, de una ciudad y de un estado. Cuando todos trabajamos juntos para apoyarnos y ayudarnos mutuamente, la comunidad prospera. Jesús nos dio un gran ejemplo de comunidad mediante la enseñanza y la sanación de gente que otros miembros de la sociedad marginaba. Dediquen unos minutos a orar por su comunidad. ¿Cómo pueden ser mejores vecinas? ¿Cómo pueden ayudar a crear más unidad? ¿Cómo pueden compartir la esperanza de Jesús con los demás? Consideren el ejemplo de Ester de dar esperanza a su pueblo. Después de un tiempo en oración, pongan el pulgar en la almohadilla de tinta y coloquen su huella dentro de las letras de la palabra ESPERANZA. Que esto sea un recordatorio de que la vida juntas es mejor.
Esperanza para mi país (soldado de juguete)
En los Estados Unidos somos afortunados. Incluso las personas con pocos recursos económicos en nuestro país serían consideradas ricas en otros países. Mientras que otros se enfrentan diariamente a la persecución, nosotros tenemos la bendición de vivir en un país que ofrece libertad religiosa y política. Sin embargo, hay muchos en nuestro país que no saben acerca de la esperanza que se encuentra en Jesús. Nunca lo han conocido a Él o experimentado Su amor. Mientras oramos por los líderes, los soldados, los legisladores y los trabajadores de servicios de emergencia que sirven a nuestro país, también vamos a orar por aquellos individuos que no tienen esperanza. Lleven a sus hogares un soldado de juguete como recordatorio para orar no solo por nuestros líderes, sino también por aquellos luchando batallas de las que no sabemos nada.
Tarjetas: Susurros de esperanza
Los cristianos son llamados a ser la luz de Cristo en un mundo envuelto en la oscuridad. Lleven a casa una tarjeta de pasajes bíblicos para ustedes y otra para compartir con un amigo.
(Haga las tarjetas de pasajes bíblicos con los siguientes versos de la versión NVI).
Jeremías 29:11 – «Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza».
Isaías 40:31 – «Pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán».
Romanos 15:13 – «Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo».
Mateo 11:28 – «Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso».
Salmo 119:114 – «Tú eres mi escondite y mi escudo; en tu palabra he puesto mi esperanza».
Hebreos 10:23 – «Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa».
Miqueas 7:7 – «Pero yo he puesto mi esperanza en el Señor; yo espero en el Dios de mi salvación. ¡Mi Dios me escuchará!».
Salmo 25: 5 – «Encamíname en tu verdad, ¡enséñame! Tú eres mi Dios y Salvador; ¡en ti pongo mi esperanza todo el día!».
1 Pedro 1:3 – «¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo, para que tengamos una esperanza viva».
Oración final