Juego

Prueba sobre los helados

• ¿Qué explorador italiano regresó a Italia con una receta que se parece a nuestro sorbete y que los historiadores piensan que era la receta que llevó a la creación de los helados?

Respuesta—Marco Polo. Mientras se encontraba en el Lejano Oriente, Marco Polo recibió una receta que se parecía a lo que conocemos como sorbete. Trajo de regreso esta nueva delicia a Italia. Se cree que esta receta es lo que llegaría a convertirse en nuestros helados.

• ¿Cuántas veces hay que lamer un cono de helado de tamaño promedio para terminarlo?

Respuesta—50

• Todas hemos tenido esa sensación cuando comemos demasiado helado o lo hacemos demasiado rápido y se nos congela el cerebro, ¿pero qué es lo que causa esa jaqueca?

Respuestas—Cuando algo frío toca tu paladar un día de mucho calor, causa un dolor de cabeza inducido por ese golpe de frío. La causa del dolor es la dilatación de los vasos sanguíneos en tu cabeza. La dilatación puede ser causada por un centro nervioso ubicado arriba de tu paladar. Cuando este centro nervioso se enfría, parece sobrerreaccionar tratando de calentar tu cerebro.

• ¿Cuál es la cobertura más popular que se le añade encima al helado?

Respuesta —Chocolate líquido (en inglés: chocolate syrup)

• ¿Cuál es una alternativa tradicional, en inglés, para decir helado?

Respuesta —Hokey Pokey. ¡Apuesto que no adivinaste ésa! La expresión inglesa hokey pokey tiene su origen en el grito que hacían los antiguos vendedores italianos de helado, quienes promocionaban su producto gritando “ecco un poco”, que significa algo así como “prueba una muestra”.

Actividades

Invita a las mujeres a hacer helado en una bolsa Ziploc® para congelados. Van a necesitar los siguientes elementos:

½ taza de leche (la leche entera funciona mejor)

½ taza de crema

½ cucharadas de vainilla (un extracto artificial está bien)

2 cucharadas de miel o azúcar, o un sustituto de azúcar

1 bolsa Ziploc®de un cuarto de galón

1 bolsa Ziploc®de un galón

Cubos de hielo y sal o sal de roca para hacer helados (Morton® Ice Cream Salt) (4-6 cucharadas)

Consulta el Internet para obtener instrucciones o bien revisa los videos que ofrece YouTube^®.

Meriendas

Una vez que las mujeres hayan hecho su helado en una bolsa hermética de Ziploc®, provee coberturas para añadirle al helado. Provee opciones de fruta y nueces, sin azúcar, de manera que haya algo para todas.

Bingo de los helados

Crea cartones de Bingo a partir de los distintos sabores de helados. Consulta www.myfreebingocards.com. Este sitio te permite imprimir 30 cartones de Bingo gratis y hace todo el trabajo por ti. Selecciona tantos sabores de helados como quepan en el cartón de Bingo. Una vez que hayas personalizado los cartones, imprímelos y recórtalos. Se puede usar peniques o botones para cubrir los espacios del cartón. Las tiendas de “Todo a un Dólar” son buenos lugares donde comprar premios para las ganadoras.

Decoraciones

Consulta el sitio web: www.Orientaltrading.com para ver decoraciones sobre el tema de los helados.

¡Deléitate en el Señor!

El Salmo 37:4 es mi versículo favorito de la Biblia: “Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón”. He amado este versículo desde que era niña, mucho antes de que llegara a comprender la verdadera belleza que encierra.

Mi papá solía llevarme, a mí y a mis hermanas a la heladería Dairy Delight (Deleite de helados de leche) que quedaba cerca de nuestro vecindario. Cuando por primera vez traté de entender lo que deleitarse en el Señor quería decir, pensé que tenía que ver con los ricos sabores de los helados. Pensaba que si oraba lo suficiente, Jesús me daría dulces, helados o lo que mi corazoncito deseaba en ese momento en particular. ¡Qué cosas tan ingenuas se nos ocurre pensar cuando somos niñas!

La palabra “deleite” se define como un “gran placer”, “felicidad”, “gozo”, “alegría” o “emoción grata”. Deleitarse en el Señor nos desafía a descubrir nuestra felicidad, el placer y la satisfacción completa en Él. Hay tantas cosas vacías en la sociedad de hoy que nos engañan haciéndonos creer que no estamos felices o satisfechas. El verdadero placer y la verdadera satisfacción sólo pueden lograrse cuando dedicamos nuestras vidas al Señor y nos deleitamos en Él.

La segunda parte del versículo dice: “… y él te concederá los deseos de tu corazón”. Si no somos cuidadosas, podemos malinterpretar esta parte del versículo. Sí, podemos hallar felicidad y satisfacción en seguir a Cristo, pero eso no significa que obtendremos todo lo que queremos o esperamos, y no significa que nos sentiremos felices y contentas todo el tiempo. El camino que seguimos con Cristo, si bien siempre es provechoso, no siempre es fácil.

El deseo de tu corazón podría ser el de adquirir un carro nuevo o cualquier otro capricho que sientas un determinado día. Deleitarnos en el Señor y recibir el deseo de nuestros corazones no garantiza posesiones mundanales. Si realmente nos deleitamos en el Señor, nuestros deseos comenzarán a coincidir con los deseos que el propio Cristo tiene para nuestras vidas. Una vez que empezamos a hacer esto, empezaremos a sentir tranquilidad y contento en cualquier situación que enfrentemos en nuestras vidas.

La pregunta sobre la que debemos reflexionar es la siguiente: “¿Son tus deseos más profundos los de este mundo, o son lo que Cristo desea para nosotras?” ¡Que te deleites en el Señor y obtengas satisfacción en los deseos y planes que Él tienen para ti!