Introducción
El Año Nuevo es una oportunidad para volver a empezar y organizarnos bien. Las fiestas de fin de año llegaron y se fueron y ahora hay que limpiar todo lo que habíamos metido bien apretujado en un clóset. Es también una buena ocasión para echar un vistazo a los closets de nuestra vida y limpiarlos de adentro afuera, para dejar que Dios quite lo viejo y mantenga lo que sigue siendo útil para Su servicio.
Decoraciones
Exhibe por todo el salón una variedad de colgadores, cajas de almacenamiento y canastos para la ropa.
Ideas para el programa
¿Qué clóset es éste?
Invita a las mujeres a sacar fotos de los closets de sus casas y a que las exhiban por todo el salón. Hacia el final de la reunión diles que adivinen de quién es el clóset que aparece en las fotos.
Oradora invitada
Invita a una experta en organizar clósets o a una diseñadora de closets para que compartan algunas sugerencias con las mujeres. Consulta en Internet las compañías que ofrecen estos servicios en tu área.
Sitios web
Los siguientes son sitios web con grandes ideas para imponer el orden en los closets: www.housebeautiful.com/lifestyle/organizing-tips/tips/g911/closet-organization-ideas/
http://www.hgtv.com/remodel/interior-remodel/5-steps-to-organizing-your-closet
Esto funciona para mí
Invita a las mujeres a compartir sugerencias de estrategias para ordenar el clóset que han funcionado para ellas en sus casas.
Ideas de proyectos de servicio
Ordenar el clóset
Limpien y ordenen closets o despensas en el recinto del Cuerpo. Asegúrate de contar con los materiales y cajas de almacenamiento necesarios para realizar este proyecto.
Albergue local
Consulta con un albergue de tu localidad cuáles son algunas de sus necesidades. Compila una lista de estos elementos y repártelos entre las mujeres. Diles que vean si tienen en casa algunos elementos que pudiesen donar para este proyecto. Recalca que los elementos deben estar limpios, sólo levemente usados y en buenas condiciones para ser usados. Fija una fecha en la que el grupo podría pasar a dejar los elementos donados al albergue y celebren un programa en conjunto con sus clientes.
¿Qué hay en tu clóset?
Cuando era niña, el día sábado era siempre el día del aseo y la limpieza de la casa. Mis hermanas y yo teníamos que limpiar nuestras habitaciones antes de poder salir a divertirnos. Por cierto, siempre hacíamos de esa tarea algo mucho más difícil y largo de lo que tenía que ser. Un sábado en particular, mi hermana y yo decidimos que íbamos a ser más listas que nuestra madre. Tomamos todo lo que estaba desparramado por la habitación y lo apilamos en nuestro clóset y cerramos la puerta. Y bueno, no hace falta decirlo, mi mamá no se dejó engañar. Abrió ese clóset y todo se vino al suelo. No sólo tuvimos que limpiar todo de la manera correcta, sino que además se nos prohibió salir de casa el resto del día.
¿Cuán a menudo tratamos de hacer lo mismo en nuestras vidas espirituales? Apilamos y apretujamos en nuestros closets mentales las cosas desordenadas que tenemos en nuestras vidas, esperando que sean olvidadas o, mejor aún, que desaparezcan por completo y para siempre. Tratamos de ocultar las mentirillas, los chismorreos, los sentimientos heridos, el resentimiento, todos esos pecados en que incurrimos en nuestra vida diaria y que no queremos que los demás vean. Nos saltamos nuestras oraciones y los devocionales y dejamos que el mundo nos muestre cómo manejar esos pecados.
Cuando mi madre vino a inspeccionar nuestra habitación ese sábado, nos recordó que el clóset también era parte de nuestra habitación. El Salmo 84:1 comienza: “¡Cuán hermosas son tus moradas!” No añade: “a excepción de los closets”. Toda nuestra morada necesita ser hermosa. Nuestras vidas necesitan estar limpias y pulcras en todas sus áreas y aspectos. Cuando desordenamos y ensuciamos nuestra morada, nuestra casa o nuestra habitación interior, cuando pecamos y perdemos todo nuestro encanto, necesitamos detenernos y hacer lo que es necesario para arreglarla y hermosearla. Necesitamos limpiar la habitación completa. Quizás necesitemos comenzar por los closets, las áreas ocultas de nuestras vidas, las partes que esperamos que nadie vea. Pero Dios ve todo y sabe todo acerca de nosotras. Él quiere que podamos mostrar cada aspecto de nuestras vidas a los demás y en la medida que lo hagamos ayudar también a los demás a crecer espiritualmente.
La Primera Carta de Juan 1:9 dice: “Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad” (NVI). Esto incluye los pecados que ocultamos en el clóset, de los que esperamos que nadie jamás se entere. Él quiere que le confesemos nuestros pecados a Él para que Él no pueda limpiar.
Reparte a las mujeres papeletas e invítalas a escribir algunas de las cosas de sus vidas en las que ellas necesitan trabajar, aquellas áreas en las que necesitan que Dios tome el control. Invita a aquellas que se sienten movidas a compartir lo que escribieron a que lo hagan. Luego de un momento de oración en que le piden al Señor que las oriente y las perdone, invita a las mujeres a arrojar sus bolígrafos al cesto de la basura como manera de simbolizar la limpieza que han hecho de sus vidas.
Concluye el encuentro con una oración en grupo haciendo que todas juntas lean el Salmo 84:1–4.