La pena es una visitante frecuente en las vidas de todos porque todos experimentamos pérdida y transformación en nuestras vidas. A veces la causa de los cambios en nuestra vida pueden ser el matrimonio, el nacimiento de un bebé, un nuevo trabajo o una mudanza a otra ciudad. Todo cambio trae consigo la pérdida de algo incluso cuando ese cambio implique una mejora en nuestras vidas. Es importante entender las fases que debe seguir un sentimiento de pena verdaderamente sano para que, gracias a ese conocimiento, podamos florecer en la vida.
Una pérdida traumática debida a un desastre, un divorcio o la muerte de un ser querido es algo aún más grave. Es una forma de pena mucho más fácil de reconocer y suele dejarnos atrapadas en una de sus fases. Las siguientes son las siete fases: Shock/incredulidad, negación, reflexión, sentimiento de culpa, ira, depresión y aceptación/esperanza.
Invita a una oradora para que aborde este tema o desarrolle un grupo de apoyo en torno al estudio de un libro que trate el tema. Podrías ofrecer la posibilidad de estudiar ese libro de manera regular, especialmente si tu Cuerpo o comunidad ha debido enfrentar algún desastre.