Muestre y cuente
Con antelación, invite a las mujeres a traer una pequeña reliquia o un recuerdo familiar. Pida a las mujeres que compartan con el grupo lo que significan sus objetos y por qué.
Video
Hay muchos videos en internet sobre acogimiento familiar y testimonios de familias. Aquí tienen un ejemplo (en inglés). https://sw-ke.facebook.com/Proj127/videos/10155179252241652/ Proyecto 1.27 es una organización sin fines de lucro en Grand Junction, Colorado, que ayuda a preparar a las familias para el acogimiento familiar y relaciona a los niños con las familias.
Información sobre acogimiento familiar
Contacte con una agencia de acogimiento familiar local para invitar a una asistente social a charlar con las mujeres acerca de los que significa ser una familia de acogida. Si esto es difícil, internet le puede proporcionar información sobre acogimiento familiar para compartir con las mujeres.
Bolsas de lona para el viaje
A menudo, cuando se retira a los niños de sus hogares para llevarlos transitoriamente a una nueva familia, llevan sus pocas posesiones en una bolsa de basura. Invite a las mujeres a buscar en sus armarios bolsas de tela o maletas pequeñas que ya no utilizan. Pídales que donen algunos elementos básicos y que los pongan en las bolsas. El siguiente sitio ofrece ideas para el montaje de bolsas de bebé, de niños y de adolescentes. https://www.pinterest.at/pin/635640934878603764/.
Done las bolsas que hayan reunido a una organización sin fines de lucro local que ayude con la ubicación de niños en familias de acogida.
Mi familia
Crecí en una familia muy unida. Celebrábamos grandes reuniones familiares en todas las festividades. Solía bromear con mis amigos acerca de tener cuatro Navidades. Por la mañana, celebrábamos Navidad con mi familia inmediata. Después, asistíamos una fiesta de Navidad con la familia de mi papá, a la que seguía otra fiesta de Navidad con la rama paterna de la familia de mi mamá. Finalmente, había otra fiesta con la rama materna de la familia de mi mamá. Valoraba cada una de estas reuniones, y no solo por los regalos. Para mí, era valioso compartir cada tradición. Cada vez que un abuelo contaba una historia de los tiempos cuando mis antepasados emigraron a Estados Unidos, siempre pensaba: «Espero que mi familia sienta ese mismo orgullo por mí algún día» o «Espero poder estar a la altura del legado de mi familia». Sin embargo, me di cuenta muy rápido de que mi familia no era tan perfecta como pensaba. Seguía orgullosa de pertenecer a mi familia. Jamás dudé que me amaran y que era digna de su amor. Aunque las cosas no son la imagen de la perfección, siempre supe que pertenezco a una familia y que me aman.
Crecí rodeada de un amor inquebrantable en mi casa, pero hay muchos niños que no tienen esa experiencia y esto me hace pensar en todos los niños que no tienen familia. En un día cualquiera en los Estados Unidos, hay 443 000 niños en el sistema de acogimiento familiar. Para estos niños, el mundo está al revés. Pienso en el legado por el cual quiero vivir y me pregunto: «¿Qué legado tienen estos niños? ¿De dónde son? ¿Qué ejemplos han recibido? ¿Abuso? ¿Angustia? ¿Abandono? ¿Hogares quebrados? ¿Dolor y sufrimiento?». Algunos son separados de sus hermanos. Algunos vivirán de casa en casa sin llegar a conocer el amor constante que muchas de nosotras vivimos, y que cada niño merece. Salmos 68:5, 6 dice: «Padre de los huérfanos y defensor de las viudas es Dios en su morada santa. Dios da un hogar a los desamparados».
Recuerdo cuando verdaderamente entregué mi vida a Dios. Me sentía tan llena del amor y de la esperanza del Espíritu Santo que casi no sabía qué hacer conmigo misma. Tan solo me senté y lloré. Por primera vez en mi vida me sentía completa. Me sentía «bastante buena». No tengo la respuesta sobre cómo podemos ayudar a todos estos niños que se preguntan si son dignos de amor, pero sé que podemos empezar orando por ellos. Podemos orar para que estos niños entiendan cómo los ve Dios. Podemos orar para que Dios llame a más personas para que sean familias de acogida y para que adopten. Podemos orar para que Dios fortalezca a los que están involucrados con las familias de acogida y la adopción. Debemos orar para que el consuelo de Dios esté con estos niños en el momento más difícil de sus vidas. También debemos orar para que Dios nos muestre cómo podemos involucrarnos.
Si bien no todas hemos crecido en hogares amorosos o con familias que nos adoraban, cuando entramos en la familia de Dios, heredamos un nuevo legado por el cual debemos responder. Lamentaciones 3:24 dice: «Por tanto digo: “El Señor es todo lo que tengo. ¡En él esperaré!”». A pesar de nuestro lugar de origen o de nuestras experiencias, podemos encontrar esperanza en el amor perfecto de Dios.