Agosto 2022 – Testimonios de esperanza

Agosto 2022 – Testimonios de esperanza

Introducción

Pasaje bíblico: Filipenses 1:6: «Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús».

Sugerencias para la decoración

Decore la sala con mapas. Pida a las mujeres que coloquen una tachuela de color en el mapa para indicar donde nacieron o un lugar que sea importante para ellas. Pídales que compartan qué tiene de especial ese lugar.

Rompamos el hielo

Pida a las mujeres que tomen una pregunta de un cuenco y que compartan las respuestas para aprender acerca de las millas que han recorrido en sus vidas. Algunas sugerencias:

  • ¿Dónde nació? Comparta una historia corta que le hayan contado sobre su nacimiento.
  • Describa su familia de origen: el número de hermanos, en qué lugar encaja entre ellos según el orden de nacimiento, padres en el hogar, parientes lejanos.
  • Comparta un recuerdo de la escuela que la hace feliz.
  • Cuando era niña, además de sus padres, ¿a quién más admiraba? ¿Por qué?
  • Comparta un hito importante de su adolescencia.
  • Cuente un viaje que haya realizado cuando era una joven adulta.
  • ¿Dónde está el lugar favorito al que ha viajado? ¿Qué hace que sea su favorito?
  • Recuerde un momento en la vida cuando sufrió tristeza o dolor. ¿Cómo superó ese momento?
  • ¿Tiene una canción que describa su camino con el Señor? ¿Por qué esta canción refleja su experiencia?
  • ¿Cuál es la distancia máxima que ha viajado desde su casa? Comparta una razón de esta excursión.
  • ¿Qué decisión de la vida puede haber cambiado el curso de su viaje?

Comparta el vídeo de la canción Cada milla importó (Every Mile Mattered).

En esta canción, Nichole Nordeman dice que las experiencias de la vida pueden ser un lugar de profundidad que ayuda a formar las personas que somos hoy. Puede encontrar la canción en YouTube.

Juego: Cada milla importa

Cada frase a continuación tiene la palabra «milla» incluida. Complete los espacios en blanco con la palabra correcta para terminar la frase.

  1. Un viaje de mil millas comienza con el primer (paso).
  2. Le das una (pulgada) y se toma una milla.
  3. Cuando viajas en barco, la distancia se mide en millas (náuticas).
  4. Falta la misma palabra, aunque una vez en masculino y otra en femenino, en los dos espacios en blanco de esta canción de cuna de Mamá Ganso: «Érase un hombre (torcido). Y caminaba en una milla (torcida)».
  5. Si viaja por la autopista, encontrará su ubicación según los (marcadores) de millas.
  6. Algunas personas tienen «(listas) de cosas» para hacer de una milla de largo.
  7. Una atracción turística popular de Escocia se llama (Royal)
  8. Se dice que para practicar la empatía y entender las experiencias de otra persona, debe (caminar) una milla en sus zapatos.
  9. Alguien que parece totalmente inconsciente de lo que le está diciendo en el momento puede estar a millas de distancia en su (pensamiento o mente).
  10. Si confían en usted por su encanto, o es fácil engañarla, la gente podría decirle que la detectan ¡a millas de (distancia)!
  11. (Eight) Mile Road se encuentra en el límite norte de la ciudad de Detroit y tiene valor cultural. También se presentó en una película y en una canción con el mismo nombre del rapero Eminem.
  12. «Miles» es un nombre masculino popular que significa (misericordioso o soldado).
  13. El (velocímetro) es un indicador que muestra la velocidad instantánea de un vehículo y las millas recorridas por hora.
  14. Alguien que entiende una situación rápidamente, o que reconoce a un farsante se dice que lo (ve o detecta) a una milla de distancia.
  15. Cuando una persona vuela seguido y recorre muchas millas, puede conseguir pertenecer al programa de viajeros (frecuentes).
  16. Un músico popular estadounidense de jazz y R&B de la década de los ochenta y noventa fue Miles (Davis).
  17. Chicago tiene una zona comercial famosa en el circuito conocido como (Magnificent)
  18. Three Mile Island fue el sitio donde ocurrió un desastre en una estación de generación (nuclear).
  19. Si vive en la zona rural, su (vecino) más próximo podría vivir a millas de distancia.
  20. En el sermón de la montaña, Jesús ordenó a Sus seguidores recorrer una milla (más), lo que significa hacer un esfuerzo adicional y más de lo que se espera de una.

Juego: Más que una milla

1) ¿Cuántos kilómetros hay en una milla?

2) ¿Qué palabras puede formar con las letras M I L L A?

3) ¿Qué rima con milla?

  • a) Un objeto para sentarse. (silla)
  • b) Una hierba para té. (manzanilla)
  • c) Un motivo de murmuración. (comidilla)
  • d) Germina y produce otra planta de la misma especie. (semilla)
  • e) Roedor con una cola muy peluda y de movimientos ágiles y vivos. (ardilla)
  • f) Entre el muslo y la pierta está la (rodilla).
  • g) Trozo irregular de madera. (astilla)

Cada milla importa

La vida está llena de altibajos, de decisiones buenas y malas, y de recuerdos que nos hacen reír o llorar. No podemos volver al pasado y cambiar el rumbo, tomar otra decisión o presionar un botón para volver a hacer algo. No podemos retroceder el reloj para elegir la otra opción; la que rechazamos. No podemos vivir nuestra vida según los «¿qué hubiera pasado si…?» y quedarnos estancadas en el reino de los arrepentimientos. El pasado da forma a nuestras vidas. Cada decisión importante que hemos tomado ha tenido un impacto.

Cuando medito en mi vida, de dónde vengo, cómo crecí y a dónde he llegado, recuerdo cada vez más la fidelidad de Dios y que ninguna experiencia fue en vano. En cada una de nuestras vidas hay circunstancias agradables y desagradables. Y aunque quisiéramos solo vivir las bendiciones agradables, a menudo encontramos nuestro mayor crecimiento en los momentos dolorosos y de agonía. ¿Querría cambiar el dolor en mi vida por solo la belleza? Si bien esto podría sonar lindo, si soy sincera, veo el valor en el dolor que me llevó a una mayor valoración de la belleza. Hay decenas de testimonios de personas que han vivido su mayor cercanía a Dios en los valles más oscuros de sus vidas. Pacientes que soportaron tratamientos eternos para combatir el cáncer, una enfermedad o una adicción hablan de la esperanza a la que se aferran.

Una amiga mía de hace muchos años ha escrito acerca de sus luchas con la depresión y del dolor que la acompaña. Ella dice: «Los Evangelios están llenos de relatos de sanaciones milagrosas obradas por Jesús; cada una de ellas es inmediata y completa. Después de cada relato de sanación, le pregunto a Dios: “¿Por qué a mí no? Los has sanado, ¿por qué me dejas en mi propio quebrantamiento?”. Primero, tengo que entender que el sufrimiento no tiene fecha de vencimiento. No lleva un sello que revela que, en determinado momento o día, yo seré sanada. ¿Significa esto que a Dios no le importo? ¿Me ha abandonado y se ha olvidado de mí?

En su libro En defensa de Dios, Timothy Keller aborda esta pregunta: «¿Por qué Dios permite que sigan existiendo la maldad y el sufrimiento? Y cuando miramos la cruz de Jesús, aún no sabemos cuál es la respuesta. Sin embargo, ya sabemos cuál no es la respuesta. No es posible que Él no nos ame. No puede ser que Él sea indiferente o ajeno a nuestra condición. Dios se toma tan enserio nuestra miseria y sufrimiento que estuvo dispuesto a asumirlos en carne propia».

¿Cómo me ayuda esto ahora? Este conocimiento no me quita el sufrimiento. Todavía lo llevo día tras día. No lo quita, pero me da esperanza para soportarlo. Dios me hace recordar su amor profundo, que todo lo puede y todo lo soporta por mí, incluso en los lugares más dolorosos y oscuros de mi vida. Esa certeza me permite poner un pie delante del otro día tras día y me da la voluntad para sobrevivir mientras me aferro a Su amor. Su propio sufrimiento y muerte en nombre de mi estado pecaminoso es una prueba tangible de que a Él le importo.

Dentro de este camino por la depresión, he descubierto que todavía hay un propósito y una obra pendientes. Es la tarea difícil de convertirse. La tarea de la transformación en una relación más profunda e íntima con el Dios que me ama con un amor eterno. Él usa la herramienta del sufrimiento para darme forma y para llevarme a un abrazo más intenso en Sus brazos. Él anhela que yo me sumerja en Sus profundidades y que me aferre con toda mi fuerza a Él. Él usará cualquier medio necesario para apartarme y consagrarme, y para llenarme con la medida de la plenitud de Dios. Yo, simplemente, debo dejar de pelear contra Él y dejar de creer las mentiras del Destructor. Debo entregarme una y otra vez, momento a momento. Debo dejar mi alma cansada, lastimada, enojada y amargada a los pies de Jesús, y esperar. Esperar todo el tiempo que sea necesario. Debo creer que Él es mi amparo y mi fortaleza, mi ayuda segura (Salmos 46:1) en tiempos de peligro, incluso cuando la batalla se libra desde dentro como desde fuera. Debo buscar y seguir buscando cuando pareciera que Él está ausente. Debo pedir y seguir pidiendo cuando pareciera que Él no escucha mis clamores de ayuda. Continuaré golpeando ante las puertas del cielo cuando parezcan estar cerradas con cadenas. Dios ha prometido: “Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre” (Mt 7:8). Simplemente, Dios no revela el “cuándo”, por lo tanto, yo espero con paciencia. Durante la espera, debo confiar, creer, aferrarme, seguir adelante, incluso cuando no percibo Su presencia. Dios está en la espera. Él está peleando por nuestras vidas y quiere para nosotras más de lo que jamás podamos imaginar».

Mientras mi amiga comparte su testimonio, recuerdo las millas que ha viajado para escapar de su oscuridad. He orado para su liberación de esta depresión y he sido testigo de su enorme fe en Dios por medio de su malestar. Reclamo las palabras de Pablo cuando dice: «Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús» (Flp 1:6).

La promesa de Dios es nunca nos dejará ni nos abandonará. (Deuteronomio 31:6; Hebreos 13:5). Cada milla que recorremos en la vida importa. Una cita de Helen Keller dice: «No soy la única, pero aún así soy alguien. No puedo hacer todo, pero aún así puedo hacer algo; y justo porque no lo puedo hacer todo, no renunciaré a hacer lo que sí puedo». No podemos cambiar nuestro pasado, pero podemos determinar que desde ahora en adelante nuestras opciones, decisiones y experiencias no serán en vano, porque es verdad que «el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús» (Flp 1:6).

Oración final.