Tema: Recipientes para patio para personas confinadas o ancianos.

Pasaje bíblico de referencia: «Vendrán y cantarán jubilosos en las alturas de Sión; disfrutarán de las bondades del Señor: el trigo, el vino nuevo y el aceite, las crías de las ovejas y las vacas. Serán como un jardín bien regado, y no volverán a desmayar». (Jer 31:12).

Introducción

Este programa muestra oportunidades creativas para servir a residentes de geriátricos o personas confinadas en sus hogares.

Propósito del programa

Por lo general, las personas que viven en establecimientos o que están confinadas están ansiosas por recibir visitas o realizar actividades con gente. A través de los Ministerios de Cuidado Comunitario del Ejército de Salvación, tenemos una hermosa oportunidad de visitar personas que ya no pueden salir de sus establecimientos. Podemos ofrecerles un servicio de iglesia, llevarles regalos, manualidades, música y mostrarles el amor de Dios por ellas. Para hacer esto, puede incluir la ayuda de otros en el Cuerpo, como grupos musicales, Cuerpos aventureros, Rayitos del Sol, ministerios femeninos, ministerios masculinos y las clases dominicales.

Decoraciones

Podría incluir regaderas, herramientas de jardinería y plantas verdes pequeñas como hiedra, orejas de elefante o cactus.

Actividad

En espacio abierto: Si el grupo va a una residencia con un jardín, pida a algunas mujeres que se ofrezcan como voluntarias para cuidarlo. Esta podría ser una actividad de una sola vez o podría ser un proyecto continuo y las voluntarias podrían cuidar el jardín de forma regular. Para más participación de los residentes, compre macetas, grava, tierra, mantillo, plantas verdes y flores. Cave varios pozos pequeños donde poner las macetas en hileras paralelas. Cada tiesto debe tener una capa de grava, tierra, mantillo y una planta en el centro. Dé a cada residente la responsabilidad de regar una planta. Invítelos a pintar o decorar un letrero hecho en madera con sus nombres para identificar sus tiesos. Sería necesario que renueve las plantas periódicamente, según la estación.

En espacio cerrado: Si no hay un jardín en la residencia, compre macetas/tiesos, tierra y plantas de bajo mantenimiento que puedan compartir los residentes. Llene los tiesos con una mezcla de mantillo, tierra y piedritas, luego agregue las plantas verdes. Indique a los residentes cómo cuidar sus plantas. También podría invitar a los residentes a decorar los tiesos con pegatinas, pintura y sus nombres en representación de todos los residentes. Un beneficio adicional es que las plantas son una buena fuente de oxígeno y ayudan a decorar el espacio común.

Alégrense en el Señor

Me gusta preparar la terraza trasera para la primavera, el verano y el otoño. En cuanto empieza a hacer suficiente calor, pongo los muebles en la terraza, agrego almohadones de color y decoraciones como un bebedero para pájaros o banderas para jardín y pongo las plantas de la casa afuera. Me gusta tomar mi café todas las mañanas en la terraza y solo disfrutar la creación de Dios al escuchar el canto de los pájaros y oler el aire húmedo. Esto me lleva a dar gracias al Señor por concederme todas Sus maravillosas bendiciones.

Un jardín es una clase lugar que se puede usar para expresar alegría, paz y satisfacción. Esto es lo que encontramos en Jeremías 31:12 «Vendrán y cantarán jubilosos en las alturas de Sión; disfrutarán de las bondades del Señor: el trigo, el vino nuevo y el aceite, las crías de las ovejas y las vacas. Serán como un jardín bien regado, y no volverán a desmayar». El profeta expresa lo que el pueblo de Israel sentirá cuando regrese a la tierra que les prometieron. Estaban ansiosos por la restauración del Reino de Dios. Gracias a su liberación, tendrían mucho por lo que honrar y servir a Dios con alegría. Comparaban sus almas con un jardín regado, con el significado de que florecerían y serían fructíferos.

¿Cómo podemos florecer y ser fructíferas? Cuando leemos la Palabra de Dios, podemos comparar nuestras vidas de oración con Él con las raíces de una planta o de un árbol. Cuanto más convivimos con Él, más se arraigarán nuestras raíces en Su amor. Cuando cuidamos a las personas de nuestro alrededor y compartimos con ellas, somos más fructíferas.

Estas palabras también son para nosotras hoy. En la presencia del Señor tenemos esperanza por el futuro. Nuestras vidas deberían ser como un hermoso jardín lleno de un aroma agradable que podemos compartir con otros a través del amor de Dios. Cuando estamos en la Presencia de Dios, hay una sensación de paz y alegría que nos llena y se desborda en nuestras vidas. Hoy, exaltemos juntas al Señor. Leemos en la Palabra de Dios: «Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense!» (Flp 4:4).