Historias de S’more
Preparación
Elige un lugar al aire libre con un buen espacio para la fogata. Podría ser en tu casa o pedirle a una de las mujeres que la organice en su patio trasero. Organiza un área con suficientes asientos para todos, lejos del humo.
Si a tu grupo le resulta difícil celebrar la reunión al aire libre, coloca las sillas en círculo en la sala de reuniones alrededor de una fogata artificial. Puedes servir “Indoor S’mores”. La receta está disponible en Onceuponachef.com. Busca “Indoor S’mores”.
Si hace frío, asegúrate de avisar a las mujeres que se abriguen bien o que proporcionen algunas mantas. Octubre es la época perfecta para esta actividad, especialmente en los estados del norte, ya que el aire otoñal empieza a refrescar y hay muchas hojas secas para encender fuego.
Cuando una actividad implique fuego, asegúrate de practicar buenos hábitos de seguridad, como tener una fuente de agua cerca para apagar el fuego si necesita extinguirse rápidamente. Usa una fogata o un anillo de metal o ladrillo para contener el fuego. También puede que quieras designar a alguien como guardián del fuego para que encienda el fuego y genere brasas perfectas para hacer s’mores.
Refresco
La actividad de los S’mores puede comenzar tan pronto como el fuego esté bien caliente. Este aperitivo principal es un clásico de las fogatas, pero también puedes optar por algo más gourmet. El chocolate viene en muchas presentaciones con complementos como tazas de mantequilla de cacahuete, tortitas de menta o incluso nueces, o galletas Oreo trituradas. Los stroopwafles pueden darle un toque especial a la noche si se ofrecen en lugar de las tradicionales galletas graham. Anima a las mujeres a ayudarse entre sí, especialmente si hay alguna persona con problemas de movilidad en el grupo.
Tiempo para Compartir
Compartir nuestras historias personales es importante para ayudar a restaurar y fortalecer nuestra fe. Una vez que todas hayan terminado sus Smores, comienza el momento de compartir historias. Prepara a las mujeres con anticipación, avisándoles que habrá un momento para compartir. También puede romper el hielo compartiendo primero su propia historia. Aquí hay algunas preguntas que puede pedirles que respondan:
- Si pudieras cenar con cualquier personaje bíblico, ¿quién sería y por qué?
- ¿Cuál es tu historia o libro bíblico favorito y por qué?
- Describe una ocasión en la que sentiste que tu fe fue puesta a prueba.
- Si pudieras pedirle a Dios que te explicara algo que no entiendes, ¿qué sería y por qué?
- ¿Qué persona ha tenido la mayor influencia en tu fe? ¿Cómo?
- ¿Hay alguna tradición o práctica especial que te haya ayudado a crecer en tu fe? ¿Cómo?
- ¿Qué letra de canción o pasaje bíblico describe mejor tu vida de fe? ¿Por qué?
- Cuéntanos sobre una experiencia crucial en tu fe y cómo Dios obró en tu vida.
- ¿Alguna vez has presenciado algo que describirías como milagroso?
- Si pudieras darle un consejo a una persona más joven sobre cómo vivir en la fe, ¿qué le dirías?
- Habla de una ocasión en la que supiste que Dios estaba cerca.
Si tiene un grupo conversador, considere usar un cronómetro para cada orador o un bastón de diálogo para que todos puedan compartir. Sin embargo, siempre dé la opción de pasar, ya que nadie debe verse obligado a compartir si no se siente cómodo.
Al final del intercambio, comparta la reflexión devocional. Concluya la velada con una oración y cantando coros en una fogata. Algunas sugerencias podrían ser: “Lo que el Señor ha hecho por mí”, “Pon tu mirada en Jesús” o “Bendita seguridad”; con especial énfasis en la letra del coro: “Esta es mi historia, esta es mi canción”.
Salón de la Fe
Hebreos 11 se conoce a menudo como el “Salón de la Fe”. Consta de cuarenta versículos que repasan brevemente algunas de las grandes historias del Antiguo Testamento. Enumera elogios a la fe de sus personajes principales, compartiendo sus historias. Sin embargo, en realidad comparte la gran historia de quién es Dios y cómo podemos experimentarlo por fe. El pasaje describe lo que podemos ver para asegurarnos de tener una fe segura en lo invisible: el final de la historia.
Por fe entendemos que Dios, como creador del universo, lo creó de la nada. Vemos que Abel adoró debidamente a Dios y que Enoc agradó a Dios y fue recompensado por buscarlo fielmente. Vemos a Noé actuando con santo temor para construir un arca y luego heredar la justicia. La obediencia de Abraham, junto con la de Sara, condujo a la fe de Isaac y Jacob y a la fundación de una gran nación que se convertiría en el pueblo de Dios. José, Moisés y Rahab son mencionados individualmente antes de que el pasaje avance rápidamente a través de una lista de nombres y muchas más historias de hombres y mujeres fieles que actuaron por fe y fueron elogiados por ello.
El autor concluye con su punto clave: aún hay más en la historia. El versículo 40 nos dice que Dios ha planeado algo mejor para todos nosotros. Hebreos 11:40 nos dice: «Todos estos fueron elogiados por su fe; sin embargo, ninguno de ellos recibió lo prometido, ya que Dios había planeado algo mejor para nosotros, para que solo junto con nosotros fueran perfeccionados» (NVI). Y el siguiente capítulo continúa invitándonos a seguir caminando en la fe, que ahora puede depositarse en alguien a quien podemos ver, conocer y con quien podemos tener una relación personal: Jesús.
Leemos en Hebreos 12:1, 2, 3: “Por tanto, teniendo en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia. Y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el iniciador y consumador de la fe. Por el gozo puesto delante de él, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Consideren a aquel que soportó tal oposición de parte de los pecadores, para que no se cansen ni desfallezcan.” (NVI)
Dios se da a conocer a través de nosotros, también en nuestras historias. Cuando contamos nuestras historias de fe, con la mirada puesta en Jesús, mostramos cómo Dios ha escrito su historia en nuestras vidas. ¿Qué papel juega Dios en tu historia? ¿Está Él en el lugar correcto o necesita ser reelegido como el protagonista?