Julio 2020 – Ama a tu prójimo

Julio 2020 – Ama a tu prójimo

Ideas para el programa

Pon el video “No Way Out: Sex–Trafficked at 16 Years Old” (Sin salida: Víctima de la trata de blancas a los 16 años) del sitio web: www.helpsharechange.org. Cuenta cómo una sobreviviente logró escapar de la trata de blancas.

Coordina un momento de oración y luego comparte la oportunidad de que las integrantes del ministerio femenino patrocinen un Justice Gift (Regalo de Justicia) del Ejército de Salvación (www.SAjustice.us). Se trata de pequeños proyectos misioneros del Ejército de Salvación, como por ejemplo comprar comidas para un niño que vive en un Barrio Rojo en la India, materiales de alfabetización para el Programa Femenino WORTH­ en Kenia, comprar suministros médicos o realizar entrenamiento vocacional para el “Programa de Sobrevivientes de la Prostitución” en Kenia.

Comparte con las mujeres los regalos disponibles en el sitio web “Others/Trade for Hope” (www.tradeforhope.com). “Others” (Los demás) es una iniciativa del Ejército de Salvación que consiste en asistir a víctimas vulnerable en Bangladesh, Pakistán, Kenia y Moldavia a producir todo tipo de bienes, dándoles a estas personas un medio para ganarse la vida y lograr la autonomía personal.

Coordina un “Equipo de Apoyo” para conectarte y cuidar a mujeres en tu comunidad que trabajan en la industria del sexo. Hay muchos recursos disponibles en www.SAjustice.us: Support Team Basics (en inglés), Contact Card y Flyer (ambos disponibles en inglés, español, tailandés, vietnamita, coreano y chino).

Un Cuerpo de la División de Sur de California organizó un grupo de ese tipo, un “Equipo de Apoyo” semanal dirigido a mujeres que trabajaban en salones de masajes y prostíbulos en su comunidad. Conocido como Sweet Prayers (Oraciones dulces) para identificar los medios y el propósito de su ministerio, el equipo visita los locales cada semana, llevando de regalo hojaldres y masas dulces, ofreciendo amistad, recursos y oración. Los varones del Cuerpo sirven de choferes y oran mientras el equipo les habla a las trabajadoras dentro de los prostíbulos. Un administrador de uno de estos prostíbulos en particular, incomodado por las visitas, le dijo al equipo que sus regalos eran “demasiado dulces” y que no regresaran. Resuelto a cumplir su tarea, el equipo aprendió que el paladar de la cultura asiática no era muy afín a los hojaldres y otras masas dulces típicas de los Estados Unidos, por lo que decidieron volver a la semana siguiente trayendo regalos en la forma de frutas. El administrador del prostíbulo ahora acoge y espera ansioso la visita semanal de las “Oraciones dulces”.

Establece contacto con uno de los enlaces comunitarios (un miembro de la policía o del Cuerpo Especial Contra la Trata de Blancas (en inglés, Anti–Trafficking Task Force) para identificar las necesidades que pueda haber en tu comunidad. Un recurso recomendado es: www.polarisproject.org, una organización sin fines de lucro que trabaja en el combate y prevención de la esclavitud y la trata de blancas en el mundo de hoy. La organización trabaja directamente con las víctimas, ofrece sugerencias, atiende líneas de emergencia en situaciones de crisis y ofrece soluciones a las personas que han sido victimizadas por la industria de la trata de blancas.

 

Ama a tu prójimo

Tengo una confesión que hacer. Soy muy egoísta. No me gusta sentirme mal. Prefiero evitar los libros y las películas que te hacen llorar o que terminan mal porque no quiero sentirme mal o sentir compasión por otras personas, ni tampoco sentir dolor o tristeza. ¿Cómo se traduce esto a mi vida de todos los días? A veces me convenzo de que tengo que estar demasiado ocupada para que esas cosas me importen. Si veo a un hombre maloliente y grasiento sentado a la entrada de un edificio, me aseguro de pasar de largo lo más lejos posible de él. Si veo a una mujer mayor con la boca desdentada pidiendo limosna en una intersección, me convenzo de que ella usaría el dinero que le dan para pagar sus adicciones.

Pero aprendí por primera vez lo que es la compasión el 14 de diciembre de 1983. Mi primer bebé, Christopher, nació extremadamente amarillento y fue trasladado de inmediato a la Unidad de Cuidados Intensivos para recién nacidos para conectarle los líquidos intravenosos que necesitaba. Se suele insertar una aguja intravenosa en el brazo de un adulto, pero con el riesgo de que el recién nacido agite bruscamente la aguja, el personal médico insertó la aguja en el lugar blando de la crisma de la cabeza de mi bebé. Para impedir que la aguja se desplazara, pegaron con cinta adhesiva un vaso de poliestireno encima de su cabeza. Ahí yacía mi bebé, parecido al monito de la película Aladdin con ese vaso en su cabeza, en una incubadora donde no lo podía tocar. Durante ocho días seguidos, lloré mientras lo visitaba en el hospital. “¡No es así como tenía que ser! ¡Se supone que tiene que venirse conmigo a casa!” Fue así como aprendí lo que era la compasión, dolerse realmente de otra persona y cuidar a esa persona, mi bebé, y hacer todo lo que yo podía por aliviar su dolor y su incomodidad.

Aprendo de la historia del Buen Samaritano (Lucas 10:30–35) que el amor y la compasión revelados cuando miramos a través de los ojos de Dios nos incitan a actuar efectivamente en el mundo. No basta con sólo reconocer y sentir el dolor de otra persona. En la actualidad, afuera de nuestras propias casas, millones de víctimas aquí y en todo el mundo sufren injusticias inenarrables, viven prisioneras en los grilletes reales o virtuales de la pobreza, el hambre y el abuso. Y está en el ADN de cada soldado y miembro del Ejército de Salvación ser una voz para los sin voz, llevar comprensión, sanación y esperanza a aquellos que están sufriendo.

Así como la compasión del Buen Samaritano lo incita a la acción, ¿de qué manera te está llamando Dios a amar a estas víctimas de la injusticia social? Isaías 1:17 dice: “¡Aprendan a hacer el bien! ¡Busquen la justicia y reprendan al opresor!” (NVI). Salomón escribe: “No evites a alguien que merece ayuda, tu mano es la mano de Dios para esa persona” (Proverbios 3:27, The Message, traducción al español). El amor de Dios en nosotras nos incita a la acción. ¿Cómo puedes ayudar hoy a tu prójimo?